Trabajo y esfuerzo, el legado de Ángel Barragán

Hace ya 40 años la familia Barragán abrió la primera agencia inmobiliaria en la entonces pequeña localidad de Boadilla del Monte. Situada entre la casa del cura y el antiguo Ayuntamiento, hoy actual sede institucional, Inmodón Noroeste se convirtió en un referente del sector inmobiliario de la zona.

Ángel Barragán se formó como joyero desde los 14 años y a la edad de 20 montó su propia joyería. Pero su visión comercial y su capacidad emprendedora fueron más allá y vio, en el negocio inmobiliario, un buen futuro para desarrollar su parte emprendedora. Por aquella época las urbanizaciones históricas (Las Lomas, El Olivar, Parque Boadilla, Bonanza, Montepríncipe..) se estaban consolidando y lo que más se demandaba era la construcción de viviendas unifamiliares. Ángel comenzó a dar un servicio 100% personalizado a sus clientes, vendía parcelas y muchas de ellas con proyecto.

Izq.: Ángel en una obra, cuando los andamios eran de madera. Dcha.: el edificio cuando era inmobiliaria Inmodón Noroeste, antes de 2006

Por aquella época, estuvieron trabajando la obra nueva y en función del paso del tiempo, se empezó a generar un mercado de segunda mano en el que también se implicaron muy activamente. En todos estos años han ido evolucionando convirtiéndose en promotores inmobiliarios, inversores, gestores en desarrollo de suelo, gestores patrimoniales, aparte de seguir con su labor de intermediación que siempre ha estado integrada en la actividad de la empresa.

Con los años se incorporó el otro pilar fundamental de la empresa, su mujer Marta, madre de sus cuatro hijos, que se encargó del departamento comercial junto con su marido. Los dos, mano a mano, consiguieron con mucho esfuerzo y trabajo hacer de Inmodón Noroeste la gran empresa que es hoy.

Nueva sede con el cambio de milenio
Con el cambio de milenio, comenzaron un proceso de transformación que se inicia con el traslado de su oficina sita en la antigua avenida del Generalísimo número 10 a la actual sede en la avenida Adolfo Suárez número 25. Un edificio del municipio único, emblemático y protegido por Patrimonio, que refleja el carácter de la familia Barragán y que lo adquirió en abril de 1999. “Estuvimos casi un año trabajando en las obras de remodelación, estaban en pie básicamente los cuatro muros perimetrales y hubo que hacer una restauración exhaustiva ladrillo a ladrillo, con algún susto incluido, ya que en la fachada había alojado un proyectil de la guerra civil y tuvieron que venir los Tedax a llevárselo”, nos cuenta su hija Gema.

Además del traslado de oficina, en el año 2006 la empresa cambia de razón social pasando de Inmodón Noroeste a Inmobiliaria Noroeste Bargán S.L. ya adoptando a partir de ese momento el nombre comercial de Bargán Agencia Inmobiliaria. Esto supuso el punto final a ese período de transformación, con una imagen más moderna y adaptada a los nuevos tiempos.

El sello Bargán se refleja en el trato al cliente, en la profesionalidad y en la experiencia de cuarenta años trabajando en el sector. Una experiencia adquirida de sus fundadores, Ángel y Marta que enseñaron a sus hijos a ganarse las cosas con el esfuerzo de uno mismo. “Lo aprendimos todo de la mano de los mejores, nuestros padres. Con sus consejos y valores, además obviamente de una formación académica, tenemos la mejor de las herramientas para aprender el negocio. Pero sobre todo la experiencia directa con el cliente es lo que más te enseña”, nos dicen sus hijos con orgullo.
Hacia el año 2005, la salud de Ángel comienza a ser delicada y decide retirarse de la actividad empresarial, aunque hasta poco antes de su fallecimiento su mente inquieta no dejó de trabajar. Sus hijos definen a su padre como “una persona muy cercana y con mucho don de gentes y eso hacía que la gente viniera buscando su asesoramiento e incluso su ayuda, ya que era un ser muy generoso”.

La segunda generación de Barragán comenzó a trabajar en el año 1995, se incorporaron primero las dos hijas Gema y Marta, pero hay que destacar la presencia de Mª del Carmen Moreno empleada de la empresa desde el 82 y que es considerada una más de la familia. En 1997 se incorporó Patricia, sobrina de Ángel y pocos años más tarde Miguel Ángel y Rubén, los otros dos hijos de Ángel, así como su yerno David.

Izq. y Centro: Marta y Ángel hace unos años en sus respectivos despachos. Dcha.: los cuatro hijos del fundador: Rubén, Marta, Gema y Miguel Ángel Barragán.

Crecimiento y diversificación
La época de crisis coincide también con el fallecimiento de Ángel, pero la familia Barragán hace piña para superar todos los problemas. Su mujer Marta se encarga de coger las riendas del negocio junto con el resto de la familia. Su profesionalidad y su experiencia avalan su trabajo muy cercano con el cliente ya que no son una inmobiliaria al uso, sino que ofrecen un asesoramiento integral incluso hasta después de la entrega de llaves.

Esta familia empresarial ha crecido al mismo ritmo que el municipio que les vio nacer y ha sabido diversificar su actividad que va desde la gestión de aparcamientos hasta el marketing promocional, pasando por la gestión de eventos además de la gestión patrimonial y desarrollo de suelo. Asimismo cuentan con las últimas herramientas tecnológicas, una página web traducida en cuatro idiomas y están a la última en comunicación y redes sociales. “Nos sentimos muy orgullosos de que Bargán tenga una continuidad, es el legado de nuestros padres y nos encantaría que fuera el de los nietos de Ángel y Marta”, comentan emocionados sus hijos.

El sueño y el trabajo de Ángel Barragán han quedado reflejados en la labor que realiza su familia al frente de la inmobiliaria Bargán que con esfuerzo y determinación siguen al frente del negocio que inició su padre.

Texto: Ayer&hoy
Fotos: Inmobiliaria Bargán/Ayer&hoy