La música que interpretan te cautiva porque aman lo que hacen

La banda musical La Lira de Pozuelo está de celebración ya que acaba de cumplir 30 años. Esta agrupación musical se crea en 1990. Sus fundadores pertenecían a La Inseparable y debido a desacuerdos, unos cuantos se desmarcaron y comenzaron su propia andadura.

La elección del nombre de esta Asociación Músico-Cultural fue unánime, se decantó por La Lira, el segundo instrumento musical ya que el primero es la voz. Su escudo refleja toda la cultura pero dando especial protagonismo a la música: tiene representada la primera página de El Quijote, los pinceles resaltando la pintura y una lira central que destaca la música. En la parte inferior se encuentra el escudo de Pozuelo de Alarcón.

Los inicios fueron algo complicados, las veintisiete personas que en su inicio formaron la banda musical ensayaban en un garaje sito en la calle Tahona número 16, que pertenecía a Fidel Asenjo y a la señora Pilar, nos cuenta Juan Pedro Álvarez Martínez, director de La Lira, “no teníamos ni atriles y como yo soy carpintero hice unas peanas de madera con un palo y un contrachapado. Ahí empezamos y estuvimos unos 17 años”. Además de ensayar en el garaje, daban clases de música desde el principio, se calentaban con una estufa de hierro antigua que la tienen hoy en día en la sede actual a modo de decoración recordando así sus inicios en ese garaje. Pero ¿cómo dejan el garaje y se trasladan a la sede actual?

Izq.: concierto de La Lira en el que ganaron el primer premio del Certamen Internacional de Bandas de Música Sección de Honor de Valencia. Centro: Sede actual de La Lira, en la calle Isidro Gómez, 1 bis, de Pozuelo. Dcha.: Imagen del diploma que les otorga el título de Esclavos de Honor del Cristo de Medinaceli de Madrid.

No fue nada fácil. Casi un año les costó una cita con el alcalde de entonces José Martín-Crespo al que le solicitaron la cesión de un terreno, ya que la banda crecía y casi no cabían en el garaje en el que ensayaban. Finalmente, en 2003 les cedieron el terreno en el que actualmente se encuentra la sede de La Lira, en la calle Isidro Gómez 1 bis, del que pagan un canon de mil euros mensuales. Ellos mismos construyen el edificio y cuando digo ellos mismos, es porque muchos de sus integrantes colaboraron con sus propias manos en el levantamiento del edificio para poder ahorrar costes. En 2007 se inaugura la sede, por esa época los integrantes de la banda eran ya unos 80 músicos.
Cuentan con una banda juvenil formada por 70 niños, todos ellos provienen de la cantera que tienen. Suelen hacer tres o cuatro conciertos al año, participan en la celebración del Día del Niño, en el día de Santa Cecilia y en el encuentro anual de Bandas Juveniles. Como centro homologado que es, está autorizado para pasar los exámenes del primer ciclo, los de grado medio y superior tienen que examinarse en el propio Conservatorio, “la verdad es que todos nuestros alumnos aprueban y entran al conservatorio pero continúan dando clase aquí con su profesor porque la cantera de profesores que tenemos es muy buena”, nos dice Juan Pedro.

Fue la primera asociación que tocó con el Cristo de Medinaceli en procesión y el pasado año les nombraron Esclavos de Honor del Cristo. “Para nosotros salir en procesión con el Cristo de Medinaceli es muy grande. Vamos toda la banda sin los más pequeños porque es una procesión muy larga, son muchas horas para ellos. Al principio la banda tocaba delante del Cristo pero el problema era que muchas veces empezabas a desfilar y resulta que la banda iba muy alejada de la imagen y lo suyo es acompañarla. Un año decidimos situarnos detrás del Cristo aunque los de la hermandad no estaban muy convencidos y la verdad es que fue otra historia porque acompañamos musicalmente al Cristo toda la procesión y fue muy bonito. A partir de entonces vamos detrás de él”, nos cuenta Juan Pedro emocionado al recordarlo.

Izq.: Estandarte de La Lira junto al Cristo de Medinaceli. Centro: Un ensayo de la banda sinfónica de La Lira. Dcha.: Recuerdo del certamen de Valencia que ganaron.

Galardones.- Se han presentado a varios certámenes, muchos de ellos los han ganado o se han clasificado en segundo o tercer lugar. Pero hay uno de ellos que Juan Pedro recuerda con especial cariño y fue la primera vez que se presentaron al certamen de la Sección de Honor en Valencia, la categoría más alta. “Íbamos de pardillos y ganamos, fue impresionante. Nos presentábamos toda la banda, los 140 músicos. Yo no he visto en mi vida trabajar a la gente como aquella vez. Ensayaban y estudiaban las partituras sin descanso”, recuerda Juan Pedro. Fue en 2010. Todo un logro para esta banda musical cuyo esfuerzo y amor por la música se vio recompensado.

Actualmente en las instalaciones de La Lira se dan clase a unos 300 alumnos y todo el dinero que recaudan se reinvierte en la educación musical y en la banda. Desde 2016 cuentan con un coro Gospel compuesto por treinta coristas amateurs. La banda musical colabora en todos los eventos que se realizan en Pozuelo de Alarcón. Por sus instalaciones han pasado reconocidos compositores y músicos a nivel internacional como el gran maestro de la trompa Radovan Vlatkovic y Christian Lindberg, leyenda viva del trombón, entre otros.

Para Juan Pedro, carpintero de profesión, La Lira es su vida y como él, muchos de los integrantes de la banda sienten ese amor y esa pasión por la música. Su gran sueño para la banda es hacer un viaje a Nueva York y poder tocar y desfilar por la Sexta Avenida el día de la Hispanidad. Un sueño que seguro verá cumplido, porque todo empezó en un garaje pero el límite es el cielo…

Texto: Ayer&hoy
Fotos: Ayer&hoy, La Lira