El estadounidense Randy Gardner tiene el récord documentado científicamente de ser el humano que ha durado más tiempo despierto sin ningún tipo de estimulantes. En 1964, con 17 años de edad y estudiante del instituto Alta en San Diego, California, Gardner se quedó despierto durante 264 horas (once días). Naturalmente, su reto llamó la atención de muchos neurocientíficos, que vieron en él la posibilidad de estudiar la evolución de la salud de una persona que pasa varios días de privación de sueño. Por eso, en el momento en que el cronómetro comenzó a medir la hazaña de Randy, un equipo de neurocientíficos, encabezado por el doctor William Dement, comenzó a monitorear sus signos vitales y a escribir un informe detallado sobre su evolución. En éste se narra que apenas durante las primeras horas de privación el joven comenzó a mostrarse malhumorado y de movimientos torpes, pero eso no era lo peor, ya que poco después comenzaron los delirios, durante los cuales creía ser un conocido jugador de fútbol americano. Además, se reportaron también alucinaciones visuales y problemas de concentración. Finalmente, tras esos 11 días despierto, el joven durmió durante quince horas seguidas y se sometió a Randy a un chequeo médico que demostró, afortunadamente, que no le habían quedado secuelas, ni físicas ni psíquicas (mentales).