Las residencias son hoy día hoteles orientados para personas mayores donde la libertad de entrada y de salida es absoluta. En la residencia Virgen del Pilar cuentan con una oferta de actividades muy amplia, porque tratan de jalonar el día del mayor con cosas interesantes para hacerles disfrutar y que puedan mantener su autonomía y sus capacidades el mayor tiempo posible. Para ello cuentan con un equipo de profesionales cuyo objetivo es cuidar de manera inmejorable a los mayores en esta etapa de su vida.

Entrevista con Francisco Manuel Boza González, gerente

Pregunta.- ¿Cuántos años lleva la residencia y usted como gerente de la misma?
Respuesta.- La residencia la construyó una mutualidad de Correos y se inauguró en 1975. En 1994 se extinguieron las mutualidades en España y se tuvieron que desprender de sus activos. La residencia la adquirió entonces una familia que es la que la viene explotando desde 1996. Me incorporé a la residencia en el año 2004 como director del centro hasta el año 2009. En ese año los dueños deciden expandir esta parte de su negocio de residencia y me nombran director de Estudio y Gestión, que en la práctica es un gerente que busca nuevas oportunidades de negocio en el ámbito de los mayores.

P.- ¿Qué servicios ofrece la residencia?
R.- En estos últimos 17 años hemos estado aumentando la cartera de servicios. Conseguimos la autorización de centro de día que prestamos con transporte y sin transporte. Incrementamos la cartera de servicios con el bono comida. Pensamos en esas personas que viven solas que, aunque son muy autónomas, el hacer todos los días la comida les supone un sobre esfuerzo y muchas veces no se alimentan todo lo bien que debieran. Ofrecemos la posibilidad, a un precio muy económico, de venir a comer al centro y de paso poder socializar, conocer a otras personas de perfiles, edades e intereses parecidos. Por supuesto, tenemos servicio médico, contamos con dos magníficos profesionales: el doctor Sáez y el doctor León. Hay servicio de podología así como odontología, óptica y audiometrías, todo en la propia residencia, sin olvidarnos del servicio de peluquería, muy demandado sobre todo por las señoras.

P.- ¿Qué actividades realizáis dentro del centro?
R.- La oferta es amplísima. Tenemos actividad terapéutica desde rehabilitación, rehabilitaciones de la marcha, de fracturas, gimnasia para mantener las capacidades, talleres de memoria pero también una oferta de ocio importante: excursiones, salidas, bingo, cine, teatro…. Contamos con un grupo de teatro compuesto por residentes, realizan interpretaciones de tipo musical y se elaboran ellos mismos el vestuario. También tenemos un huerto terapéutico donde van a regar, sembrar y recolectar. Creamos el programa “Mariposas Amorosas”. Es un programa orientado para que todo el personal de la residencia pueda ofertar actividades a lo largo de todo el día en todos los salones del centro. Por ejemplo, las personas que tienen deterioro cognitivo se les pide a la familia lo que llamamos un cajón de recuerdos. Nos suministran una caja con fotos o con pequeñas cosas que les puede resultar familiar a esa persona, importantísimo también los recuerdos sonoros, la música es importantísima. Con ese cajón de recuerdos todos nuestros auxiliares de clínica pueden realizar actividades a lo largo de todo el día con esos residentes de manera directa.

P.- ¿El programa de “Mariposas Amorosas” se lleva a cabo a nivel general o sólo en el módulo de Alzheimer?
R.- A nivel general. Vamos viendo qué personas se pueden beneficiar de este recurso del cajón de recuerdos. Recuerdo un caso de una señora que había trabajado en una farmacia, no sé si como manceba o como farmacéutica, y lo que le dábamos, en algunos momentos del día, eran cajas de medicamentos vacías que dedicaba a ordenar. Lo hacía o por tipología del medicamento o por tamaño o por orden alfabético. Para hacer todo esto, antes de ingresar a la familia le damos un formato que le llamamos historia de vida y ahí le preguntamos cómo ha sido su vida, qué aficiones tiene, qué es lo que le gusta y lo que no. Eso nos orienta muchísimo y nos permite adaptar nuestra oferta de actividades al perfil de esa persona, a sus gustos. Se trata de dar un trato lo más personalizado posible.

P.- ¿Realizan actividades con los familiares de los residentes?
R.- Alguna actividad intergeneracional les planteamos. Todos los años fletamos en diciembre, dos autobuses adaptados para llevar a familiares y residentes a tomar chocolate con churros y luego ver las luces de Madrid. Esa actividad intergeneracional tiene un éxito tremendo, acude mucha gente y se lo pasan genial. Y luego, en diferentes momentos del año vienen colegios a visitarles y pasar un rato con ellos.

P.- ¿Ofrecéis estancias temporales?
R.- Sí, suelen ser de dos tipos fundamentalmente. Gente que viene a recuperarse de una fractura ya que contamos con un excelente servicio de fisioterapia o bien para recuperarse de una estancia hospitalaria. Y luego tenemos las estancias por vacaciones, cuando la familia del residente se va unos días de vacaciones, vienen al centro mientras sus familiares están fuera.

P.- ¿Cómo trabajáis con las emociones de los residentes?
R.- Contamos con una persona que es el responsable de la terapia ocupacional y que es un experto en terapia de las emociones. Este programa se llama T2E, se realiza de manera semanal. Las emociones son casi más importantes que las terapias cognitivas por eso en la residencia no las dejamos de lado. Pero de todas formas después de veinte años de profesión, de trato con personas mayores, la principal terapia se llama socialización. Cuando una persona se viene a vivir a una residencia, conoce a otras personas y entabla una amistad, esa es la mejor de las terapias. Asimismo, hacemos terapias con animales que organiza la Asociación Global Animal y la verdad es que da muy buen resultado.

P.- ¿Cuál es el mayor valor de la residencia Virgen del Pilar?
R.-Tener un equipo inmejorable. Es un equipo de profesionales, gente trabajadora pero sobre todo tienen que ser buena gente porque estamos trabajando con personas delicadas, vulnerables, dependientes muchas de ellas y eso significa tratarlas con cariño, no puede ser de cualquier forma. Hay que respetarlas, ayudarlas y acompañarlas en esta etapa de la vida.

Texto y foto: Ayer&hoy