El Gigante de Tarapacá o Gigante de Atacama, es una gran figura preincaica antropomorfa de 119 metros de largo trazada en el flanco noroeste del cerro Unita, a 15 km del pueblo de Huara, Provincia del Tamarugal, Región de Tarapacá, Chile, territorio comprendido en el desierto de Atacama, y declarado Monumento Arqueológico. La técnica empleada en su confección es de tipo mixta, mediante la acumulación de piedras y vaciado del terreno. En las laderas del cerro hay al menos otras 21 figuras geométricas y zoomorfas que se presume fueron realizadas por culturas que habitaron la región entre los años 1.000 y 1.400 d. C. El gigante fue avistado por primera vez en un vuelo exploratorio realizado por Eduardo Iensen Franke en 1967. Se supone que la representación corresponde a un chamán o yatiri, aunque también puede corresponder a la deidad andina Tunupa-Tarapacá, que realizó una travesía desde el lago Titicaca hacia el océano Pacífico. Sobre Tunupa-Tarapacá se señala que “El mismo Pachacuti Yamqui, en su transcripción de la primera oración de Manco Cápac, menciona a Viracocha como creador de todas las cosas agregando que, en esa primera edad de las tinieblas, los hombres vivían en lugares baldíos y, por escasez de lugares y tierra, peleaban sin cesar. Apareció entonces un tal Tunupa. La historia de este famoso geoglifo sigue siendo un misterio por descubrir.