Los camellos son capaces de ingerir más de 100 litros de agua en una sola toma, que luego su organismo se encarga de administrar hasta el punto de poder aguantar sin agua durante varios días, incluso en altas temperaturas. De hecho, pueden llegar a perder hasta un 40% de su peso sin morirse (los humanos sólo el 12%). La clave principal se encuentra en sus riñones, que son capaces de concentrar considerablemente la orina para evitar la pérdida de agua. También cuenta con glóbulos rojos ovalados, de modo que pueden ser transportados fácilmente por el cuerpo, incluso cuando la sangre se ha vuelto espesa debido a la deshidratación.