Los romanos en Madrid

Carlos Caballero / Arqueólogo
Colegio de Profesionales de la Arqueología

Antes de ser un distrito de Madrid, los terrenos que hoy forman Carabanchel pertenecían a dos pueblos cercanos a la capital, Carabanchel Alto y Bajo, que se incorporarían a Madrid en 1948, para formar conjuntamente el distrito de Carabanchel. Desde ese momento, se inició un rápido crecimiento urbanístico de la zona, hasta convertirse en el más poblado de los distritos de Madrid. A pesar de esa rápida expansión, quedan aún algunos vestigios del patrimonio histórico que recuerdan la historia carabanchelera, que es también un resumen de la historia de Madrid, desde los pueblos prerromanos hasta la expansión de la ciudad en los años 60 del siglo pasado. En el siglo XIX, la zona fue elegida como lugar de descanso por la nobleza, que construyó numerosas quintas de recreo de las que quedan como testimonios la de Vista Alegre o la menos de Campo Alange (hoy, Colegio Marianistas), y antes había albergado el que se considera como el edificio más antiguo de Madrid actualmente en uso, la ermita de Santa María la Antigua. Pero antes aún se habían asentado en el lugar los romanos, sobre un poblado carpetano que existía en el lugar. De la existencia de un gran yacimiento romano en los Carabancheles se tiene noticia desde el primer tercio del siglo XIX, cuando en otra de esas posesiones de la nobleza, la Quinta de los Condes de Miranda, se encontró un gran mosaico que se protegió para poder ser visitado y que hoy se custodia en el Museo de San Isidro. A partir de entonces, el mosaico se convierte en lugar de visita para los estudiosos que acuden a Madrid y, poco a poco, en el yacimiento se van descubriendo nuevos objetos que hablan de su importancia, de su tamaño y de su pervivencia a lo largo del tiempo.

En el punto central del yacimiento, que coincide con la divisoria de los antiguos términos municipales de Carabanchel Bajo y Alto, se sitúa la ermita de Santa María la Antigua, en la que la excavación arqueológica realizada a principios de este siglo descubrió varias construcciones romanas y anteriores, carpetanas. A esta ermita ya se le ha dedicado un artículo en Ayer&hoy, cuya lectura recomendamos para conocer más detalles del templo.*

Izq.: Vista aérea del espacio ocupado por el yacimiento. Dcha.: Torre de la ermita de Santa María de la Antigua en 2019. (Fotos: Google Earth y C. Caballero)

Además de las noticias conocidas durante todo el siglo XIX y los primeros años del XX, y de los resultados de la excavación realizada en la ermita, los arqueólogos han podido trabajar en otros puntos del yacimiento: la estación de Metro de Eugenia de Montijo y, especialmente, la apertura de una nueva calle destinada a conectar la Vía Carpetana con la calle Pingüino. En las dos excavaciones se confirmó lo que se sabía a propósito del tamaño y la importancia del yacimiento, pero además la segunda desencadenó un movimiento vecinal que se tradujo en la suspensión de los trabajos de urbanización para evitar la destrucción del patrimonio arqueológico.

Sobre la parte más oriental del yacimiento se construyó, en los años 40 del siglo XX, la Prisión Provincial, lugar de infausto recuerdo y que, tras ser clausurada en 1998, fue demolida pese a la presión vecinal para la conservación como hito simbólico de alguno de sus elementos. En la actualidad, se habla de construir viviendas y dotaciones en los terrenos de la antigua cárcel, lo que debería, en todo caso, de ir acompañado de nuevos proyectos arqueológicos que permitiesen conocer mejor el yacimiento.

Izq.: Dibujo del mosaico romano, por Juan de Dios de la Rada, en 1875. (Foto: Museo Español de Antigüedades). Dcha.: Noticia de El País sobre la localización de restos romanos en la estación de Eugenia de Montijo (1999).

Aunque hoy en día este enorme yacimiento, tan relacionado con los orígenes de la ciudad de Madrid, no tiene elementos visitables, y mientras se ponen en marcha las iniciativas que permitirán estudiar este antiguo núcleo romano y devolverlo a la ciudadanía, su importancia puede comprenderse visitando el principal de los restos conservados, el mosaico de las Cuatro Estaciones, en torno al cual se ha diseñado la sala del mundo romano del Museo de San Isidro (Plaza de San Andrés, 2).

* (Artículo publicado en el nº 2 de la edición Ayer&hoy Getafe, correspondiente a noviembre de 2016, disponible en el enlace web https://getafe.ayeryhoyrevista.com/ermita-santa-maria-la-antigua-carabanchel-madrid/)