Porque no siempre se necesita vivir en una gran casa para tenerlo todo, este mes os mostramos un pequeño inmueble singular realizado con mucho esfuerzo, pero sobre todo con mucho mimo. Es un antiguo hórreo del que sólo se conservaban los pegollos originales, que son los pilares sobre los que se sustentan este tipo de edificaciones. Poco a poco, utilizando materiales nobles como la madera de castaño se ha ido construyendo esta pequeña joya que cuenta con todo lo necesario para convertirse en un gran hogar. Se accede a ella por una robusta escalera de piedra con un ligero pasamanos en el que apoyarse. Su puerta de acceso está camuflada para dar una sensación de unidad con el muro exterior de madera. En cuanto entras a la vivienda, todo está conectado, exterior e interior, dando una sensación de calidez hogareña que a su vez se contagia con la naturaleza exterior. Dos grandes ventanales oscilo batientes en las esquinas opuestas a la entrada del hórreo, inundan de luz toda la estancia. El interior del tejado a cuatro aguas, se han dejado vistas unas bonitas vigas de madera que destacan todavía más, si cabe, con la pintura blanca del techo dando sensación de amplitud.

Decorado con pocos muebles, pero muy funcionales, en esta pequeña vivienda descubriremos como la versatilidad bien pensada y ubicada, nos hace el día a día más fácil. Los tonos elegidos son beiges y azules además del tono natural de la madera. Un gran sofá claro con chaise longue, almacenamiento oculto y con cojines de distintas texturas en azul, es la pieza principal de la estancia cuyo suelo está cubierto por una alfombra, a modo de gran lienzo. La mesita central frente al sofá, se eleva para ofrecer una altura adecuada si queremos comer haciendo una función doble como mini mesa de comedor. Llama la atención visual, una preciosa escultura de cuerpo de mujer en tono rojo junto a una vitrina de madera que hace las veces de armario.

Frente al sofá y entre los dos ventanales de esquina se encuentra ubicada una televisión de gran tamaño que oculta una gran cama de matrimonio. Mediante un sistema hidráulico, ese panel de madera se baja dejando al descubierto la zona de descanso que se recoge volviendo a estar la estancia otra vez despejada. En el lateral derecho, según se accede al hórreo se encuentra situada una mini cocina con nevera y todo lo necesario para poder cocinar. En cuanto al cuarto de baño, una puerta corredera de madera da acceso al mismo, donde cada rincón está aprovechado al milímetro y cuenta con un pequeño lavabo, váter y ducha.

Un lujo de vivienda de pequeñas dimensiones en el que la distribución y los muebles multifuncionales son un plus para hacernos más cómoda la estancia en el hogar.

 

(Texto y Fotos: Ayer&hoy)