Fe y amor, dos grandes razones para cometer locuras, quizá las circunstancias que rodean nuestras ajetreadas vidas no sean las más idóneas para cometer locuras, pero hay ocasiones en la vida te arrolla y hay que dejarse arrollar por la vida. Así comenzó esta aventura, cuando un grupo de amigos, unidos por estos sentimientos, se ponen manos a la obra para sacar adelante un proyecto, una empresa que poco a poco ha ido tomando forma y que tiene pinta de convertirse en un halo de luz que alumbrará y alegrará la vida de Pozuelo de Alarcón en estos grises y tristes días.

Una fe y un amor tan grande a la madre de Dios en su advocación de Consolación, una fe y un amor tan grande a San Sebastián mártir, una fe y un amor tan grande a la tierra que los vio nacer, que no han visto barreras para rescatar del olvido una hermandad que nada tiene aparentemente que ver con sus vidas. Una hermandad de labradores y ganaderos desaparecida en Pozuelo a mediados del siglo pasado, una hermandad engullida por el paso del tiempo que a través de una simple fotografía en blanco y negro a resurgido de sus cenizas.

Pongámonos en situación: Un domingo cualquiera, en uno de los bares más famosos de Pozuelo, Felipe Bernal, archiconocido pozuelero, encuentra en su casa una imagen de la procesión en honor a San Isidro Labrador que se celebraba en Pozuelo potenciada por la Cámara Agraria Española. Una fiesta que años más tarde ilustres hijos de pozuelo como Juan Granizo o Sebastián Burgos mantuvieron hasta su desaparición haya por los años 80. Hay empieza la locura. Felipe habló con su cuadrilla de amigos y propone en firme refundar esta Hermandad. La fábrica de sueños se pone de nuevo a funcionar… Felipe se pone en contacto con la cronista de la villa, nuestra querida Esperanza Morón, ésta le cuenta que gracias a aquella hermandad y a unas becas que donaban a los alumnos más brillantes del momento, ella pudo estudiar el bachiller y llegar a ser la ilustrada mujer en la que se ha convertido. Felipe, Manuel, Juan Pedro y Pablo se reunirán días después para presentar el proyecto al actual párroco de la iglesia Asunción de Nuestra Señora. Lo que a voz de pronto parece un disparatado proyecto es de pleno agrado de D. Mario Palacio, éste accede encantado a realizar una misa en honor al santo, siempre y cuando todos los hermanos que acudan a la iglesia vayan en disposición de recibir a Dios en el sagrado vinculo de la comunión. Además, D. Mario los anima a que formalicen la Asociación a través de los canales oficiales que ofrece la Iglesia Católica a este tipo de instituciones, que, a pesar de ser más lento en el tiempo, permite una mejor interacción con la feligresía de Pozuelo y de esta manera conseguir un número de hermanos potenciales aún mayor.

Cartel, anunciantes, decoración para la misa, fichas de hermano, reuniones, protocolos y un largo etcétera que poco a poco va tomando forma día a día. Una tremenda ilusión que ha inundado la vida de estos pozueleros de la noche a la mañana. Este triste 2021 da comienzo un sueño que esperemos dure por muchos años en el alma de Pozuelo y que San Isidro Labrador ilumine este oscuro sendero en el que hoy comenzamos a caminar.