El inicio de un nuevo año escolar siempre es un momento lleno de expectativas y oportunidades. Tanto profesores como estudiantes se preparan para enfrentar los desafíos académicos y personales que les esperan. Con el propósito de crear un ambiente educativo positivo y enriquecedor, tengamos en cuenta varios consejos prácticos para ambos grupos.
Comenzar el curso con el objetivo de conocer a tus propios estudiantes es algo indispensable para todo docente. Aprende sobre sus intereses, habilidades y necesidades individuales. Esto te ayudará a adaptar la enseñanza de manera más efectiva. Al mismo tiempo, establece tus propias metas para todo el año. Define tus objetivos y planea cómo lograrlos.
Y precisamente, los alumnos deben reflexionar sobre lo que desean lograr a lo largo de esos próximos meses. Hay que definir metas académicas, sociales y personales. Con ello conseguirás darle un sentido de propósito y te motivará a esforzarte.
Otro de los consejos para el profesorado es preparar las clases incluyendo aspectos novedosos. Aunque todo profesor tiene su programación, siempre surgen nuevas actividades y recursos que nos ayudan a sorprender en el aula a nuestros alumnos. Considera diferentes estilos de aprendizaje y cómo puedes involucrar a todos los alumnos. Además, organiza tu propio tiempo para equilibrar la enseñanza y el bienestar personal.
De mano de los alumnos, no está de más tener una agenda o una aplicación con la que puedas organizar las actividades. Asigna tiempos concretos para el estudio diario, priorizando aquellas asignaturas que tienen más peso o te requieren más esfuerzo, así como descansos, para poder afrontar la siguiente actividad. No olvides participar en actividades extracurriculares. La organización te ayudará a mantenerte al día con tus responsabilidades académicas.
Respecto a expectativas y participación activas, los profesores deben comunicar lo que esperan desde el principio en su aula. Habla sobre la colaboración en clase, la entrega de tareas y el respeto mutuo. Esto crea un ambiente positivo y estructurado. Anima a los alumnos a participar activamente y a compartir sus ideas. Una estrategia efectiva es establecer acuerdos esenciales de lo que esperamos en nuestra clase en consonancia con lo que nuestros alumnos esperan, esto fomentará la participación y que los estudiantes hagan preguntas, aporten ideas y colaboren con los compañeros. Todo esto enriquece la experiencia educativa y ayuda a aprender de manera más efectiva.
Un punto muy importante es fomentar la empatía. Desde el lado docente hay que animar a los pupilos a comprender las perspectivas del resto de estudiantes. Así conseguiremos inclusividad y apoyo.
Y es que buscar apoyo ante las dificultades académicas es imprescindible para el alumno. Habla con tus tutores o el departamento de orientación. No estás solo; hay recursos disponibles para ti.
Por último, pero también muy a tener en cuenta, es el cuidado personal y bienestar. La labor de maestro requiere que te preocupes de tu salud física y mental. Encuentra momentos para relajarte y recargar energías. Un docente equilibrado puede brindar un mejor apoyo a sus alumnos.
El curso es un tiempo duro y de concentración pero también como estudiante debes descansar lo suficiente, comer bien y mantener una actitud positiva. Estudio y bienestar deben mantenerse al mismo nivel para sobrellevar un año escolar exitoso.