Toda una vida dedicada a la decoración en Pozuelo de Alarcón

Muebles Peyra lleva en la localidad de Pozuelo de Alarcón desde los años 50. Pedro Blasco Muñoz fue el fundador de esta empresa familiar tan conocida y querida en el municipio. Pedro aprende el oficio de tapicero y se especializa en tapizar sofás de piel ya que por aquella época en Pozuelo había tradición de los curtidos y de las pieles. La época de la postguerra en España fue muy dura. Pedro y su familia vivían en Madrid, en Princesa, pero una bomba durante la guerra civil destruyó su casa y se trasladaron todos a la casa que tenía su madre en Pozuelo en la que pasaban las vacaciones.

Los inicios del negocio fueron durísimos. Nos cuenta Mercedes Blasco, la hija de Pedro, que cuando tapizaron los primeros sofás, los tenían que llevar en carro de mano hasta Madrid porque por aquellos entonces Pozuelo no tenía transporte público, “hicieron los primeros sofás y con lo que ganaban pues volvían a comprar material para volver a hacerlos y así estuvieron unos años hasta que la empresa Llorente empezó a funcionar en Pozuelo y entonces contrataron con ellos el llevarlos encima del autobús, en la baca”. Trabajando y ahorrando mucho consiguieron comprar finalmente el primer camión de la empresa para realizar ellos mismos los portes y llevar los preciosos sofás de piel a las grandes tiendas señoriales de Madrid.

Izq.: Foto de la entrega de la medalla europea al trabajo. Dcha.: Gema, en su despacho.

Su primer taller estaba ubicado en la carretera de Carabanchel a Pozuelo donde estaban las antiguas cocheras de la Llorente, pero en 1968 se trasladaron al edificio actual que cuenta con varias plantas y en el que por primera vez se puso una exposición de muebles pasando a ser, además de taller, tienda al público. Hubo épocas buenas, pero el fallecimiento del primogénito, Manuel, fue un duro golpe para él que le sumió en una gran tristeza. Fue entonces cuando su hija Mercedes comienza a echarle una mano en la tienda a la vez que estudiaba la carrera de Económicas y así poco a poco fueron pasando todos los hijos por la tienda. “Empezamos a trabajar con nuestro padre desde muy jovencitos, a partir de los 18 años nos hemos ido incorporando todos a trabajar con él y siempre ha sido muy familiar y un padre protector”, explica Mercedes.

Pedro, padre de cinco hijos, falleció en el año 2008 y sus hijos destacan de él lo bondadoso que era con la gente pero sobre todo el ejemplo que les dio, “no se rendía nunca, era invencible, trabajaba y trabajaba y trabajaba. Yo le recuerdo con 82 años en mi casa, que nos quedamos con la casa que fue la antigua fábrica, subido en un tejado sacando las hojas. No paraba estaba todo el día trabajando. Eso es lo que nos enseñó: la constancia, el valor del trabajo y que era muy familiar” nos cuenta Mercedes.

La última crisis ha sido muy dura para este sector, pero el legado y los consejos que les dejó su padre han hecho que esta familia unida haya sabido capear el temporal y se hayan adaptado a los nuevos tiempos y sobre todo a las nuevas tecnologías. De hecho, en mayo del año pasado, recibieron el premio Medalla de Oro Europea al Mérito en el Trabajo. Son pocas las empresas de decoración que lleven más de 50 años abiertas. Además la ubicación de la tienda no ha sido la mejor, comercialmente hablando, ya que el edificio se concibió como una fábrica y está situado a las afueras de la localidad con vistas al campo, por lo que el público que entra en la tienda viene específicamente a buscarlos. De hecho tienen clientes de varias generaciones, “estoy montando una casa a una clienta que me decía el otro día que, hace 40 años que le monté la primera casa. Llevo aquí desde los 18 y tengo 56, cuando empecé a trabajar le decoré una casa y ahora que se ha hecho mayor, como muchos clientes de la zona, dejan las casas y se van a pisos porque ya no pueden subir escaleras o porque se les hacen ya demasiado grandes y ahora le estoy decorando el piso”, nos dice Mercedes.

Izq.: Primeros sofás tapizados por Pedro, el fundador. Centro: Primer camión que se compró para hacer el porte de los muebles. Dcha.: Pedro y Mercedes.

Muchos clientes vienen a la tienda y les dicen que siguen teniendo los mismos muebles de hace treinta años, una muy buena carta de presentación porque luego han venido los hijos y los nietos de sus primeros clientes.

Muebles Peyra destaca, además de por su experiencia y profesionalidad, por dar un servicio y atención personalizado, “el mueble al final lo elige la clienta y nosotros podemos orientar y decirle qué va mejor, pero la casa al final tiene que tener la personalidad del cliente”. Cuentan con tapicero, con cortinero, trabajan con una fábrica de cocinas desde hace 30 años que cuenta con un showroom para enseñar a los clientes, realizan también pequeñas obras con un albañil profesional y, por supuesto, cuentan también con servicio de pintura experimentado. No son una tienda de muebles al uso.

Asimismo, tal y como les enseñó su padre, todo lo supervisan personalmente en casa del cliente.

La mayoría de sus proveedores en muebles son españoles pero tienen unos pequeños importadores, muy filtrados, que les traen mueble asiático muy bonito y de calidad. Actualmente su apuesta ha sido la digitalización, quieren funcionar a nivel nacional con la web para así abrir nuevos horizontes y mercado “Instagram (instagram.com/decoracionpeyra) funciona muy bien y la tienda online www.decoracionpeyra.com se mueve mucho. La digitalización y la antigüedad en la empresa nos llevó a darnos el premio mencionado” dice Mercedes. Trabajo y profesionalidad, además de pasión por la decoración, es el maravilloso legado que les ha dejado su padre, Pedro, que seguro está orgulloso del trabajo que realizan en la que es la casa de los muebles de Pozuelo, Muebles Peyra.

Dos carteles de 1968 indicando dónde estaba la tienda.

Texto: Ayer&hoy
Fotos: Muebles Peyra