No por poner más producto te durará más.

Ana Moreno, Maquilladora profesional.

Cuando estamos delante del espejo maquillándonos, buscamos que el acabado sea el óptimo en base al tiempo que empleemos en maquillarnos y lo perfeccionistas que seamos. Sin embargo, a menudo le restamos importancia a lo que ocurrirá después. De nada nos sirve salir de casa perfectas, si en un par de horas nuestro maquillaje está desplazado, ausente, aportando un aspecto demacrado a la piel, siendo incluso peor que nuestro rostro sin maquillar.

Por ello vamos a ver unos cuantos trucos que nos ayudarán a aumentar la durabilidad de los productos empleados sin pecar de poner excesos en la piel.

Lo primero y muy importante, es aplicar una hidratante adecuada para ti antes de comenzar con la base. Si tu piel está deshidratada o seca y no pones tu crema previamente, tu base en poco tiempo se verá cuarteada e incluso con ronchas visibles.

Si por el contrario tu piel es grasa, una hidratante reguladora te ayudará a controlar el exceso de grasa que haría que tu rostro tomara un aspecto brillante y desplazara el maquillaje, acumulándolo en zonas de pliegues, realzando tus líneas de expresión.

Existen las prebases fijadoras, que sirven para alisar la piel y adherir el maquillaje a la misma. Elige la adecuada para tu tipo de piel. Si te lo indica el fabricante, en algunos casos sustituye a la hidratante diaria, aunque siempre es recomendable utilizar otra hidratante de tratamiento específico como crema de noche.

Para pieles mixtas o grasas es recomendable sellar la base de maquillaje con unos polvos translúcidos que absorberán durante el día el exceso de grasa y brillos. En pieles grasas, utilizar con una borla a pequeños toques sin arrastrar el maquillaje. En el caso de las pieles mixtas, puedes aplicarlo con brocha y sólo en zonas con exceso de grasa, es decir, frente, nariz y mentón.

En cuanto a labios, debes aplicar un bálsamo a la vez que hidratas el rostro. De esta manera, cuando vayas a maquillarlos, ya estarán hidratados y sin resto de producto. Algo que nos suele suceder, es que perfilamos el labio, le maquillamos y durante el día la barra de labios desaparece, pero el perfilador permanece, dando un aspecto artificial y endureciendo nuestras facciones. El truco para que esto no ocurra es aplicar la barra de labios primero y perfilar más tarde. De esta manera según se vaya el color de labios, se irá el perfilador de manera conjunta.

Cuando maquilles los ojos, no apliques base de maquillaje en los párpados ya que facilitará que el producto se acumule en los pliegues del párpado y desplazará tu sombra.

En su lugar, utiliza una prebase para párpados. Además de dar un aspecto homogéneo corrigiendo posibles venitas o zonas oscuras, adherirá cualquier producto que apliques después, ya sea sombra o delineador. También ayudará a que las sombras no pierdan sus matices de colores, y queden del mismo color que ves en su envase, sin verse modificadas por el ph de tu piel.

Si utilizas productos de larga duración o resistentes al agua te garantizarás que la duración sea mayor.

Siempre que apliques producto con brocha adecuada para el mismo, te garantizas que perdure por más tiempo, ya que, al aplicarlo con los dedos, le estás aportando calor y derritiendo el producto, haciéndolo más susceptible de moverse.

Por último, no olvides que no por poner más producto, el maquillaje te va a durar más. Al contrario. Tu piel expulsará el exceso y se verá desplazado de su sitio quedando acumulado en zonas de pliegues o líneas de expresión, justo donde menos favorece.