La labor silenciosa pero tan importante que se realiza desde el Equipo de Atención Temprana de Pozuelo de Alarcón es fundamental en la primera etapa de los niños. Una etapa en la que la prevención y la rápida intervención en menores de cero a tres años con algún tipo de trastorno es fundamental para el posterior desarrollo del menor. Por otro lado, también hay que destacar la sensibilidad que tienen con la familia en esos momentos tan delicados en los que necesitan tanto apoyo y orientación.

“Hay que detectar cuanto antes y derivar; dar pasos y no frenarse ante el problema”

Pregunta.- ¿Cuál es la labor del Equipo de Atención Temprana?
Respuesta.- Un equipo de atención temprana forma parte de la Red de Orientación de la Comunidad de Madrid. La red de orientación va desde los 0 a 3 años, que es una de las edades que nosotros abarcamos y termina hasta bachillerato. Se distribuye por niveles: de 0 a 6 lo lleva parte el equipo de atención temprana y parte el equipo general. A partir de primaria, sólo el equipo general. En el instituto, de la orientación educativa se encarga el orientador del centro. El equipo de Pozuelo está constituido por 11 profesionales: cuatro de orientación educativa que son psicólogos, pedagogos y/o psicopedagogos; cuatro profesores especialistas en pedagogía terapéutica; una profesora especialista en audición y lenguaje y por último, una profesora técnico en servicios a la comunidad, con una visión más completa y amplia de actuación. Somos funcionarias de la comunidad de Madrid (Consejería de Educación) e intervenimos en Escuelas Infantiles de la red pública de manera sistemática y atendemos también casos del sector para buscar una escolarización adecuada a los niños que presenten necesidades educativas específicas.

Somos un equipo con un claro carácter preventivo, de detección precoz y de intervención lo más temprana posible. Esta característica de los equipos debe ser puesta en valor y darse a conocer como algo diferenciador, ya que la bibliografía actualmente señala que cuanto antes se realice la intervención mejor es el pronóstico de cualquiera de los trastornos que hayamos visto.

P.- ¿Cómo se pone la maquinaria en marcha cuando ven un niño con un posible trastorno?
R.- Normalmente es la propia tutora de la Escuela Infantil pública la que está viendo que hay un problema. Entonces nuestras compañeras profesoras de pedagogía terapéutica la ayudan a realizar un protocolo de observación que van haciendo en común, vamos configurando algo que sustente el poder llamar a una familia y decirle que puede que el niño presente un posible problema en su desarrollo y que podría ser conveniente una intervención del equipo de atención temprana. Los padres normalmente suelen ser conocedores. La escolarización en la Escuela Infantil pública es la acción más normalizadora y compensadora que conocemos, trabajar conjuntamente con ellas es fundamental para nosotras.

Hay que diferenciarnos de los Centros de Atención Temprana llamados de forma abreviada CAT. Esos centros hacen terapias y tratamientos específicos con los niños pero desde un punto de vista más clínico. Son intervenciones complementarias y que además procuramos que estén coordinadas.

P.- ¿Hacéis una valoración del niño cuando os llaman y un seguimiento del niño dentro del centro escolar?
R.- Efectivamente, realizamos una evaluación psicopedagógica del niño y si se determina que tiene necesidades educativas especiales realizamos un tratamiento desde un punto de vista globalizado. Las profesoras de pedagogía terapéutica y de audición y lenguaje entran en el aula donde está el niño, participan de las actividades con la tutora y el resto del grupo de la clase. Nuestra intervención está muy encaminada hacia la normalización, la integración dentro de lo que es la escuela. Tenemos la atención directa a las escuelas infantiles públicas de los municipios de nuestro sector, a las que asistimos entre dos, incluso tres veces por semana, para atender a los niños que presentan necesidades educativas especiales, donde nuestra atención al niño con necesidades se produce dentro del medio natural y en colaboración con todo el centro educativo y la familia, lo que hace que nuestra labor sea integral.

P.- ¿Cómo es el proceso de evaluación de estos niños y de qué manera se da a conocer a los padres?
R.- Cuando nos llega la familia nosotros hemos hablado ya con la tutora, con la directora del centro, con nuestra compañera que está dentro del aula. Entonces la profesional técnico en servicios a la comunidad (PTSC), acoge a la familia, ofrece orientación a los padres de adonde tienen que ir, las ayudas que hay, dónde realizar una valoración para hacer un tratamiento, etc. Es una época muy complicada para ellos, muy estresante porque están descubriendo por primera vez que pueden tener un problema importante, que no saben las consecuencias que pueda haber después. Hay que detectar cuanto antes y derivar, dar pasos y no frenarlos, en esa época hay que estar muy atentos.

P.- ¿En qué consiste ese diagnóstico?
R.- Tenemos materiales específicos, entre ellos escalas de desarrollo que miden la desviación que hay en el desarrollo del niño que nos llega en relación a los hitos evolutivos. También otorgamos mucha importancia a la observación en el medio natural del niño y a la información que aporta la familia. La entrevista familiar es muy extensa, obtenemos muchísimos datos relevantes de ellos, y ellos también necesitan hablar y ser escuchados porque lo que han hecho hasta ahora ha sido recibir mucha “información” difícil de procesar. Si el niño está escolarizado, le observamos en el patio, en la comida, en el aula, en todas las rutinas. Cuando hacemos la evaluación del niño en conjunto le conocemos, no como su familia, por supuesto, pero le conocemos mucho. Tenemos también coordinación con los CAT, incluso con los pediatras, fisioterapeutas, neurológos, etc., si es necesario.

P.- ¿Qué localidades abarcáis?
R.- Abarcamos Pozuelo, Boadilla, Las Rozas y Majadahonda. Casi 300.000 habitantes.

P.- ¿Qué recomendaríais a los padres que ven alguna sintomatología en su hijo y no quieren aceptarlo?
R.- Somos respetuosos, porque los procesos internos de aceptación de unas dificultades de un niño son complejos. Normalmente los padres agradecen tu actuación, tu intervención, tus consejos pero es verdad que hay un porcentaje que no y buscan excusas para no querer verlo. Hay padres que necesitan un periodo de adaptación y aceptación mayor que otros, y nosotros solemos ayudarles y acompañarles en ese recorrido, buscando que finalmente el niño se escolarice adecuadamente con los recursos que precise según las necesidades educativas especiales que se hayan determinado.

P.- ¿Cuál es vuestra meta u objetivo?
R.- Mi ilusión es que toda la enseñanza infantil fuera gratuita y reconocida como la etapa más importante del desarrollo del niño. Para la comunidad científica el desarrollo adecuado de los primeros años de vida son fundamentales, son en estos años donde se realizan el mayor número de conexiones neuronales, donde se establecen las formas de vinculación afectiva, aprenden a hablar, a andar, a comunicarse, a conocer el mundo, a los otros y un largo etcétera. Cualquier Estado con sentido común, por lo menos para mí, debería invertir muchísimo en esa etapa.

Texto y foto: Kathy Montero