La tradición dice que el mes de mayo es tiempo de chotis, rosquillas y toros. Como ya saben, el día quince, la capital de España celebra la festividad de su santo patrón. Este año con la solemnidad de la clausura del Año Jubilar.
– ¿Por qué el día quince de mayo se celebra San Isidro?
Porque fue el día en el que su cuerpo fue trasladado a la Iglesia de San Andrés.
-Pero, ¿quién era San Isidro?
San Isidro fue un cristiano mozárabe madrileño que continuó profesando y practicando la fe católica heredada de sus padres en la sociedad en la que vivía. Su vida fue la de un hombre sencillo y humilde, un asalariado, un pocero y agricultor, un padre de familia que nos dejó como ejemplo a seguir, su modelo de vida evangélico, de cristiano comprometido.
Isidro de Merlo y Quintana (San Isidro) nace en el Mayrit musulmán en torno al año 1082 cuando Madrid formaba parte de la taifa de Toledo del territorio dominado por Al-Ándalus. Sus padres le llamaron Isidro en honor a san Isidoro, un sabio y santo arzobispo de Sevilla de la época visigoda. Procedente de familia humilde de agricultores que trabajan en campos arrendados, le enseñaron a no ofender a Dios, a dar gran amor de caridad al prójimo y a tener un enorme aprecio por la oración, por la Santa Misa y la Comunión.
Pasó su infancia en los arrabales de San Andrés. En la zona en la que vivía era militarmente inestable por encontrarse cercana a la frontera entre los reinos cristianos y musulmanes. El emir Alí ibn Yúsuf desplegó sus ejércitos en el año 1110 por el centro de la península ibérica haciendo que la familia de Isidro se trasladara a Torrelaguna. Se empleó como peón de campo ayudando en la agricultura a D. Juan de Vargas, allí en su lugar de refugio, pasó bastantes años de su vida labrando las tierras, cultivando y cosechando durante las invasiones árabes de Madrid. Con frecuencia tenía que soportar las burlas de algunos vecinos, puesto que cada día se levantaba muy de madrugada, para no empezar su día de trabajo, sin haber asistido a la Santa Misa. Contrae matrimonio con una joven procedente de la villa de Uceda, María de Toribia (santa María de la Cabeza), donde es muy posible que, en aquel lugar, tuvieran a san Illán, su hijo.
Fue proclamado Santo en el año 1622 por el Papa Gregorio XV y para celebrar esta efeméride, la Santa Sede concedió el pasado año 2022 a la Archidiócesis de Madrid un Año Jubilar para conmemorar el 400 aniversario de su canonización.
Entre la ruta jubilar, se han realizado numerosas celebraciones religiosas y culturales. La más particular fue la apertura de la urna donde reposan sus restos, para que así los fieles pudiéramos rezar ante el sepulcro que contiene el cuerpo incorrupto del Santo. Es algo que sólo se hace en ocasiones muy especiales, una o dos veces al siglo como mucho. La última vez que se abrió, ocurrió en 1985 en el centenario de la Diócesis de Madrid. El cuerpo de San Isidro se encuentra momificado desde su muerte en el año 1172, siendo una de las reliquias más antiguas e importantes de la Capital. Fue conservado en la parroquia de San Andrés, en la Capilla del Obispo y en la Real Capilla de San Isidro. En el año 1769 fue trasladado por Real Decreto de Carlos III al altar mayor de la Real Colegiata de San Isidro, junto con las reliquias de su esposa Santa María de la Cabeza, desde entonces y hasta la actualidad se venera en el retablo del Altar Mayor de la Colegiata de San Isidro de Madrid.
A mediados del siglo XX Pozuelo de Alarcón gozó de una hermandad en honor a este Santo que nació y vivió potenciada por el gran número de trabajadores del campo que habitaban nuestro pueblo en aquellas fechas. Por circunstancias, como muchas otras tradiciones, se perdió en el tiempo.
Un grupo de pozueleros, animados por la fe y el amor a la historia de Pozuelo, tomamos la decisión de rescatar del olvido aquella vieja hermandad y así poder recuperar una de nuestras más castizas tradiciones, realizar culto público a San Isidro, patrón de Labradores y Ganaderos.
Fueron muchos los vecinos que avalaron la bienaventurada idea. Destacar la protección y la gran ayuda que prestó y sigue haciéndolo, la Real, Muy Ilustre y Primitiva Congregación de San Isidro de Naturales de Madrid, el apoyo incondicional de nuestro Reverendo Padre D. Mario Palacio Gayoso, actual Párroco de la iglesia Asunción de Nuestra Señora de Pozuelo de Alarcón, el amparo de las entidades municipales: la Congregación de Nuestra Señora de la Consolación que protege la devoción hacia nuestra Patrona y Alcaldesa, la Hermandad del Glorioso San Sebastián que es la fraternidad más antigua de Pozuelo y la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, que rinde culto a la archiconocida devoción almonteña en nuestro municipio.
Gracias a todo el apoyo recibido y al duro trabajo de todos, el lunes 18 de julio de 2022, el Cardenal-arzobispo, D. Carlos Osoro, la Cancillería del Arzobispado de Madrid y la Conferencia Episcopal Española, aprobaron los estatutos, de lo cual, para la iglesia católica, pasábamos a ser formalmente una hermandad refundada. Desde ese día, Pozuelo de Alarcón recuperó una tradición que nunca debió perderse.
Hoy día, los que aquí estamos, tenemos el deber y la obligación de seguir trabajando en promover las tradiciones y costumbres de nuestro municipio. Porque el respeto a las tradiciones nos lleva a la raíz para seguir mirando hacia el futuro, creando vanguardias, cuidando lo que hemos heredado y empleándolo como trampolín para crear más cultura y entregándoselo a aquellos que están por venir. Por ello, os invito a que asistáis a los actos en honor a San Isidro, que la Hermandad de San Isidro Labrador de Pozuelo de Alarcón ha preparado con muchas ganas e ilusión los días 13 y 14 de mayo.
Mis queridos paisanos, solo me queda deciros ¡Viva San Isidro! y ¡Viva Pozuelo de Alarcón!
Texto: Alberto García Cosía Fotos: Cedidas por la hermandad
