
Javier Sánchez Jiménez ‘Grisom’
La ciudad de Valladolid se prepara para vivir un fin de semana histórico para el rugby español. La coincidencia de dos grandes eventos —la final de la Copa del Rey de Rugby y el Campeonato de España de categorías sub-6, sub-8 y sub-10— convierte a la capital castellanoleonesa en el epicentro nacional de este deporte. Esta singular coincidencia no sólo supone un despliegue logístico notable, sino que también representa una oportunidad única para fomentar el espíritu del rugby desde la base hasta la élite.
El estadio José Zorrilla, habitual sede del Real Valladolid de fútbol, será el escenario de la final de la Copa del Rey de Rugby, uno de los partidos más esperados del calendario oval. Enfrentará a dos equipos vallisoletanos: el Club de Rugby El Salvador y el VRAC Quesos Entrepinares.
El Salvador llega a la final tras vencer al Barça Rugby por 13-29 en semifinales, mientras que el VRAC superó al Silicius Alcobendas Rugby con un marcador de 16-24 . Su enfrentamiento promete ser un espectáculo de gran nivel para los aficionados al rugby.
Este encuentro también será un escaparate de primer nivel ante miles de aficionados. La atmósfera promete ser vibrante, como ya ocurrió en ediciones anteriores celebradas en el mismo estadio, que ha llegado a acoger a más de 25.000 espectadores en ocasiones pasadas.
Al mismo tiempo, durante ese mismo fin de semana, se celebrará en los campos de Pepe Rojo el Campeonato de España de Rugby de categorías sub-6, sub-8 y sub-10. Se espera la participación de más de 3.000 niños y niñas procedentes de clubes de toda España, acompañados por entrenadores, familiares y aficionados. Este evento, además de ser una celebración del deporte base, tiene un enorme valor formativo y social, y se ha consolidado como uno de los encuentros más multitudinarios del rugby infantil en el país.
Valladolid no es una ciudad cualquiera en lo que respecta al rugby. Con dos clubes históricos como el VRAC Quesos Entrepinares y El Salvador, y una afición apasionada, la capital pucelana ha demostrado en múltiples ocasiones su capacidad para organizar eventos de gran envergadura. La celebración simultánea de estos dos eventos refuerza aún más su papel central en el panorama rugbístico nacional.
Desde el punto de vista organizativo, la coincidencia de fechas representa todo un reto. A nivel logístico, se movilizarán decenas de voluntarios, cuerpos de seguridad, personal sanitario y técnicos para garantizar el correcto desarrollo de ambos eventos. Sin embargo, también supone una oportunidad sin precedentes: unir en un mismo espacio y tiempo el presente y el futuro del rugby español.
Para los niños y niñas que participan en el campeonato sub-6, sub-8 y sub-10, poder estar en la misma ciudad y en el mismo fin de semana que los jugadores que disputan una final nacional es una experiencia inolvidable. Muchos de ellos acudirán como público al estadio José Zorrilla, viendo en directo a los jugadores que hoy admiran como ídolos. Este tipo de vivencias son fundamentales para inspirar vocaciones deportivas y consolidar la práctica del rugby desde las edades más tempranas.
Las familias, por su parte, podrán disfrutar de un ambiente festivo, con actividades paralelas, zonas lúdicas y propuestas gastronómicas, en una especie de feria del rugby. La convivencia entre jugadores de todas las edades, entrenadores, árbitros y aficionados crea un tejido humano y emocional que va mucho más allá del deporte en sí.
La coincidencia de estos eventos manda un mensaje claro: el rugby español está creciendo, y lo hace con una base sólida y una estructura cada vez más profesionalizada. Desde los pequeños que aprenden a pasar el balón ovalado hasta los jugadores que se juegan un título nacional, todos forman parte de una misma cadena.
Además, la visibilidad que ofrece la final de la Copa del Rey —que contará con retransmisión televisiva nacional y cobertura mediática— puede ayudar a dar mayor proyección a los esfuerzos que se realizan en las categorías inferiores. Mostrar que el rugby es más que un deporte de contacto, que es también un espacio de valores, respeto y comunidad, es una tarea que se refuerza con eventos como estos.
La coincidencia de la final de la Copa del Rey de Rugby y el Campeonato de España de categorías sub-6, sub-8 y sub-10 en Valladolid no es solo una casualidad del calendario, sino una oportunidad estratégica para consolidar la cultura del rugby en España.