Blanca Esteban Luna,
Seguridad Alimentaria (Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten)

Una vez que el celíaco es diagnosticado y se informa sobre la dieta sin gluten, seguir la misma en casa es muy sencillo, sin embargo, una de sus mayores preocupaciones es tener que salir a comer fuera de casa, y de hecho en muchos casos evitan hacerlo, ya que no confían en que en los restaurantes les vayan a preparar su comida con la seguridad y cuidados necesarios. Por eso, desde la asociación queremos ofrecerte unas recomendaciones básicas para que puedas disfrutar de una comida fuera de casa con tranquilidad:

  1. Reserva, aunque no sea necesario. Llama y avisa de que acudirá una persona celíaca. Con una simple llamada puedes obtener mucha información y ver si el establecimiento desconoce totalmente el tema o no.
  2. Una vez en el establecimiento, di que eres celíaco. Aunque sea un restaurante con acuerdo de colaboración con la Asociación, es importante que lo digas. Nos han llegado casos de personas que creían que con pedir los platos marcados sin gluten era suficiente, pero siempre hay que avisar. Si no avisamos, no pondrán en marcha su procedimiento sin gluten, por lo que no prepararán aparte la comida sin gluten, usarán los mismos utensilios…
  3. Mira positivamente la carta. Si no hay carta sin gluten, elige preparaciones sencillas: ensaladas, verduras salteadas, revueltos, carnes y pescados a la plancha, al horno (sin salsas)… Intenta evitar fritos, guisos, platos con salsas o muy condimentados.
  4. Habla con el responsable, pregúntale si el plato que has elegido tiene algún ingrediente de los que no puedes tomar y si te lo pueden hacer aparte con utensilios limpios. No se trata de interrogar ni de atosigar. Si preguntamos con buenas formas, nos atenderán con amabilidad y si hay algún detalle que el camarero desconoce (por ejemplo, si trae los cubiertos en la cesta del pan) no te enfades y explícale cómo debe hacerlo. Así lo aprenderá para la próxima ocasión.
  5. Si el plato elegido contiene gluten, pregunta si te lo pueden adaptar y, si no es posible, elige otro plato.
  6. El hecho de que desconozcan el tema no significa que no puedas comer en el establecimiento. ¡Dales una oportunidad! Con unas pautas sencillas, en la mayoría de los restaurantes te podrán atender. Además, ayudarás al establecimiento a sensibilizarse con nuestro colectivo y a otros celíacos que acudan después.
  7. Una vez que el responsable te confirme que te pueden preparar lo que has solicitado, confía, estate tranquilo y ¡disfruta la comida! Es importante que no llevemos la idea preconcebida de que lo van a hacer mal.
  8. Si en algún establecimiento te indican que sintiéndolo mucho no te pueden preparar nada con garantías, no te enfades, seguramente te están haciendo un favor, pues cada cocina tiene unas particularidades. Así, por el tamaño e ingredientes utilizados en las mismas, no siempre es posible evitar la contaminación cruzada (muy habitual en pizzerías, establecimientos especializados en rebozados, etc.) Así que, en ese caso, busca otro restaurante.
  9. Si finalmente la experiencia es positiva, informa a la Asociación para que contactemos con el establecimiento y lo incluyamos en nuestros listados. Si, por el contrario es negativa, también es útil que nos lo comentes por si necesitan formación para atender a otros clientes celíacos.

Si aún así necesitas ayuda, puedes descargarte nuestra App sinGLU10 donde encontrarás un listado con más de 3.900 establecimientos con opciones sin gluten.