Elena Rodríguez Tato / Directora de equipo Begara Luxury Real Estate

Los métodos constructivos y la utilización de materiales ecológicos permiten un efectivo aislamiento, minimizan el efecto del frío, del calor que ya lo tenemos aquí, y del ruido con un importante ahorro energético.

La arquitectura, la herramienta más eficaz para un óptimo aislamiento
Una vivienda ha de ser un espacio confortable, protegida de cambios súbitos de temperatura, de la humedad y de la contaminación acústica, tema que a veces queda relegado por el protagonismo del aislamiento térmico. De poco sirve la instalación de aparatos de aire acondicionado o sistemas de calefacción si el calor o el frío se cuelan a través de puertas, ventanas, techos o tabiques. Un aislamiento defectuoso acaba con la confortabilidad y supone una importante pérdida económica.

Espacios tranquilos y muy relajados
Un espacio bien aislado también debe estar protegido de la contaminación acústica. Reducir decibelios para minimizar el ruido exterior o interior es necesario. Los máximos permitidos nunca deben superar 10 a 20 bB.

Materiales silenciosos
Los pavimentos flotantes, que incluyen un aislante sobre el forjado, evitan trasladar las vibraciones exteriores. Los tabiques también han de disponer de junta elástica en su nexo con la estructura del edificio. Es importante incidir en cubiertas, fachadas y ventanas.

Para aislar eficazmente un espacio contra los agentes atmosféricos, el ruido o las vibraciones es necesario analizar, de la mano de un experto, las características de las distintas estancias. Si es posible, éste se ha de incluir en la misma estructura del edificio y los objetivos prioritarios deben ser techos, paredes, buhardillas, desvanes y ventanas. En nuestro país, más de la mitad de los edificios carecen de la protección adecuada ya que la envolvente térmica no ha sido nunca una gran prioridad. Los expertos aseguran que la instalación de aislantes complementarios, una vez construida la vivienda, no es tan compleja y la inversión se recupera entre 5 y 7 años, gracias al ahorro energético.

Grado de confort térmico
Con un correcto aislamiento de las ventanas y los cerramientos se obtiene una temperatura interior de confort óptima, sin oscilaciones. Las ventanas son un elemento importante a la hora de obtener un óptimo aislamiento. Aunque en el mercado existen infinitas alternativas es necesario el consejo de un buen profesional.

Por ello es imprescindible que la perfilería que se instale incluya rotura de puente térmico (sistema mediante el cual se evita el contacto entre la cara interna y la cara externa de la carpintería). Otra de las muchas ventajas de este sistema es la desaparición del efecto condensación.

La orientación de la vivienda es fundamental para evitar cambios bruscos de temperatura y optimizar el aislamiento. Existen en el mercado diferentes series de puertas y ventanas que incorporan rotura de puente que ahorra calefacción y aire acondicionado, y productos de protección solar que reducen eficazmente la incidencia del sol en la fachada y, por lo tanto, el aumento de temperatura en las estancias inferiores del edificio minimizando todo el consumo energético.

Uso de los aislamientos ecológicos
Existen diversas soluciones para aislar techos y paredes cuando dejan traspasar ruido, frío, calor, humedad o incluso condensación. Una casa sin aislamientos pierde hasta un 33% de calor solo por las paredes. Lo mejor es aislarlas a través del exterior con materiales como el hormigón celular revestido con pinturas que refractan la luz. También son interesantes las cubiertas vegetales. Para el interior se pueden utilizar paneles tipo sándwich que combinan distintos materiales y grosores, o planchas de poliestireno, fibra de vidrio, lana de roca o materiales ecológicos como el vidrio celular, un material ligero que se emplea en cubiertas y se fabrica con vidrio reciclado, el cáñamo, la arlita o el lino.

A través de suelos y techos se pierde mucho poder calorífico y son siempre necesarios los aislamientos. Panelar un techo con madera es una alternativa, así como cubrir el suelo con tarima.

Elegir un pavimento que proteja y aísle es una apuesta ganadora. Se pueden evitar las pérdidas de frío y de calor optando también por determinados tipos de pavimentos.

La madera: los cálidos suelos de madera y parqué disponen de un gran poder aislante que depende del grosor de la lámina y de la dureza de la misma. Las más duras y resistentes al frío o calor son el roble, el haya o el merbau.

PVC y vinilos: también son muy aislantes los pavimentos de laminados sintéticos, vinilos, PVC o de corcho. Sea cual sea el suelo elegido se ha de colocar una base protectora debajo del pavimento para aislar mejor. Los más habituales son los aislantes plásticos, de corcho y los aglomerados de madera.