Un tipo sencillo, cercano, que disfruta de las cosas más simples, que encara la vida con optimismo y con una gran sonrisa en su cara. Para él sus dos familias son importantes, la personal y la artística, y las ha sabido compenetrar de forma brillante en su última obra de teatro ‘Post!’ Un canto a la esperanza, al amor, a la amistad, en esta realidad tan peculiar que estamos viviendo donde nos saca una carcajada a la vez que nos hace pensar en los valores realmente importantes de esta vida.
“Soy muy feliz, sin aspavientos. Me gusta mucho esa expresión”
Pregunta.- ¿Qué es lo que más te atrae del mundo del espectáculo?
Respuesta.- Eso que dicen “me ha elegido la profesión”, bueno pues a mí no me ha elegido, es que yo soy así, en mi vida cotidiana canto, en mi vida cotidiana cuando cuento una historia la explico de una forma muy extrafalaria, entonces creo que mi profesión soy yo. Cuando vi las asignaturas que existían en Arte Dramático dije “esto es un regalo”. No me veo haciendo otra cosa.
P.- ¿Qué medio te llama más la atención: teatro, televisión, cine, subirte a un escenario a cantar…?
R.- Quizás con el que más disfruto es con la música porque es el que menos profesionalizado tengo, es un poquito más hobbie y por ahora no tengo una exigencia detrás de, tienes que hacer esto, esto y esto. Disfruto mucho cantando, es apasionante y te libera mucho. Luego, entre los demás, no podría escoger porque cada uno tiene algo que no tiene el resto. Cuando llevo dos obras de teatro seguidas, me digo, voy a parar un poquito y a ver si sale otra cosa, un programa de entretenimiento, una peli…Cuando estoy mucho tiempo en un género intento cambiar a otro.
P.- Acabas de estrenar Post! en el teatro Príncipe Gran Vía, ¿cómo la definirías?
R.- Para mí Post! es una historia paralela a la que hemos estado viviendo desde el confinamiento. La historia de unos artistas que se han quedado sin trabajo porque obviamente, casi todos nos quedamos en su momento sin trabajo, sin ayudas, sin vivienda y ¿qué hacen? Pues se van a vivir a un teatro. Allí encerrados preparan un espectáculo para que cuando se abran las puertas tener un pan debajo del brazo y que la gente tenga el entretenimiento, que seguro va a necesitar después de tanta información maligna.
P.- Tu padre, Miguel Soto, participa en esta obra ¿cómo es tu relación y qué es lo que aprendes de él?
R.- Lo más bonito de mi padre es que él es como es, un ser maravilloso con sus defectos y con sus virtudes, honesto y buena gente. Mi madre falleció hace casi un año y pienso ¡joder!, se han quedado muchas cosas en el tintero. Con mi padre creo que no me va a suceder, quiero aprovecharlo y exprimirlo al máximo posible, soy muy feliz sin aspavientos, me gusta mucho esa expresión.
Me gusta ser feliz, solucionar los problemas, no quedarme en ellos, ver las cosas positivas y la verdad es que mi padre y yo sabemos hacerlo. No necesitamos nada especial para ser felices, ver un documental de rinocerontes juntos y descojonarnos con eso ya somos felices. Él vive en Águilas, en Murcia y cuando surgió esta obra dije, “¡ostias lo voy a volver a tener cerca, va a ver más a su nieto! Tener a mi padre a mi lado es un regalazo que me estoy haciendo y que él se está haciendo a sí mismo porque nos queremos muchísimo. Nos tenemos mucho, mucho cariño.
P.- Es la cuarta obra de teatro que escribes, ¿te atreverías a ponerte detrás de las cámaras?
R.- Me apetece muchísimo, de hecho en esta obra como soy autor y el director es muy amigo mío, hemos compartido un poco y me he metido en dirección, era inevitable ya que al haberla escrito sabía muy bien las intenciones que quería destacar. A veces he llegado a pensar: “¡Joder me encantaría no tener el peso de la actuación y centrarme en lo otro!”, pero es que como me gusta tanto actuar… De momento no, pero llegará seguro porque lo llevo muy dentro también.
P.- ¿Has sacado provecho al confinamiento?
R.- Muchísimo, me he escrito una peli, esta función, he aprendido a montar vídeos, a sacarle mayor partido a la cámara de fotos que la tenía un poco olvidada, me he puesto con el Logic a hacer música, en fin, una barbaridad.
P.- ¿Cómo ves la situación actual de la cultura? No sé si quieres reivindicar algo.
R.- Simplemente los datos hablan, no ha habido ningún contagio en ningún teatro. Que es seguro ir al teatro, está claro estadísticamente, no es una opinión. Es un gremio bastante sacudido. Si yo salgo a la palestra diciendo que es injusto lo que se hace con la cultura, se me van a tirar encima y no entiendo el por qué. Vivimos de esto, pero parece que si lo dice un artista, no es creíble porque muchos pueden pensar que estamos forrados y nadamos en la abundancia, y no es así. Para empezar, no todos los artistas estamos forrados porque no trabajamos todos los días del año, y esto, algunos no lo entienden.
Y, por otro lado, hay mucha gente que vive de este trabajo, no sólo somos los actores, todos los técnicos que están aquí, si el teatro está cerrado, no tienen para comer. Creo que eso no se entendió en su momento, hemos intentado contarlo y apoyar a nuestros compañeros. Ésta es una profesión como muchas otras. Igual que muchos gremios cuando hablan de sus problemas, yo lo escucho, lo entiendo y me da pena, por qué cuando tú intentas contar que también lo estamos pasando mal aquí, dicen ¡venga tío! O nuestro ministro cuando dice que la cultura es secundaria. No caballero, necesitamos seguir trabajando o recibir una ayuda.
Pero no quiero subrayarlo, porque hay muchísimos gremios que están igual o peor, creo que es una situación muy común y que en ningún sector hay que decir, éstos no, éstos sí, todos nos merecemos una ayuda y una comprensión.
P.- ¿Qué sueño tienes pendiente por hacer en algún momento de tu vida?
R.- Hay uno muy loco que es verme en un espacio enorme, rollo WiZink Center, cantando canciones propias, con el público cantando una canción tuya. ¡Eso tiene que ser una experiencia brutal! Me flipa la música y hacerla. ¡Ostias esto no sé yo si va a llegar algún día! Por ahora creo que no, aunque no parece que sea imposible, pero el mundo de la música es muy complicado. Sueños más cercanos, pues igual que ha visto la luz esta obra de teatro, que salgan también proyectos de serie o películas que tengo escritas en el campo de la ficción audiovisual. Hacer una serie o película propia sería muy bonito.
Texto: Kathy Montero Foto: Alberto Frías