Es recomendable utilizar protectores resistentes al agua
Por fin llega el sol y estamos deseando salir a la calle a disfrutar del buen tiempo, o incluso hacer escapadas a la playa.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y debemos cuidarlo. Por ello, debemos saber que el sol es necesario, ya que nos proporciona vitaminas A y D que sirven para fijar el calcio en nuestros huesos y aumentan nuestro nivel de endorfinas. Pero también debemos proteger nuestra piel debidamente para obtener los beneficios que el sol nos ofrece y evitar sufrir sus daños.
La radiación ultravioleta es la responsable de causar estos daños. Y dentro de ella encontramos dos tipos:
Rayos UVA, penetran en las capas más profundas de la piel, y son los responsables del envejecimiento prematuro de la piel y aumenta el riesgo de aparición de melanomas.
Rayos UVB, son más superficiales, y son los causantes de las quemaduras solares, además de aumentar el riesgo de aparición de melanomas o cáncer en la piel.
Debemos saber que el SPF, o índice de protección solar en la piel, es necesario utilizarlo a diario, ya que las nubes dejan pasar el 80% de radiación solar, por lo que hasta en días nublados es necesario utilizarlo.
El protector solar debe aplicarse unos 30 minutos antes de la exposición al sol, y repetir la operación cada 2 horas aproximadamente en días de alta radiación.
Es recomendable utilizar protectores resistentes al agua, pero aun así es recomendable repetir la operación una vez nos hayamos bañado, y sobre todo en caso de que hayamos sudado.
La crema solar será siempre el último cosmético que utilicemos, ya que si ponemos algo después la crema perderá su efectividad. Es decir, primero ponemos la hidratante, y luego el protector solar.
Si vas a maquillarte, una buena opción es utilizar un protector solar con color, puedes adquirirlo en la farmacia, y hay de distintos colores y coberturas.
Según tu tipo de piel y el tiempo y nivel de exposición solar, debes elegir un SPF mayor o menor, variando entre el 15, para una leve exposición si tu piel está ya bronceada. Un 30, si tu bronceado va creciendo gradualmente y vas a exponerte al sol, y un 50 si tu piel está sin broncear y vas a estar bajo el sol.
El número de SPF es un factor que marca el tiempo, es decir, un índice 15 indica que tu piel puede estar expuesta al sol sin quemarse 15 veces más tiempo que sin bronceador.
El protector real más alto es el 50. Por encima de esto, el aumento no es significativo y probablemente el precio sea más costoso.
Cuando compres un protector solar debes fijarte que sea apto para UVA y UVB, y que no lleve perfume, ya que éste último puede producir la aparición de manchas en tu piel.
Evita la exposición directa entre las 11 y las 16 horas y si no te es posible utiliza índices altos de SPF.
En niños es desaconsejable que el sol les dé directamente en la piel. No obstante puedes protegerles además de con la crema solar (que debe ser en loción mejor que en spray, ya que pueden inhalar producto y no es tan fácil de extender uniformemente), utilizando prendas de vestir, gorras y gafas de sol.