Castillo de Villaviciosa de Odón

Estuvo preso el mismísimo Godoy

Luis Andrés Domingo Puertas. Historiador y arqueólogo

La región de Madrid, tierra históricamente castellana, conserva un importante elenco de fortificaciones y construcciones defensivas de diferentes periodos históricos y tipologías diversas. Uno de los castillos mejor conservados se ubica en Villaviciosa de Odón y cuenta con una dilatada historia en la que se entremezclan acontecimientos de importancia con transformaciones de forma y uso que han dejado su impronta en la construcción que hoy podemos apreciar.

Su edificación primitiva se remonta al último tercio del siglo XV y tuvo como objeto servir a la defensa de los territorios asignados a los Marqueses de Moya, Andrés Cabrera y Beatriz de Bobadilla, a los que pertenecía la Villa de Odón. Poco sabemos de este primitivo castillo que, además, fue prontamente arrasado, en 1521, por los comuneros segovianos de Padilla, dado que el Marqués de Moya, por aquel entonces Pedro Fernández de Bobadilla, era acérrimo partidario de Carlos V, de quien unos años antes había recibido el título de Conde de Chinchón. Los territorios de la Villa de Odón habían pasado pues a la categoría de condado.

Izq.: acceso al piso superior. Centro: interesante exposición del Ejército de Aire. Dcha.: entrada al patio de armas.

Fue Diego Fernández de Cabrera, III Conde de Chinchón y valido de Felipe II, el que, más de medio siglo después, ya en 1582, promovió la reconstrucción del castillo, cuyas obras fueron dirigidas por el célebre arquitecto Juan de Herrera, si bien hay que decir que, sobre esto último, no existe consenso entre los historiadores. Es probable que, en la reconstrucción, se respetasen las formas cuadradas de la antigua torre del homenaje, situada en el extremo noreste, transformando el resto con la edificación de tres potentes torreones cilíndricos situados en las tres esquinas restantes y conformando cuatro alas que delimitan el patio de armas porticado con arquerías de medio punto sobre pilares.

Ya entrado el siglo XVIII, en 1738, el rey Felipe V adquirió el condado de Chinchón y el Castillo quedó en su poder. Pero poco después, título y castillo pasaron a manos del Infante Don Luis, hermanastro de Fernando VI. En este momento, se le encarga al arquitecto Ventura Rodríguez la restauración y acondicionamiento de la fortaleza, con el fin de adaptarla a un uso más recreativo y residencial, dada la afición del Infante a frecuentar este castillo y el entorno de Villaviciosa de Odón. Un hecho destacable es que, en agosto de 1758, el rey Fernando VI, muy afectado por la muerte de su esposa, Bárbara de Braganza, se retiró a vivir en esta fortaleza hasta su muerte. También es reseñable el uso de este castillo como lugar donde estuvo preso el mismísimo Manuel Godoy, el que fuera favorito de Carlos IV, tras caer en desgracia en 1808, después de separarse de María Teresa de Borbón, Condesa de Chinchón, y de producirse el motín de Aranjuez.

Diferentes dependencias del castillo.

Tras el recurrente uso del castillo por los Borbones en el siglo XVIII, durante la siguiente centuria, sufrió periodos de desuso y abandono, alternos con etapas en las que se le destinó a otros fines. Así, por ejemplo, en 1846, tras la creación de la Escuela de Ingenieros de Montes, el castillo y la finca que lo rodea sirvió de sede a esta institución, pero en 1886, la fortaleza volvió a tener un uso militar, sirviendo por un tiempo de ubicación al Colegio de Educandos del Cuerpo de Carabineros. Durante muchos años, fue destinado a los usos más peregrinos, como granero y casa de labradores y, ya en la Guerra Civil, como cuartel de tropas.

Su uso definitivo le vino dado tras su adquisición por parte del Estado en 1965. Después de una completa restauración, fue finalmente acondicionado en 1972 para albergar los fondos y servicios del Archivo Histórico del Ejército del Aire. Hoy en día, este imponente castillo, que preside la población de Villaviciosa de Odón, es además uno de los más importantes bienes del Patrimonio Histórico de la localidad. Un buen motivo para acercarse a conocerla.