Boadilla del Monte y Pozuelo de Alarcón son los dos municipios de la zona Noroeste de Madrid que, en la actualidad, pueden presumir de tener dos equipos de Rugby que defienden los colores de su localidad. Pozuelo cuenta con los clubes Olímpico y C.R.C y Boadilla del Monte lo hace con el Tasman y con el MAD. Esta dulce competencia entre los cuatro clubes es del siglo XXI, porque durante los inicios de este deporte en la provincia de Madrid en el siglo XX, sólo tenía su sede en Pozuelo el Club Olímpico de Rugby.

Desde que en 1911 se jugó el primer partido en La Coruña entre las tripulaciones de dos barcos ingleses, el rugby ha tenido un crecimiento sostenido pero muy lento, comparado con otros deportes de equipo, encuadrándose casi en exclusiva como deporte universitario durante muchos años.

Aunque la competición se ha mantenido desde 1925-26 cuando se creó la Real Federación Española de Rugby y se puso en marcha la Primera Copa del Rey, llamada Campeonato de España, las ligas entendidas como “todos contra todos” tardaron en llegar y no fue hasta los años 70 en los que se consolidó definitivamente el campeonato de Liga dividido en diferentes categorías.

En Madrid, la tradición de rugby se generaba alrededor de las Universidades, Colegios y Clubes polideportivos destacando la Escuela de Arquitectura, el SEU, Colegio Liceo Francés, Colegio Mayor Cisneros y el Club Natación Canoe. Los clubes de fútbol apostaron también en sus principios por el rugby y Real Madrid C.F y Atlético de Madrid C.F. también tuvieron sección de rugby con peso específico y obtuvieron títulos nacionales, aunque sin terminar de instalarse definitivamente, como sí lo hizo el F.C. Barcelona en Cataluña.

En 1963 nace el Club San Antonio con jugadores que pertenecían al barrio entre San Antonio de la Florida y el Puente de los Franceses. El año siguiente adoptó su nuevo nombre de “Olímpico 64”, parece que por coincidencia con los juegos de Tokio y no fue hasta el año 1976 cuando recalaron en su actual ubicación de Pozuelo. Allí han ido incorporando sucesivas generaciones consiguiendo hacerse con la Copa del rey en 1986/87 y militar el año siguiente en División de Honor, granjeándose el respeto de todos los equipos madrileños y nacionales y consiguiendo múltiples títulos en categorías inferiores hasta el año 2000.

El único representante de nuestra zona en el rugby madrileño en el siglo pasado fue por tanto el Olímpico de Pozuelo. A partir del año 2000 el crecimiento del rugby en la zona y en todas las demás zonas de Madrid ha sido exponencial.

Los valores del rugby a nivel individual y colectivo, el respeto a la figura del árbitro y la honestidad y generosidad en el esfuerzo del jugador en beneficio del grupo son el verdadero capital de este deporte que, a diferencia de los demás deportes de equipo de práctica tradicional en España, está siendo descubierto casi a diario. Hasta hace pocos años el rugby sólo se televisaba en la época del torneo de las IV, V ó VI Naciones. Los campeonatos de categorías inferiores juntaban a unas pocas decenas de niños; ningún colegio tenía entre sus actividades extraescolares la práctica del rugby; las divisiones regionales tenían una categoría o, como mucho, dos. Jamás aparecía una noticia de rugby en portada de un diario deportivo. En fin seguía siendo un deporte maravilloso, circunscrito a la práctica de los universitarios y algún que otro club de Fútbol, con división de rugby o un grupo de “locos” muy simpáticos, eso sí. En el siglo XXI, afortunadamente esto ha cambiado y, en nuestra zona, ¡¡de qué manera!!