Luis Andrés Domingo Puertas / Historiador y arqueólogo

La claridad cansada de aquella mañana de diciembre de 1771 empañaba la sala desde los ventanales. Junto a la chimenea, Luigi Boccherini se abstrae un momento mientras sostiene el violoncelo, apoyado contra su pecho. Se afana en componer un nuevo pasaje en la melodía de uno de los nuevos quintetos para cuerda que le ha encargado su mecenas y dueño de aquel hermoso palacio situado en Boadilla del Monte, el infante Don Luis, hermano del rey Carlos III. Por un instante, sus ojos se iluminan como la claridad de la ventana y, súbitamente, se inclina para escribir las notas que ya suenan en su cabeza. Vuelve a tomar el instrumento y hace vibrar de nuevo la madera, encendiendo el aire con la música que ahora se acolcha contra las paredes decoradas con aquel lujoso mobiliario de estilo neoclásico.

Compositor y virtuoso de Cámara del infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio, Luigi Boccherini fue uno de los músicos más prolíficos y celebrados de la segunda mitad del siglo XVIII, si bien se le conoce popularmente, sobre todo, por ser autor de una de las obras que más fama alcanzaron en el Madrid ilustrado y cortesano del momento, La Musica Notturna delle Strade di Madrid, compuesta alrededor de 1780. Sin embargo, pocos saben que este célebre compositor de origen italiano residió, entre 1770 y 1776, en el palacio que el infante mandó construir en Boadilla del Monte, una joya arquitectónica del neoclasicismo proyectada por el también célebre arquitecto Ventura Rodríguez.

Capilla con cúpula y arcos.

El infante se había hecho con el señorío de Boadilla en 1761, y decidió engrandecer el Palacio de las Dos Torres, antigua residencia del marquesado, aprovechando la estructura preexistente para construir un imponente y elegante edificio adaptado a la moda del momento y a su propio rango. El proyecto del nuevo palacio fue encargado a uno de los mejores arquitectos del momento, Ventura Rodríguez, que comenzó su construcción en 1763. Tal fue la velocidad con la que se ejecutaron las obras que, en 1765, estaban prácticamente concluidas, como muestra la inscripción conmemorativa colocada en la fachada principal. Desde esa fecha hasta 1776, el palacio fue la residencia principal del infante don Luis y durante ese periodo fue cuando Luigi Boccherini tuvo aquí su residencia bajo la protección del infante y donde compuso algunas de sus obras.

De estilo neoclásico y construido con ladrillo rojo y piedra, el palacio presenta planta rectangular con la fachada principal orientada al Noroeste. Se estructura en tres cuerpos principales con tres alturas, a los que se suman dos cuerpos de una sola altura que cierran los dos lados. El conjunto está coronado por dos pequeños torreones que destacan sobre las cubiertas recordando la disposición del antiguo Palacio de las Dos Torres.

Jardines.

Las dos fachadas principales están proyectadas sin relieve, salvo las portadas, los frontones y la cornisa que remata el edificio que oculta la cubierta. La portada central está decorada con columnas toscanas y sobre ella se eleva un balcón con columnas jónicas y un frontón semicircular. Las restantes portadas, ubicadas en los laterales, están también presididas por balcones con frontones triangulares. A diferencia de la austeridad de las fachadas del exterior, el interior destacaba por la suntuosidad de sus salas y aposentos, y es especialmente visible en la capilla.

El conjunto palaciego se enmarca dentro de un amplio espacio ajardinado que responde a un diseño de clara influencia italiana que se extiende al pie de la fachada meridional del palacio y se distribuye en dos áreas bien diferenciadas, el jardín alto y el jardín bajo.

En el siglo XX, durante la Guerra Civil, la construcción sufrió daños considerables, además de la pérdida de numerosas obras de arte, pero en 1974, fue declarado Monumento Nacional, siendo expropiado en 1998 por el Ayuntamiento de Boadilla del Monte. Visitar este palacio es vivir la experiencia de viajar en el tiempo hasta el lujo palaciego del siglo XVIII y, si uno cierra los ojos, puede escuchar la elegancia en los acordes de la música de cámara del maestro Luigi Boccherini.

Capilla, habitación de la condesa de Chinchón y salón de música. (Fotos cedidas por el Ayuntamiento de Boadilla del Monte)