Desde el año 1975 decorando fachadas de casas y negocios

Casi cuarenta y cuatro años lleva el negocio de Jesús Martín funcionando en la localidad de Pozuelo. Desde el principio compaginó la instalación de toldos con la decoración de terrazas y porches con muebles de caña y mimbre. Nadie de su familia pertenecía a este ámbito pero él comenzó con determinación ya que según nos comenta Jesús padre “había que intentar salir adelante y ganar dinero”.

El local, ubicado en la calle de Nuestra Señora de la Consolación, número 9, sigue dando el mejor servicio a los clientes y ha ido evolucionando con el tiempo ya que la automatización de los toldos y la introducción de la domótica, ha hecho que Jesús Martín también se adaptara a las nuevas tecnologías, “es una evolución normal, cualquier toldero ha tenido aprender y más cuando se necesita”.

Actualmente Jesús se ha retirado y nos dice que lo que más le ha gustado de este negocio, que ahora lleva su hijo, es “lógicamente todo porque no he trabajado en otro sitio que no fueran los toldos y me ha dado todo lo que tengo. Me ha gustado mucho estar con la gente, intentar aprender siempre y sobre todo mantener una familia, que creo que lo he hecho bien”.

Izq.: La Toldoteca en los inicios de su apertura, 1975. Centro: La Toldoteca en el año 1982. Dcha.: La Toldoteca de Pozuelo de Alarcón
en los 90.

Han pasado la crisis más o menos bien porque, aunque la burbuja inmobiliaria afecta a este tipo de negocios al no haber construcción nueva en la que instalar toldos y decorar terrazas, Toldoteca cuenta con clientes de siempre desde el 75 y “son clientes incondicionales que no te dicen: “quiero que me des un precio para poner un toldo” sino que te dicen “oye Jesús vete a casa, mides el toldo y me lo pones” y también vienen, con el tiempo sus hijos y amigos, eso es realmente lo que nos avala”, nos comenta Jesús Martín. Y es que su seña de identidad es el servicio que ofrecen, “lo que nos diferencia del resto es, sobre todo, que las cosas queden bien hechas, es decir, no irme con una cosa a medias, no dejar una cosa mal hecha y si hay algún problema, responder lo antes posible”.

Aprendiendo desde la base
Actualmente su hijo, que también se llama Jesús, es el que lleva la dirección del negocio aunque lo ha mamado desde siempre, “de pequeño me traían aquí y siempre he estado viendo el negocio con mi padre, sobre todo los veranos. Al principio estaba de chófer, y no me gustaba nada, porque tenía que estar metido en un coche a lo mejor dos horas hasta que él salía de dar un presupuesto en Madrid, para que no le multaran. Luego ya subía con mi padre a ver a los clientes. He aprendido muchas cosas de él, cómo tratar a un cliente y a otro, mediciones, el arte de la venta, por así decirlo. Creo que para aprender un negocio hay que hacerlo desde la base”. Gracias a todo ese aprendizaje Jesús hijo ha podido hacerse cargo del negocio familiar, aunque su intención era desarrollarse profesionalmente en otras áreas. Su padre tuvo un accidente en el que se lesionó una pierna y fue cuando tuvo que estar más pendiente de todo, “antes venía en las temporadas fuertes a ayudar a los montadores y poco a poco empecé a tratar con los compradores, proveedores y ahora desde hace ya cinco años sí que estoy más metido aquí en serio. Tener un negocio familiar es tener una oportunidad de oro y además también está la parte moral de decir que mi padre siempre ha estado ahí ayudando y ahora me toca a mí”.

Vehículos usados en los comienzos y a mediados de los años 80.

Su hijo está incorporando nuevos productos que anteriormente trabajaba su padre pero que los dejó un poco de lado para especializarse sólo en los toldos y los muebles de mimbre y caña. “Además de todo lo que es la protección solar del hogar, ahora hemos incorporado la instalación de estores interiores, mosquiteras, pérgolas, arreglo de persianas, todos ellos son campos en los que trabajo actualmente así como la domótica, proyectos de decoración también, ya que estoy en contacto con decoradores, y le estoy dando un empuje a los muebles de caña y mimbre. Son materiales que están hechos para estar en la calle aunque la gente crea que no, aguantan mucho a nivel exterior más incluso que algunos de resina. Date cuenta que la caña y el mimbre la tienen que humedecer para dar la forma y ya se queda con la forma hecha. Igual que las maderas curvadas las tienen que hacer mojándolas, por lo que están hechas para aguantar”, nos comenta Jesús hijo.

Jesús Martín nos dice que el negocio va bien y que lo único que echa de menos desde que se jubiló es “mandar, intervenir y organizar, ¡ya no me dejan hacerlo!”. Toldoteca seguirá en manos de Jesús Martín hijo dando servicio a todos aquellos que quieran protegerse del sol en sus casas a la vez que decorarlas.

Texto: Ayer&hoy
Fotos: Toldoteca