Los dientes nos acompañan durante toda nuestra vida e incluso antes de nacer. Con los dientes y con la boca nos alimentamos, masticamos, sonreímos, hablamos, respiramos, besamos, mordemos… Como refieren especialistas consultados por la Revista Ayer&hoy, los mejores odontólogos somos cada uno de nosotros, que debemos establecer una rutina diaria para una correcta higiene bucodental, un cepillado minucioso de 4 ó 5 minutos después de cada comida, hilo dental y una revisión profesional cada seis meses o un año. Tener una buena salud oral no solo nos asegura unos dientes sanos e incluso una sonrisa perfecta, sino estar sanos en general. Los profesionales de la Odontología defienden la máxima de “dientes sanos para una vida sana” pero también se quiere disfrutar de una bonita sonrisa, así que sonría por favor.

Históricamente, los dientes y la boca han sido siempre dos de los grandes olvidados en el cuidado de nuestro cuerpo. En la retina de muchos está la imagen de aquel barbero-sacamuelas grabada en muchas estampas y en películas de cine mudo en blanco y negro o aspectos más rocambolescos como el implante de piezas dentales de soldados caídos en batalla para los más pudientes de la sociedad en el siglo XIX (fuente BBC), donde predominaba una mala higiene bucal y una odontología aún muy incipiente. Esto afortunadamente ha pasado a la historia y en la actualidad disfrutamos de las técnicas de higiene oral más avanzadas a nuestro alcance, de los mejores profesionales de odontología con innovadores avances científicos en su mano y una tecnología que posibilita casi todo en la solución de trastornos bucodentales o recuperación de piezas amén de los tratamientos más punteros para nuestra salud oral y para disfrutar de una sonrisa perfecta.

En este reportaje les acercaremos, guiados por diferentes profesionales y odontólogos, a conocer los cuidados, trastornos más comunes y las soluciones en la cavidad bucodental desde la primera hasta la última etapa de nuestra vida.

En primer lugar habría que preguntarse lo siguiente: ¿Existe preocupación por la salud oral en España? Puede decirse que sí a tenor de un sondeo realizado por el Consejo General de Dentistas en el que 6 de cada 10 españoles se muestra bastante preocupado por su salud bucodental, el 80% de la población adulta usa el cepillado al menos dos veces al día y la mitad de la población visita al menos una vez al año al dentista. Máxime en estos tiempos de pandemia sanitaria donde todos usamos mascarilla, un complemento que no viene nada bien a nuestros dientes pero si se mantiene una buena salud bucodental no provoca mayores problemas.

Los cuidados de nuestra boca deben comenzar a temprana edad. Los odontólogos consultados hablan de que la primera toma de contacto con el dentista debe ser en los primeros años de vida, “con ello se podrá poner solución a problemas bucales en fases iniciales evitando tener que realizar tratamientos más complejos”, expone la odontóloga Olga a lo que su colega Rubén añade que a estas edades se pueden detectar malos hábitos amén de que el niño se va a familiarizar con el dentista de cara a futuros tratamientos.

Pero ¿desde cuándo contamos con dientes? Aunque no se vean, la dentición temporal o ‘de leche’ comienza a formarse en el útero materno, Como promedio, los dientes de leche erupcionan a los seis meses de edad, mientras que los primeros dientes permanentes empiezan a los seis años hasta los 12 años los últimos. Más tarde, entre los 18 y 40 años, salen las cordales o muelas del juicio.

Colocados los dientes de leche en su sitio, es importante su control hasta su caída y reemplazo por los definitivos, recomienda el director de la clínica, “aunque vayamos a desecharlos pueden generar problemas de funcionalidad o trastornos de salud por el mayor espacio que ocupan los dientes permanentes, es preciso una buena higiene bucodental, control y cuidado desde el principio; además, es importante también vigilar la salida del primer molar definitivo, a los seis años de edad, son la llave de la oclusión, las que mayor carga masticatoria tienen y las que equilibran las mordidas”, agrega.

La caries, la enfermedad más común en la infancia.- Durante la infancia, la enfermedad más común es la caries, cinco veces más que el asma y 20 veces más que la diabetes, según asevera la doctora en Odontología y directora médica, María Elena Lucerón Díaz-Ropero. Según los datos de la Asociación Española de Odontopediatría, el 31% de los niños españoles menores de 6 años tiene caries y entre el 80 y 90% de los preescolares no ha recibido tratamiento alguno. Pese a la alarma que puedan generar estos datos, los profesionales señalan que la solución es fácil, se puede prevenir la caries adquiriendo buenos hábitos de higiene bucodental desde los seis meses de vida y acudiendo al dentista al año o a los dos años de edad. En este caso nos aclara cómo hacerlo la odontóloga Olga: “Al principio la limpieza debe hacerse pasando el dedo por las encías del bebé con una gasa húmeda; a partir de los seis meses se usa un cepillo pediátrico suave y muy poca pasta, del tamaño de un grano de arroz; a los dos años se puede introducir el cepillo eléctrico que puede resultarles más satisfactorio, dos veces al día”.

La genética de cada individuo es un factor determinante en la caries, “científicamente se han detectado 47 genes causantes de esta afección y de otras enfermedades bucales, aunque con una dieta saludable, higiene oral y la visita frecuente al dentista, se puede modificar esta predisposición genética”, afirma. A este respecto, las campañas escolares de desayunos saludables son bienvenidas por los dentistas si bien la doctora Lucerón explica que estas iniciativas deberían ser supervisadas y monitorizadas “para comprobar la prevalencia e incidencia de la caries o alteraciones orales en niños antes y después de la implantación de estos proyectos”.

Soy adolescente, quiero una bonita sonrisa.- Llega la etapa de la adolescencia, en la que los jóvenes se muestran muy preocupados por su aspecto exterior en general y cómo no, por tener unos dientes alineados y una bonita sonrisa como se ve en televisión. El escritor inglés por excelencia, William Shakespeare, ya vislumbraba ese interés y afán por la belleza bucodental al señalar que “es más sencillo obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada”.

El no tener unos dientes blancos o estar mal alineados puede generar entre los adolescentes, sin embargo, un sentido del ridículo importante y el desplazamiento social de un grupo, De ahí que una de las técnicas en auge sea la de la ortodoncia invisible. Es preciso reseñar que en la ortodoncia, como en otras especialidades, se ha avanzado a pasos agigantados en los últimos tiempos, con nuevos materiales y nuevas técnicas apoyadas por la digitalización y tecnología 3D tanto en el diagnóstico como en la aparatología. ¿En qué casos y cuándo hay que ponerse ortodoncia? Los profesionales consultados advierten en primer lugar de que la edad varía de acuerdo al problema y a la gravedad de cada paciente si bien la decisión profesional se establece en base al tipo de maloclusión (alteración del crecimiento de la mandíbula o alineación incorrecta de los dientes que impide una correcta masticación). En cuanto a la oferta de ortodoncias, hay de tantos tipos como demanda el mercado, algunas son linguales y totalmente invisibles, fijas o removibles, funcionales… y las convencionales.

Edad madura, tratamientos contra la periodontitis.- En la etapa madura y más avanzada de la vida, las afecciones bucodentales más frecuentes son la enfermedad periodontal y la pérdida parcial o total de piezas dentales, ambas intrínsecamente relacionadas. La enfermedad periodontal afecta a los tejidos que rodean y protegen el diente como son la encía, el hueso alveolar, el ligamento periodontal y el cemento articular. Es un trastorno reversible pero que, de no tratarse, puede llegar a periodontitis. La periodontitis es una enfermedad que afecta gravemente a la encía, al diente y a su funcionalidad, es la causa principal de la caída dental. En España, ocho de cada diez personas mayores de 35 años tienen algún tipo de enfermedad periodontal, indica la doctora Lucerón. El impacto de la periodontitis en otras enfermedades del cuerpo está científicamente demostrado, existe una asociación clara con algunas enfermedades cardiovasculares, efectos adversos sobre el embarazo, disfunción eréctil, artritis reumatoide o Alzheimer, así hasta medio centenar de enfermedades.

Higiene bucodental para todos.- La higiene oral debe durar entre 4 ó 5 minutos, primero un cepillado “responsable y largo” de forma lenta y suave, con movimientos de arriba hacia abajo y de atrás hacia delante, utilizando cepillo manual -ni demasiado duro ni demasiado blando- o eléctrico según la destreza de cada uno, renovando aquel cada tres meses.

Los profesionales de la Odontología aconsejan acompañar el cepillado con hilo dental o cepillos interdentales y colutorio para limpiar también los espacios interdentales, la línea de las encías y la lengua. El dentífrico y el enjuague bucal mejor con flúor, refuerza el esmalte dental e inhibe la actividad de las bacterias. Por último, todos los odontólogos quieren subrayar con mayúsculas la frase ‘SIN CEPILLADO NO HAY HIGIENE BUCODENTAL’. Los colutorios u otros productos en ningún caso sustituyen al cepillado diario.

 

Entrevista a la doctora Elena del Pozo, cirujana maxilofacial

“Para evitar atrofias de maxilares hay que masticar desde muy niños, comer bocatas…”

Pregunta.- ¿Cuáles serían las bases de una buena salud bucodental? Respuesta.- La prevención. Afortunadamente está cambiando mucho la conciencia de la población en cuanto a las revisiones. Hasta hace muy pocos años la gente sólo venía cuando realmente tenía un flemón, con dolor y entonces todo se complica: más dolor, presupuesto más caro… Ahora se está consiguiendo que la población venga a revisarse para poder prevenir, detectar y evidentemente que todo sea más sencillo y más fácil de solucionar.

P.- La salud bucodental ha dado un giro en estos últimos años hacia la parte estética. ¿Cuáles son los tratamientos más demandados? R.- El blanqueamiento y las carillas. Mucha gente no lo sabe, pero para hacer un blanqueamiento tienes que tener una salud bucal perfecta. No te puedes hacer un blanqueamiento con caries, con grietas, si tienes sensibilidad excesiva, no todo el mundo es candidato a un blanqueamiento. Asimismo, están muy de moda las carillas. Se realizan en la parte exterior del diente para no tener que tallarlo en todas las caras, son de porcelana pero para realizar este tratamiento, los dientes tienen que estar alineados porque si los tienes mal posicionados, primero hay que posicionarlos con ortodoncia y luego realizar la estética. Últimamente también realizo muchas gingivectomías. Con el bisturí se recorta la encía y destapas tu diente natural que está tapado por la encía y queda muy bonito.

P.- ¿Es verdad que la alimentación influye a la hora de un correcto desarrollo de la mandíbula? R.- Claro, hay que enseñarles a comer. Los niños de hoy comen todo puré, sándwich de pan de molde y con esa alimentación luego no desarrollan la musculatura. Si tú a los niños no les das de masticar desde que tienen dientes, que los tienen desde muy pequeñitos, luego no se desarrollan y por eso hay tantas atrofias de maxilares, aparte del componente genético, que es muy importante. Tienen que fortalecer esa musculatura. Hay que comer bocatas, a nosotros cuando éramos pequeños nos daban pan con chocolate, pero no nos lo untaban ni nos lo ponían en pan de molde, sino en pan de hogaza que tú tienes que masticar y tienes que fortalecer, eso es lo que ayuda a que se desarrollen los maxilares y luego hay muchos menos problemas de apiñamiento dentario.

Cuando escuchas a los padres “es que tarda una hora en comerse el filete”, pues claro, es que el niño se agota porque su musculatura no está preparada. Hay que enseñarles a comer y eso se hace desde pequeñito que las muelas salen con dos añitos y, con año y pico, ya tienen muchos dientes para masticar cosas duras.

P.- ¿Cómo ha evolucionado el trato dentista-paciente? R.- Desde mi punto de vista, nosotros lo hacemos todo muy familiar, es importante el seguimiento del paciente, el tener psicología con la gente. Lo esencial es que ellos empaticen contigo y tú empatices con ellos, que tengan confianza. Hay gente que viene con miedo porque ha vivido situaciones traumáticas en el pasado pero ahora las cirugías son mínimamente invasivas, todo ha cambiado y es importante que alguien se lo explique y le trate con cariño.

Texto: Oliva Carretero, Ayer&hoy Fotos: Ayer&hoy, Pixabay