Más de 100 años llenando de arte y cultura la vida de Pozuelo
Aquellos que sean de Pozuelo y que no conozcan la Ynseparable, no pueden presumir de ser de la localidad. La Asociación Recreativa La Ynseparable nació en 1901 pero hay que señalar primero que esta asociación se llamó La Unión Siglo XX.
Según cuenta Domingo Domené, la finalización de la construcción del tramo de ferrocarril Madrid–El Escorial que pasaba por el término municipal de Pozuelo, hizo que la conexión con la capital fuera mayor y que muchos capitalinos comprasen solares para construir más tarde lo que se conocían como hoteles que ahora llamamos chalés. Poco a poco empezaron a surgir cerca del casco urbano, colonias de estos chalés que al principio habitaban los fines de semana y verano para más tarde quedarse definitivamente en la localidad. Durante esa época crearon un Casino para reunirse y jugar a las cartas o bailar. Este primer centro se ubicó en la Colonia de La Paz, más concretamente en la que hoy se conoce como la calle Doctor Cornago.
La gente del pueblo también se divertía los fines de semana y festivos en la plaza de la Coronación, donde había bailes. “Pozuelo de Alarcón era una de esas localidades madrileñas donde más se amaba la música. Había varias bandas de música (sabemos de dos) que iban a tocar en las corridas de toros y en los bailes. Como era lógico todos querían tocar aquí y surgieron desavenencias entre ellos. Alguien inteligente y con cierta autoridad moral logró reunirlos para que se pusieran de acuerdo y se distribuyeran amigablemente los turnos de las actuaciones de unos y otros e incluso formasen una banda y tocasen todos juntos. Así surgió en 1901 La Unión Siglo XX”, nos dice Domingo Domené.
No se sabe exactamente quién o quienes fundaron La Unión porque mucha documentación se perdió en la Guerra Civil pero lo que sí nos cuenta Domingo Domené es que Don Isidro Gómez Esteban tuvo un papel muy importante ya que durante la guerra civil Pozuelo fue evacuado y Don Isidro Gómez se encargó de guardar todo el dinero de la institución y devolverlo al término de la contienda para que ésta pudiera reemprender sus actividades.
Su sede, ubicada en la calle Norte, fue primeramente un solar de unos 560 metros cuadrados que compró La Unión el 24 de mayo de 1906, ahí se edificó una casa que, según reza en el Registro de la Propiedad de Navalcarnero estaba distribuida en “vestíbulo de entrada comunicado con otras dependencias destinadas a ambigú y biblioteca, situadas a la izquierda y derecha respectivamente del citado vestíbulo en el fondo del cual está la puerta de entrada al salón de baile, en el que se ha construido un escenario con cuartos para los artistas, completando la distribución un patio de luces situado en la parte izquierda de la fachada, cuya mayor longitud coincide con la del salón”. En la junta que La Unión Siglo XX celebró el 4 de marzo de 1912 acordaron comprar la otra mitad del terreno colindante a Francisco Barrio y Barrio, formando todo su conjunto lo que es la actual sede. Asimismo, en esa misma sesión plenaria se acordó cambiar el nombre pasando a ser la Sociedad Recreativa La Ynseparable. ¿Por qué? “El nombre porque la integración y amistad de quienes formaban La Unión quería ser perdurable. La Y, porque en esa época las palabras que hoy comienzan por i latina se escribían con y griega”, explica Domingo Domené.
De las más antiguas de la Comunidad.- La sede de la Ynseparable fue una de las pocas edificaciones que se mantuvieron en pie después de la guerra civil por lo que el edificio ha tenido varios usos a lo largo de esos años, “las primeras vivencias que tengo de La Ynseparable es de los años 70 y me acuerdo que esto ha sido cine y baile también, las sillas se ponían en los laterales y la pista en medio. Las madres estaban sentadas y cuando la gente se arrimaba un poco iban para allá a poner orden. Aquí se han hecho carnavales, obras de teatro y, evidentemente como no había iglesias en su momento, se han celebrado bodas”, recuerda Julio Peguero, vocal de la junta de la asociación.
La Ynseparable es posiblemente una de las asociaciones más antiguas de toda la Comunidad de Madrid que a día de hoy sigue activa. La distribución sigue siendo la misma con el ambigú a su derecha (bar donde se sirven comidas), y la sala de baile con el escenario, lo único que se ha hecho es una remodelación de parte del tejado que era de madera. De hecho, en la entrada del edificio a su izquierda podemos observar un pequeño ventanuco que hacía de taquilla cuando la sede tenía cine.
Para Julio Peguero, la esencia de La Ynseparable es que “fue algo necesario en su momento, es decir, estaban los casinos pero eran más elitistas. El casino era más de gente que iba a echar la partidilla y sin embargo esto no. Esto era más abierto al público, un lugar donde podía haber arte, teatro, música, todo lo que era cultura, de alguna manera era el punto neurálgico a nivel cultural que había en Pozuelo Pueblo”.
La banda de música de La Ynseparable, nos cuentan Felipe García y Nacho González Sánchez, responsables de la Escuela de las Artes, se creó en los años 40 “no hay datos exactos, luego hubo un parón durante muchos años y empieza otra vez en los años 80. Ahora se cumplen más de 30 años de la segunda época de la banda que es la banda actual”.
Actualmente, el día a día de una asociación cultural de estas características es complicado con la variedad de oferta cultural existente pero, tanto Julio como Felipe y Nacho, así como la junta directiva de la Ynseparable, tienen como objetivo ser una alternativa cultural a lo que se ofrece en la localidad, “recuperar la esencia de antaño de lo que ha sido esto, que ha sido el hogar, la casa donde todo el mundo despejaba su mente de lo que era el día a día y dar protección a la cultura y a las tradiciones de Pozuelo. Queremos un espacio en el que la música sea cercana al público. Queremos que el público interactúe con las actividades, sea teatro, sea música, baile. La idea para nosotros importantísima sería rejuvenecer la asociación y hacer actividades que de alguna manera impliquemos más a la gente. Esto no es un recinto cerrado sólo para socios, esto está abierto para todo el público y para todo el que quiera venir”.
Para muchos pozueleros, La Ynseparable es su segundo hogar, un lugar en el que disfrutar haciendo actividades culturales, que sigue abierto a todo el mundo que quiera aprender, disfrutar de la música, del teatro, del baile, de las exposiciones de pintura… Un lugar de reencuentros cuyas puertas estarán siempre abiertas a la cultura.
Texto: Ayer&hoy
Fotos: La Ynseparable/Ayer&hoy