Toda una vida de trabajo dedicada a la fontanería

José y Pedro Fernández Blanco fundaron en 1982 en la localidad de Boadilla del Monte, el negocio por el que tanto han trabajado y luchado, Saneamientos Hermanos Blanco. Pero antes de llegar a Boadilla, hay una historia de sacrificio y duro trabajo lejos de la familia.

De origen gallego, los dos hermanos salieron de casa de sus padres bien jovencitos. La hija de José, Cristina Fernández nos cuenta que su padre tenía 17 años y su madre 18, cuando dejaron Lugo y emigraron a Francia a trabajar “había que buscarse la vida. Es verdad que tenían primos y tíos que ya estaban allí y les ayudaron al principio, pero ellos te cuentan historias que dices ¡madre mía! Mis padres eran muy jóvenes, cuando nacieron mis hermanos, solo se llevan entre ellos 13 meses. Los tuvieron seguidos. Mi madre trabajaba limpiando casas y mi padre hacía sus chapuzas de fontanería por allí, se sacaba el título por las noches y limpiaban oficinas los dos cuando tenían huecos libres”. En Francia fue donde José aprendió el oficio.

Cuando decidieron regresar a España se instalaron cerca de sus padres, en la zona del Paseo de Extremadura, pero conocieron la zona de Boadilla porque su padre, también fontanero, fue el encargado de mantenimiento de la central de calefacción que había en la urbanización de Montepríncipe y posteriormente en la de Montealina. La primera obra que hicieron fue la fontanería de un edificio de la calle José Antonio en Boadilla trabajando para el constructor que había por entonces en esa zona, Don Juan. A él le compraron el piso en el que posteriormente vivió José y su familia y como pago del trabajo realizado en aquel edificio, llegaron a un acuerdo con Don Juan con el primer local que compraron en Boadilla.

Izq.: Pedro y José con Cristina de pequeña. Dcha.: José y Pedro en una celebración familiar en 2011.

En sus comienzos, los dos hermanos trabajaron mucho por Madrid y el local, ubicado en Paseo Madrid número 8, lo tenían como almacén. Poco a poco decidieron ir abriendo una tienda y fueron creciendo. “Empezaron contratando una persona para la tienda, luego una persona para ayudarles como fontanero y poco a poco fue creciendo hasta todo lo que hay ahora. Mi padre siguió trabajando de fontanero y mi tío se quedó más en oficina para llevar la gestión y los temas de oficina, a mi tío le gustaba quedarse más en la oficina y mi padre quería seguir de fontanero”, nos cuenta Cristina. Pedro se sacó todos los carnés necesarios de fontanería, calefacción y gas, estudiando por las noches.

Sacarlo adelante con mucho trabajo
De la compra del primer local al segundo pasaron unos seis años y actualmente el negocio de los Hermanos Blanco, lo componen cinco locales. El negocio se fue desarrollando según la demanda de trabajo y fueron adquiriendo más personal y especializándose en más áreas. Los hijos y sobrinos de José y Pedro destacan de ellos su dedicación constante al trabajo: “Ellos lo que han tenido claro siempre era que se habían comprometido con esto y tenían que sacarlo adelante fuese como fuese y está visto que lo consiguieron con mucho trabajo”. Cristina dice que su padre se levantaba a las cinco de la mañana y cuando llegaba a casa muchas veces eran las once de la noche, trabajando incluso sábados y domingos. “Ellos han trabajado muchas horas, mi padre estaba en la calle pero mi tío hizo que fuéramos pioneros en las nuevas tecnologías. De hecho fuimos uno de los primeros en tener una página web y estuvimos catalogados como una de las mejores páginas, cuando empezaron a salir. Nuestros fontaneros llevan muchísimo tiempo trabajando con terminales informatizados. Todo eso ha sido gracias a él”.

La crisis les afectó como a todo el mundo, tuvieron que hacer algún ajuste en la plantilla, pero pocos ya que José y Pedro realizaron una buena gestión, tenían una buena base y aguantaron los años malos tirando de lo que había, de los beneficios de las buenas épocas, se hicieron reajustes de horarios, pero no tuvieron que hacer prácticamente despidos. Actualmente hay en plantilla 35 trabajadores, de los cuales unas 10 personas llevan ya más de veinte años con ellos, son ya de la familia de los Hermanos Blanco.

Saneamientos Blanco hoy día
Los cuatro hijos de José dirigen ahora esta empresa familiar, Roberto, Javier, Cristina y Víctor; desempeñan distintas labores dentro del negocio: elaboración de presupuestos, tienda, administración y obras. Además de la fontanería, también se han especializado en otras áreas como las energías renovables y desde 2010 empezaron a trabajar las cocinas.

Izq.: fachada de la empresa de mediados de los 80-90. Centro: en una feria en el año 1990. Dcha.: un detalle de la exposición de cocinas de Saneamientos Blanco.

La parte más vistosa del local es en la que tienen la exposición de cocinas y baños, una reforma que ha sido dirigida personalmente por Cristina y Roberto, que han querido ampliar los servicios que ofrece Saneamientos Hermanos Blanco, “los baños los hemos tenido toda la vida, las cocinas no. Con todo este tema de la crisis, como hacíamos reformas, la gente nos solicitaba presupuestos para cocinas y al final vimos que ahí, a lo mejor, podíamos tener otro negocio diferente y, aprovechando que teníamos los baños, pues metimos cocinas.

Hay mucha gente que pasa y dice ¡anda pero si tenéis cocinas! Y sí, llevamos ya ocho años con las cocinas, pero es verdad que es difícil y que todo el mundo relaciona Saneamientos Hnos. Blanco con fontanería”.

Al jubilarse Pedro en el año 2009, fue cuando sus sobrinos se hicieron cargo un poco más del negocio, ya que aunque ellos ya estaban trabajando, Pedro y José eran los que seguían dirigiéndolo. José sigue en activo, pero de manera más relajada. Sus cuatro hijos han aprendido de la experiencia y profesionalidad de su padre y de su tío y ahora lo que desean es que tanto su tío como sus padres, puedan disfrutar de su tiempo libre después de tantos años de sacrificios y trabajo por la familia.

Texto: Ayer&hoy

Fotos: Ayer&hoy, Saneamientos Hnos. Blanco