
Elena Rodríguez Tato / Directora de equipo Begara Luxury Real Estate
La vegetación del planeta absorbe millones de toneladas de CO2, la mayoría por parte de los bosques tropicales y purifica el aire con oxígeno. También aporta miles de principios activos y materiales útiles en una explosión de biodiversidad. El mundo del diseño y la arquitectura no es ajeno a la importancia de esta biodiversidad y diseña y proyecta de acuerdo a las reglas sostenibles que respetan el medio ambiente como el caso de Ian Simpson, que ha diseñado viviendas en el interior de tanques de agua abandonados con un bello manto vegetal que camufla las cubiertas, permitiendo que el proyecto se integre en la naturaleza. Esta constante búsqueda de nuevos métodos constructivos llevó a arquitectos como Tadao Ando a interesarse por la revolucionaria construcción subterránea, o a Toyo Iti a defender una nueva arquitectura que se involucre en la creación de una naturaleza artificial y mimética inspirada en la misma naturaleza viva. El sentido orgánico del diseño y de la arquitectura es ya obvio en los proyectos actuales.
El bosque dentro de casa.- El nuevo interiorismo permite que la naturaleza invada los espacios.
Fachadas vegetales.- No sólo cubren fachadas, se puede revestir cualquier muro interior.
Fusión con el entorno.- Para acentuar la fusión con la naturaleza, muchos proyectos desaparecen enterrados bajo un manto natural.
Proyectos que autogeneran recursos energéticos.- Fachada y cubiertas vegetales, edificios orgánicos o biomiméticos…, la naturaleza ha irrumpido en el mundo de la arquitectura y del diseño. Las viviendas actuales persiguen un objetivo cero, es decir, ya son capaces de generar y autoabastecerse casi totalmente de energía y agua. Una casa autosuficiente es la que logra una independencia respeto a las redes de suministro general, básicamente agua y electricidad gestionando y utilizando mecanismo y dispositivos, por ejemplo, la climatización, la iluminación, la calefacción, etcétera. Las nuevas tecnologías han permitido un gran avance en cuanto al aprovechamiento de las energías solar y eólica, y de la biomasa, como fuentes de calor. Pero no sólo es cuestión de captar energía. También el agua es protagonista en estas viviendas sostenibles y autosuficientes. Los mecanismos de ahorro, como reductores de caudal o cisternas de doble descarga y la doble instalación para reciclaje de aguas grises, se complementan con la recogida de aguas pluviales con ayuda de depósitos especiales, enterrados o a la vista, que permiten almacenarla y utilizarla para el riego, limpieza o su uso en la lavadora.
Diseños para una vida sana, natural y ecológica.- Durante su vida útil, un material puede emitir contaminación y liberar partículas y gases tóxicos. Es importante valorar antes de adquirir un diseño su composición y forma de fabricación. Los metales pesados y los compuestos organoclorados, así como los formaldehídos son perjudiciales para la salud.
Sofás de papel biodegradables, coches que se mueven con energía solar, objetos fabricados con botellas de plástico, teléfonos sin componentes tóxicos, electrodomésticos que minimizan el consumo de agua y energía.
Un pequeño ejército de diseño al servicio del medio ambiente ha hecho su aparición en las últimas dos décadas. Ya no se trata de objetos imaginarios o futuristas. La invasión sostenible comenzó de la mano de materiales como los bioplásticos, de origen polimérico, que no incluyen fuentes de petróleo en su preparación. Y pueden ser plásticos procedentes del almidón del maíz o de la patata. Destacable es, sin duda, el componente Mater-Bi, un bioplástico de bajo impacto ambiental que se obtiene del maíz, el trigo, la celulosa de patata y la glicerina con plastificante natural, siendo compostable en un período entre dos y cuatro semanas. Los diseños biodegradables, combustibles en abono al final de su vida útil, son otra opción a tener en cuenta…
Todo esto está bien. Hagamos el esfuerzo en hacer nuestras casas sostenibles, autosuficientes y respetuosas con nuestro maravilloso ambiente. Mientras, los grandes almacenes siguen abasteciendo de plásticos, enriqueciéndose con su venta.