Trenes, paleontología, viejas fuentes y estaciones

Carlos Caballero
Arqueólogo
Colegio de Profesionales
de la Arqueología

En los últimos dos decenios, la ya centenaria empresa Metro de Madrid, con su papel esencial en la movilidad de la capital, ha hecho un considerable esfuerzo por la recuperación de su patrimonio histórico y del documentado a raíz de las diferentes intervenciones arqueológicas que han acompañado a la remodelación de algunas estaciones. En la actualidad, Metro de Madrid cuenta con una serie de espacios museográficos y de elementos recuperados que permiten componer dos rutas distintas, una dedicada al patrimonio recuperado en el Metro, y otra, al patrimonio histórico del Metro.

A la primera pertenece el espacio acondicionado para mostrar los restos de la Fuente de los Caños del Peral (siglo XVI), la alcantarilla del Arenal y el acueducto de Amaniel, ambos del siglo XVII, en un espacio museográfico existente en la Estación de Ópera que cuenta, además de con paneles explicativos, con la proyección de un video que explica la evolución urbanística de la zona.

De izquierda a derecha, cómic sobre los restos paleontológicos en Carpetana (Línea 6) y acueducto de Amaniel y espacio museográfico de la Fuente de los Caños del Peral en Ópera (Líneas 2, 5 y Ramal Príncipe Pío) (Fotos: primera, Carlos Caballero; segunda, Eduardo Penedo)

En la misma línea puede situarse la presentación al público de los restos paleontológicos que se hallaron en Carpetana (línea 6) durante la instalación de nuevos ascensores. Además de una reproducción de un gonfoterio (un antepasado de los elefantes) y de la explicación del proceso de excavación de un yacimiento paleontológico, se aprovechó uno de los pasillos de conexión de la estación para exponer un cómic que explica cómo era la vida en Carpetana hace 14 millones de años y cómo llegamos a conocerla gracias al trabajo de los paleontólogos.

Las intervenciones arqueológicas realizadas en la remodelación de diversas estaciones han permitido la recuperación de paneles publicitarios (así, en Bilbao o Sevilla), o la reposición del templete del ascensor de acceso a la Estación de Gran Vía diseñado por Antonio Palacios en 1919.

Un detalle del antiguo vestíbulo de la Estación de Pacífico (Líneas 1 y 6) (Fotos: Carlos Caballero).

Además, Metro de Madrid ha incidido en la recuperación de su propio patrimonio: desde la reapertura al público, tras su limpieza y restauración, de la Estación de Chamberí, clausurada en 1966 y que se presenta como un fósil de la primitiva red de Metro, hasta la recuperación de algunos vestíbulos, tanto en uso (Tirso de Molina), como accesibles solo para visitas, como Pacífico, que había quedado oculto tras las remodelaciones de la estación y se ha recuperado para su visita. Hay que destacar también la ambiciosa recuperación de la Nave de Motores, junto a la estación de Pacífico, que en su momento fue clave en la generación de electricidad para el funcionamiento de la incipiente red de Metro, y que puntualmente abasteció de luz a algunos sectores de la ciudad de Madrid. La visita de este edificio, también de Antonio Palacios, es muy ilustrativa de cómo la red de Metro habría de transformar la vida de la ciudad.

Por último, en este apresurado recorrido por la musealización del Metro y el patrimonio histórico musealizado en el Metro, habría que hacer mención a la exposición de antiguos coches utilizados en los primeros tiempos de funcionamiento de Metro de Madrid. La muestra, inaugurada con motivo del centenario de Metro, puede visitarse en la Estación de Chamartín, en el que, según todos los indicios, será el futuro andén de la Línea 11.

Panel publicitario recuperado en la antigua Estación de Chamberí (entre Bilbao e Iglesia, Línea 1) e interior de uno de los trenes históricos.

(Más información en https://museosmetromadrid.es/ ).