Sol, nieve y amigos con ganas de Aventura, éxito garantizado. Y así fue, la nieve tardó en llegar pero lo hizo a tiempo y la treintena de afortunados que se calzaron las raquetas de nieve, disfrutaron de un espectacular día en la sierra.
Empezaron la ruta junto a la residencia de los Cogorros, descendiendo por el camino Schmidt y una vez atravesada la pista del bosque, iniciaron el ascenso entre los pinos, hasta alcanzar las praderas de siete picos que con la nieve dura, reflejando la luz del sol daban una belleza especial al entorno, por lo que aprovecharon para hacer el alto del bocata.
Con las pilas ya cargadas empezaron la subida sin prisa pero sin pausa hasta el séptimo de los famosos siete picos. Antes de llegar a la cumbre, cuando la vegetación ya desaparece el paisaje se vuelve increíble, con la nieve casi helada y haciendo caprichosas formas debido al viento que sopla en las alturas.
Tras disfrutar del entorno y de las vistas, antes de que la fresca brisa enfriara, comenzaron a bajar y a divertirse al pisar la nieve virgen con las raquetas.
Una vez más las raquetas de nieve hicieron pasar una jornada preciosa, en la que desde el primero al último, combinaron la práctica deportiva y saludable, con una Naturaleza en su máxima expresión.
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