Liérganes es un municipio y localidad de la comunidad autónoma de Cantabria. Los principales núcleos de población son Liérganes (capital municipal) y Pámanes.


Su conjunto urbano, declarado de interés histórico-artístico nacional en 1978, concentra una valiosa arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII, fruto del auge económico que la fábrica de artillería propició en ese período en la comarca. Se instaló en el año 1622 y fue la primera fábrica de artillería, municiones y piezas de hierro colado conocida en España.


El núcleo urbano está asentado a los pies de dos pequeñas elevaciones: Marimón y Cotillamón (conocidas popularmente como “Las Tetas de Liérganes” por su parecido antropomorfo).


Innegable es la dualidad existente entre Liérganes y su balneario que, rodeado de una magnífica finca con arbolado de gran porte, le confiere un aire decimonónico característico. A finales del siglo XVII ya se utilizaban las aguas por los enfermos de las inmediaciones, pero es a mediados del siglo XIX cuando el Balneario de Fuensanta empieza a cobrar protagonismo.


La parte vieja de Liérganes es conjunto histórico-artístico e incluye, además de las casonas populares, el Palacio de Rañada o Cuesta-Mercadillo, la iglesia de San Sebastián, la parroquial de San Pedro Ad Víncula, las casas de los Setién y los Cañones, las capillas del Humilladero y el Carmen y el puente nuevo. A pesar de la indudable relevancia de este conjunto, el monumento más importante del municipio es el museo-palacio de Elsedo, en Pámanes. Este palacio es una de las joyas arquitectónicas de la geografía regional. Declarado monumento histórico-artístico, el palacio data del siglo XVIII y su promotor fue Francisco de Hermosa y Revilla, primer conde de Torre Hermosa. Se asienta en varios cuerpos independientes entre los que destaca la capilla de severa ornamentación barroca y la torre octogonal, muestra única en Cantabria tanto por su finalidad no defensiva, como por su tipología. En la actualidad el palacio alberga un museo de arte contemporáneo en el que pueden admirarse esculturas de Eduardo Chillida, Jorge de Oteiza, Pablo Serrano, Miguel Berrocal… Además, Elsedo reúne una importante muestra de la pintura de nuestro siglo, entre la que se distinguen los valores más sobresalientes de la región.


La gastronomía de Liérganes conquista por sus exquisitas carnes y pescados de río, así como por sus reconocidos quesos frescos y de nata y su famosa repostería a base de “sacristanes” o el chocolate con churros.

El Hombre-Pez, un mito legendario

Liérganes y su historia están ligados a la leyenda del Hombre-Pez, que como todas las leyendas tiene algo de real (su protagonista, Francisco de la Vega) y algo de ficción (su variado final). Según cuenta la leyenda, la víspera del día de San Juan del año 1674, Francisco se fue a nadar río abajo hasta perderse de vista. Al ver que no regresaba, le dieron por ahogado. Cinco años más tarde, unos pescadores que faenaban en la bahía de Cádiz, vieron a un ser acuático extraño, con apariencia humana. Cuando lo subieron a cubierta comprobaron con asombro que el extraño ser era un hombre joven, corpulento, de tez pálida y de cabello rojizo, con la particularidad de que tenía escamas. Tras varios días sin mediar palabra, el joven exclamó “¡Liérganes!”, pero nadie de la bahía de Cádiz encontraba explicación a ese vocablo hasta que un mozo cántabro que había por allí comentó que en Cantabria había un pueblo que se llamaba así. Un fraile del convento de San Francisco lo acompañó hasta Liérganes para comprobar si era cierto que era de allí. Al llegar, su madre lo reconoció como su hijo. Francisco vivió tranquilo sin mostrar ningún interés por nada y sin pronunciar apenas palabra. Por todo ello se le tuvo por loco hasta que un buen día, al cabo de nueve años, desapareció de nuevo en el mar sin que se supiera nunca más de él.