Las reservas de agua de la Comunidad de Madrid han iniciado el nuevo año hidrológico marcando récord histórico. En concreto, los embalses se encuentran al 76 % de su capacidad máxima, el volumen más alto de los últimos 25 años para estas fechas y 15 puntos por encima de la media histórica de Canal de Isabel II.

El año hidrológico, que estudia el estado de las cuencas hidrográficas, comienza cada 1 de octubre. Así, los embalses de Canal de Isabel II cerraron el pasado año hidrológico al 77,6 % de su capacidad y con 157 hectómetros cúbicos más que el anterior, una cantidad equivalente al 30 % del agua consumida por los madrileños en un año. De hecho, desde el pasado 24 de agosto el volumen de agua almacenada en los embalses está en récords históricos.

Las aportaciones de los ríos al sistema de abastecimiento de la Comunidad de Madrid durante el año hidrológico 2017-2018 fueron de 713 hectómetros cúbicos, una cifra cercana a la media histórica. Hay que recordar que el inicio del año hidrológico se caracterizó por la ausencia de lluvias, pero los meses de marzo y abril trajeron precipitaciones abundantes y lograron revertir la tendencia de descenso en las reservas.

En cuanto al consumo de agua en la región en este año hidrológico, ha sido un 2,7 % inferior al del periodo precedente. El descenso es aún mayor si tomamos como referencia el año natural: en lo que va de 2018 se ha consumido un 4,8 % menos de agua que en los nueve primeros meses de 2017.

Garantizar el abastecimiento

Precisamente, el uso eficiente y responsable del agua en la Comunidad de Madrid forma parte del Plan Estratégico de Canal de Isabel II hasta 2030. Para ello, la empresa pública desarrolla planes y actuaciones tendentes a mejorar su eficiencia y preservar los recursos disponibles para el abastecimiento a la población.

Entre ellos se encuentra la extensión del suministro de agua regenerada para usos públicos e industriales, lo que en un año como el actual permite preservar casi 20 hectómetros cúbicos de agua potable (aproximadamente 15 días de consumo de la Comunidad de Madrid).

Por otra parte, se ha logrado reducir en un 70 % el volumen de pérdidas sobre agua derivada gracias a la inversión en renovación de su red de tuberías y a campañas sistemáticas para la detección de fugas.