El Banco Mundial de Semillas podría considerarse una especie de “Arca de Noé” vegetal. Esta infraestructura científica se encuentra en una isla del archipiélago ártico de Svalbard y en ella se guardan miles de muestras de semillas de diferentes cultivos de todo el mundo. Es la mayor colección de biodiversidad agrícola. Cuenta con una extensión de más de mil metros cuadrados repartidos entre tres almacenes y fue inaugurado en el año 2008 para salvaguardar la biodiversidad de las especies de cultivos que sirven como alimento en caso de una catástrofe mundial. Se le conoce popularmente como la “cámara del fin del mundo” porque es capaz de resistir terremotos, el impacto de bombas, la radiación solar y otros desastres. Los almacenes subterráneos tienen una temperatura natural constante de entre -3 y -6 °C, pero cuentan con una refrigeración artificial hasta los -18 °C para asegurar la conservación de las semillas durante siglos. La ubicación a 130 metros sobre el nivel del mar garantiza que el suelo esté seco.