Nuestros militares están hechos de una pasta especial, todos y cada uno de ellos arriesgarían sus vidas por la nuestra, sin pensárselo ni un solo segundo. El alma y la vocación con la que desarrollan su trabajo es innegable. En estos días tan complicados que está viviendo nuestro país, estamos viendo cómo la Unidad Militar de Emergencias (UME) se vuelca con la población más necesitada. De manera silenciosa realizan su trabajo, que no es otro que cuidar de sus compatriotas acompañándoles, en algunos casos, en su último viaje.
“Somos profesionales vocacionales que intentamos hacer nuestro trabajo lo mejor posible”
Pregunta. ¿Cuál es la mayor satisfacción para una unidad militar que actúa ante graves casos de emergencia, catástrofes, inundaciones, accidentes…?
Respuesta. Para un militar el cumplimiento del deber es la mayor satisfacción siempre. En el caso particular de la intervención en emergencias hay que añadir la satisfacción por el efecto positivo sobre el bienestar de los ciudadanos, tangible e inmediato, y por el agradecimiento sincero de nuestros conciudadanos afectados por la tragedia.
P. En 2019 han tocado techo en cuanto a días de intervención, 192, en 64 actuaciones registradas en diferentes puntos de España, Grecia, Portugal, en países de África y América del Sur, ¿qué ocurre, cada vez se producen más emergencias y catástrofes?
R. La unidad es muy joven y en nuestras manos no disponemos de referencias suficientes para poder sacar conclusiones en cuanto al número de intervenciones. El año pasado fue intenso, pero 2017 también y, sin embargo, 2018 transcurrió tranquilo. Respecto a la consideración sobre si el aumento del número de catástrofes se debe a los efectos del cambio climático, no estamos en condiciones de poder asegurar ninguna conexión. Habrá que referirse a los expertos y estudiosos para preguntar al respecto.
P. ¿Cuáles de las emergencias pueden resultar más arriesgadas y por qué?
R. Desde el punto de vista de interviniente en catástrofes de origen natural, el incendio forestal es quizá el que presente mayor riesgo ya que se trata de una emergencia en la que la amenaza evoluciona según parámetros a veces previsibles, pero no siempre. En el resto de emergencias, el riesgo está más claramente localizado y su evolución es más lenta. No obstante, todas las intervenciones en emergencias tienen riesgos asociados, y por destacar algunos, en los graves episodios de inundaciones en Murcia y Alicante a mediados de septiembre de 2019, nuestra gente tuvo que moverse en zonas con fuertes corrientes de agua para poder llegar hasta personas aisladas; y en las operaciones de rescate urbano tras un terremoto se juega con la posibilidad de que se produzcan réplicas cuando el personal está trabajando en edificios o escombros.
P. Desde la fundación de la UME en 2005, muchas habrán sido las intervenciones y también muchos cambios habrá sufrido la propia fisonomía, equipo y material de la Unidad, ¿cuál ha sido a grosso modo esa evolución en estos quince años?
R. La evolución de la Unidad es constante. Hemos tenido que aprender, y seguimos aprendiendo, no solo los aspectos técnicos de la intervención y cómo podemos actuar para ser más eficientes, sino también cual es el rol que nos corresponde y cómo integrarnos de forma eficaz en el Sistema de Protección Civil. Echando la vista atrás es mucho lo que se ha hecho, pero somos conscientes de que tenemos mucho por hacer.
P. Actualmente, con todo lo que está pasando con el COVID19, ¿de qué manera se preparan para una emergencia epidemiológica como ésta, si es que hay alguna preparación específica para ello?
R. Desde el primer momento que se tuvo conocimiento de la situación, nuestro Cuartel General comenzó a planear y preparar la adaptación de la Unidad, incluyendo los preparativos logísticos para poder adaptar nos lo más rápidamente posible. La UME cuenta con el Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales (GIETMA) que está específicamente equipado y entrenado para actuar en cualquier riesgo en ambiente NBQR (nuclear, bacteriológico, químico y radiológico) y que concentra las capacidades más especializadas de la unidad para actuar ante este tipo de emergencias. No obstante en una emergencia de semejante magnitud, el GIETMA no era suficiente, así, que ha actuado como núcleo técnico para que el resto de unidades podamos adaptarnos rápidamente para ejecutar los cometidos que se nos podían solicitar, multiplicando así la capacidad de respuesta.
P. ¿Cuáles son las actuaciones prioritarias con esta emergencia del Covid 19?
R. La UME después de una primera fase de presencia, se ha centrado en tareas de desinfección de instalaciones de todo tipo: juzgados, comisarías, centros sanitarios, edificios oficiales, y sobre todo, residencias de ancianos. Paulatinamente las desinfecciones han ido evolucionando hacia cometidos de asesoramiento y apoyo en la reorganización de las residencias de ancianos para mitigar la propagación del virus, lo que lógicamente también incluía la desinfección de zonas. En algunas CCAA, como Madrid, estas actuaciones de apoyo a residencias se han integrado en planes de actuación liderados por las Consejerías competentes en los que han participado múltiples servicios y administraciones, resultando en un apoyo integral mucho más eficaz.
Por otro lado, también se han desarrollado cometidos importantes de apoyo en el traslado masivo (en autobuses preparados) de enfermos entre hospitales, recogida de fallecidos en hospitales, traslado y custodia en depósitos (morgues) temporales, así como apoyos logísticos puntuales.
P. ¿Cómo se organiza la logística y el operativo cuando solicitan su apoyo?
R. La unidad está diseñada y organizada para generar organizaciones operativas adaptadas a los diferentes escenarios de emergencia y con los apoyos necesarios para ser autónomas operativa y logísticamente. Por decirlo de manera más clara, cuando una unidad de la UME sale de la Base, sale con todo el material y los medios que se consideran necesarios para poder actuar en una determinada emergencia, y acompañada de elementos logísticos que garantizan el alojamiento, alimentación y apoyo sanitario para el personal, y el abastecimiento de carburantes y reparación para los materiales.
P. ¿Cuál es la acogida por parte de la gente cuando llegan a una ciudad o municipio?
R. La acogida de nuestros conciudadanos es siempre cariñosa y agradecida. Tenemos mucha suerte de poder contar con tanto apoyo y reconocimiento.
P. Han colaborado en el traslado de compatriotas fallecidos por esta pandemia. ¿Qué sensaciones tienen?
R. Pues como se puede imaginar es siempre una sensación muy triste. Las circunstancias a las que nos ha llevado esta epidemia resultan dramáticas en especial en lo relativo a los fallecidos, y las limitaciones que se han impuesto para su duelo. No obstante, si se nos permite, los militares, por tradición y herencia, tenemos una especial sensibilidad en todo lo referente al trato de nuestros caídos. Todos los compatriotas fallecidos que hemos trasladado y custodiado han sido velados como soldados de España, con el máximo respeto y dignidad. Eso nos hace sentir orgullosos.
P. ¿Ha tenido hasta la fecha la UME muchos contagiados o bajas?
R. Respecto al número de contagiados no puedo darle cifras exactas porque como sabe, este virus es muy caprichoso y no se manifiesta en todos los casos. Lo que puedo confirmarle es que hemos tenido un índice de contagiados que han presentado síntomas, y por tanto de bajas, muy reducido. Mi Batallón nunca ha estado por debajo del 90-95% de operatividad.
P. Sé que la UME no busca nunca el reconocimiento por su labor, pero ¿se sienten realmente valorados?
R. Nos sentimos valorados en exceso. Se utilizan adjetivos excesivos hacia nuestra labor. Nos quedamos con que somos profesionales que vivimos nuestra vocación y que intentamos hacer nuestro trabajo lo mejor posible.
Texto: Ayer&hoy Foto: UME