Carlos Caballero /
Arqueólogo
Colegio de Profesionales
de la Arqueología

En medio de uno de los ensanches modernos de Alcalá de Henares, a escasa distancia de la estación de ferrocarril, llama la atención un edificio singular hacia el que resulta imposible, si se pasa por delante, no desviar la mirada: se trata del Hotel Laredo, un palacete neomudéjar que, en la actualidad, es la sede del Museo Cisneriano. Aunque hoy lo veamos integrado en la ciudad, rodeado de edificios recientes, en el momento de su construcción, los años 80 del siglo XIX, ocupaba un lugar a las afueras de Alcalá, algo alejado del casco histórico. De esa manera todavía era mayor el efecto que perseguía su propietario, Manuel Laredo, un personaje multifacético –restaurador, pintor, constructor, coleccionista- que llegó a ser alcalde de Alcalá de Henares a finales del siglo XIX. Laredo, aunque diseñó personalmente muchos detalles de la decoración del conjunto, encargó este edificio peculiar al arquitecto Juan José de Urquijo.

Conocido también como Quinta La Gloria y, más adelante, como Quinta Concepción, su nombre más popular le viene de la acepción francesa del término “Hotel”, una mansión aislada habitada por una única familia. Lo que mejor define el estilo del edificio es la palabra ecléctico pues, pese al exterior neomudéjar, conserva en el interior estancias inspiradas en la Alhambra de Granada, un jardín romántico o elementos medievales procedentes de algunos edificios de la comarca, como el Palacio de Tendilla (Guadalajara), del siglo XVIII, o el castillo medieval de Santorcaz, al que dedicamos la entrada anterior de “Nuestro Patrimonio”.

Izq.: Patio de entrada al Hotel Laredo. Centro: Salón de Reyes. Dcha.: Un detalle del interior que recuerda a la decoración de la Alhambra de Granada (Fotos: Carlos Caballero)

En el exterior destaca la torre redonda, erguida a la manera de un minarete de mezquita, rematada por una cúpula vidriada que acoge a un gran reloj, y que recuerda a algunas obras de Gaudí, en particular al Capricho de Comillas, rigurosamente contemporáneo del Hotel Laredo. El edificio, además, está rematado por un gran torreón cuadrangular en la más fiel tradición del gótico mudéjar, con cuatro garitas en las esquinas y una fantasía de ladrillo en sus fachadas más compleja a medida que se va ganando en altura.

Una vez dentro de este edificio puramente historicista, donde se recrean estilos artísticos de diversas épocas y regiones, sobresale el denominado “Salón de reyes”, rematado por una bóveda del siglo XIV, y que alberga las representaciones, al fresco y hechas por el propio Manuel Laredo, de todos los reyes y reinas medievales de la Corona de Castilla. En la bóveda, la decoración reproduce la interpretación que se tenía del cielo nocturno en la Edad Media.

Izq.: Detalle del balcón del monumento. Dcha.: El Hotel Laredo acoge el Instituto de Estudios Complutenses y el Museo Cisneriano.

El edificio fue cambiando de manos durante toda su historia: la primera, nada más morir Laredo, quien legó la construcción al prestamista que le había financiado las obras. Así siguió creciendo la nómina de propietarios hasta que, en 1973, fue donado al Ayuntamiento de Alcalá de Henares, quien, después de rehabilitarlo, lo cedió a la Universidad de Alcalá para servir de sede al Instituto de Estudios Complutenses y al Museo Cisneriano. En la actualidad, entre la colección del centro, una de las piezas más destacadas es una edición original de la Biblia Políglota Complutense. La visita de este capricho decimonónico permite, en fin, completar la visión de una ciudad que alcanzó su esplendor a partir de la creación de la universidad cisneriana, a finales del siglo XV.

* (El edificio puede visitarse de lunes a domingo de 10:30 a 13:30 y de 16:30 a 18:30 h., excepto en los días en que se celebran actos institucionales de la Universidad de Alcalá).