Proyecto para racionalizar las Tareas Escolares Después de la Escuela

El debate sobre las ventajas y desventajas de la imposición por parte de los docentes de tareas escolares para casa viene de lejos. Son muchos y rigurosos los análisis, estudios e investigaciones sobre los deberes, en los que se exponen las consecuencias y repercusiones en alumnos, familias y sistema educativo en general de esta práctica. Desde su experiencia como orientadora, la autora de este artículo propone la elaboración en los centros de una guía útil que oriente las TEDE (Tareas Escolares Después de la Escuela).

“El tema de los deberes escolares es como un PUZZLE, en el que las distintas piezas (docentes, familias, alumnos, diversidad, conciliación, coordinación, calidad…) deben ENCAJAR”.

Así es como lo entiende Blanca Alonso, autora del proyecto “El puzzle de los deberes”, en el que propone la elaboración de un protocolo de deberes en los centros que parta de una reflexión profunda por parte de los miembros de la comunidad educativa. El plan comienza, en primer lugar, con la elaboración de los principios generales del protocolo en reuniones con el equipo directivo, el equipo docente y la Comisión de Coordinación pedagógica. A partir del análisis de los cuestionarios facilitados a los profesores y a las familias sobre distintos aspectos de las tareas escolares después de la escuela y de una recogida de tiempos de realización de tareas tomados en clase, se van tomando decisiones respecto a los tiempos de dedicación a los deberes así como la coordinación entre los profesores de cada grupo clase para una adecuada racionalización de los mismos.

El protocolo se realizará para todos los niveles educativos y deberá estar contextualizado para cada centro, de manera que pueda ser incluido en el proyecto educativo y en el Plan de Acción Tutorial.

Además, propone un catálogo de buenas prácticas para los deberes en relación con cada uno de los principios generales acordados que puedan facilitar a los docentes la puesta en práctica de este proyecto. Los principios y buenas prácticas recogen las recomendaciones aprobadas por el Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid.

Una vez elaborado el protocolo de deberes, se presenta a las familias y se les ofrece una serie de recomendaciones y actividades cotidianas que ayudan a favorecer el aprendizaje de sus hijos. Estas están relacionadas con el sueño, alimentación, actividad física y juego.

Por último, propone una serie de consejos y técnicas de estudio dirigidas a los alumnos para poder realizar correctamente los deberes, en un ambiente y espacio adecuado y con los descansos necesarios para mantener la atención.

En conclusión, la autora cree necesario llegar a un consenso sobre un modelo de deberes que pueda contribuir a desarrollar la autonomía y responsabilidad de los alumnos para crear un hábito de trabajo y estudio, sin dejar de lado la conciliación de la vida familiar y los tiempos de descanso y juego.