Sandra Reales Ceprián /
Coordinadora Ed. Infantil

Que los niños tengan una correcta alimentación es algo que nos preocupa desde el día que nacen, tanto a los padres como a los educadores. Por eso, la educación nutricional debe ser un pilar fundamental en el modelo educativo de cualquier colegio. Pues una de las dudas más repetidas es “mi hijo en casa no quiere comer, ¿qué puedo hacer?”.

En nuestros comedores escolares no solo buscamos que el menú sea equilibrado, sino que fomentamos la autonomía de los alumnos e impulsamos que disfruten del tiempo de las comidas desde edades tempranas. El objetivo es que descubran y prueben nuevos sabores y texturas para que disfruten de la comida, y luego decidan si les gusta o no.

La gastronomía de otros países.- Además, en el grupo de colegios Casvi extendemos la educación nutricional a todas las etapas a través del IB con los programas PEP (Infantil y Primaria), PAI (Secundaria) y Diploma (Bachillerato). Y lo llevamos a cabo a través de talleres de estimulación en diferentes idiomas. Con ellos conseguimos:

1. Estimular todos los sentidos mediante la experimentación.
2. Motivación de nuestros alumnos, pues indagan y aprenden sobre otras culturas y gastronomías de una forma distinta.
3. Y un ambiente gratificante de calma y curiosidad.
En nuestros colegios también celebramos jornadas gastronómicas de países como USA, Francia, China o Alemania. Con ello conseguimos que los alumnos desarrollen su competencia global y los atributos del perfil del IB como son mentalidad abierta, audaces, indagadores, equilibrados, etc. Y les enseñamos a respetar y tener una mentalidad abierta con otras culturas y gastronomías.

Hora de comer, una rutina positiva.- El momento de la comida debemos plantearlo como una rutina positiva. Para ello, nuestros profesores guían al alumnado de la siguiente manera:

1. Les ayudan a descubrir nuevos alimentos a través del juego.
2. También se puede hacer poco a poco, con cantidades reducidas o combinando ese alimento novedoso con su plato preferido.
3. En la escuela infantil se trabaja el paso de puré a sólido poco a poco. Los profesores van ofreciendo sólido, pero se mantiene el refuerzo de la comida correspondiente en puré hasta que completen el cambio.
4. Se crean rutinas y hábitos saludables, pautando siempre la misma hora de comida y merienda para acostumbrar al alumno.
5. Además, se fomenta la autonomía de los más pequeños, enseñándoles a coger los cubiertos de forma paulatina.
6. Creamos un ambiente agradable en la mesa, inculcándoles el respeto con sus compañeros, manteniendo una adecuada conducta mientras comen.

En definitiva, gracias a la educación nutricional conseguiremos que nuestros alumnos lleven un estilo de vida saludable. A través de la experimentación, piedra angular de nuestra metodología IB, descubrirán otras comidas y podrán llevar a cabo una alimentación correcta y variada.

Esto, combinado con ejercicio físico, ayudará a mejorar el rendimiento académico y personal de nuestros alumnos. Así se formarán como personas equilibradas física y mentalmente.

(Foto: Eurocolegios Casvi)