Elena Cid. Pedagoga y directora general de CICAE

Atrás dejamos los calurosos días de verano, en los que hemos disfrutado de momentos inolvidables en familia. Con septiembre llega la compra de los últimos libros, la tediosa tarea de forrarlos, las idas y venidas a la papelería, la difícil decisión de elegir bien las actividades extraescolares y cuadrar todas las agendas…. ¡Y todo compaginándolo con nuestra propia vuelta a la rutina!

Los primeros días de clase son clave para niños y jóvenes, inician un nuevo ciclo, con otros retos e ilusiones. Para los más pequeños, todo está por descubrir, los mayores suelen volver con más alegría a reencontrarse con sus compañeros y los padres solemos preocuparnos por cómo irán adaptándose a la nueva etapa escolar. ¿Cómo dejar atrás los días dorados estivales y regresar al curso escolar? Seguir algunas pautas y acompañar a nuestros hijos en este ciclo nos ayudará a sobrellevarlo con acierto y menos agobios.

• Las horas de sueño que garantizan el bienestar del estudiante
Durante el verano somos mucho más flexibles con los horarios y en septiembre nos cuesta más conciliar el sueño. Cuando estas rutinas se tambalean, debemos intentar que nuestros hijos las retomen paulatinamente, con el fin de que logren dormir bien a pesar del cambio de horario.

Pretender que de un día para otro el niño se levante tres horas antes de lo que ha estado acostumbrado en vacaciones y no se sienta cansado es misión imposible. Para lograrlo, podemos realizar nuestro propio “plan de sueño”, en el que dos semanas con anterioridad al inicio del curso instemos a que nuestros hijos comiencen a acostarse unos diez minutos antes cada día y también despertarlos más temprano poco a poco. Así su organismo se irá acostumbrando y la vuelta al colegio no será tan dura, a pesar de los madrugones.

• Elegir las extraescolares adecuadas
Las actividades extraescolares desempeñan un papel importante en el desarrollo del niño, pues mejoran su rendimiento, sus relaciones con otros compañeros y adquieren hábitos físicos saludables. Además, es una manera de que aprendan a gestionar su tiempo de ocio de forma responsable y enriquecedora para su crecimiento.

Existen multitud de alternativas en cuanto a extraescolares se refieren, los propios colegios ofrecen diversas actividades que abarcan la mayoría de áreas del conocimiento: académico, cultural, artístico y deportivo.

Para elegir las que mejor se adaptan a nuestros hijos, es imprescindible tener en cuenta sus preferencias y necesidades. Debemos buscar las que complementen su formación y también las que potencian sus aptitudes personales y les hagan disfrutar.

A la hora de planificar, es importante no querer ser demasiado ambiciosos e intentar llenar todos sus minutos libres. En el equilibrio está la bondad. Las actividades deportivas en equipo son muy completas para desarrollar no solo desarrollo psicomotriz, sino también sus competencias de trabajo en equipo y por supuesto los valores; empatía, esfuerzo, compromiso, respeto, disciplina, solidaridad…

• Diálogo, optimismo y organización
Las vacaciones son semanas para la diversión y las actividades en familia sin preocupaciones. En la vuelta a la rutina muchas veces somos los adultos los que reflejamos nuestro desánimo por el fin de los días libres. ¿Cómo lograr que los niños afronten con ilusión el inicio del curso si expresamos abiertamente nuestras quejas “postvacacionales”?

Es importante que el niño no perciba que el inicio del colegio es algo negativo. Para ello, hay que encontrar juntos la motivación, afrontar con entusiasmo y energía este período. Tenemos que mostrarnos comprensivos y escuchar las inseguridades del niño respecto al nuevo curso, respondiendo siempre desde el optimismo. De esta manera, el trance de iniciar el nuevo ciclo será mucho más tranquilizador.

En ocasiones, la incertidumbre de nuestros hijos también es consecuencia de la falta de organización. Los preparativos durante los primeros días de colegio son un auténtico quebradero de cabeza.
Para evitar ese caos, la única solución es echar mano de las listas de tareas pendientes (compras, reuniones, búsqueda de actividades…) e ir incluyendo nuevos hábitos en los pequeños de la casa, de forma que ellos también adquieran responsabilidades, como dejar todo preparado la noche antes (ropa o uniforme, deberes o la mochila).

Por último, es esencial buscar la conciliación que permita dedicar el tiempo que los niños necesitan de sus padres. Con el fin del verano y de las vacaciones, ya no es posible disfrutar de tantas horas en familia, por eso, os animo a que hagáis un gran esfuerzo para que el tiempo que tengáis con vuestros hijos sea de calidad, en el que no falte el diálogo y las ganas de hacer cosas juntos. ¡Feliz vuelta al colegio!