“Siempre se reza antes de vestirla”
No mucha gente sabe que el mayordomo de la Virgen Nuestra Señora de la Consolación es un hombre. Su nombre, Ángel Álvarez Pidal. Lleva ya 27 años vistiendo y preparando a la patrona de Pozuelo para que luzca más bonita, si cabe, en todas sus apariciones ante sus fieles y devotos.
Pregunta.- ¿Por qué te vino esa devoción?
Respuesta.- Surgió. Entré en la junta de la Congregación con 19 años, ese año la Virgen se quedó sin camareras y se estuvo buscando gente. Se hacían pruebas para ver si podían vestirla o no y un 30 de julio en una de esas pruebas, según estaban llegué y le dije a Juan “déjame que no tiene que ser tan complicado”, me puse y llegó Juan y me dijo “el 20 de agosto te quiero aquí” y así fue.
P.- ¿Qué es lo que más te gusta de vestirla?
R.- Son muchas cosas. Es el que ese día le guste lo que elijas para ella, que no siempre se deja, las conversaciones internas, aunque parezca que estés en silencio, estás hablándole, contándole cosas…, no sé, son muchos momentos especiales los que hay.
P.- ¿Hay algún ritual específico o algún momento especial?
R.- Siempre antes de vestirla se reza. Llevamos unos años que además, cuando se la mueve, va acompañada con velas y rezándole continuamente. Y luego momentos… hay muchos momentos de recuerdos, la gente le ha regalado cosas por distintos motivos y normalmente lo sabemos yo o Juan, si se lo han dado a él, y al colocarle una de esas cosas te acuerdas de esa persona o del acontecimiento por lo que fue.
P.- ¿Dónde la vistes?
R.- En la capilla, se la viste en el suelo del altar, salvo el día de la procesión que se la viste directamente en las andas.
P.- ¿Estás tú solo para vestirla?
R.- No, me ayudan Carmen y Lorena y procuramos que sea un momento privado. Nos ayudan a bajar a la Virgen y una vez que está en el suelo, cuando se la empieza a desvestir, sale todo el mundo y nos quedamos los tres.
P.- ¿Ha habido algún año que haya sido especial al vestir a la Virgen?
R.- Sí, momentos ha habido muchos, el año pasado, por ejemplo, que fue el año que se murió mi padre, fue uno de ellos. Estás más sensible y le pides, le hablas, lo intentas hacer con el mayor mimo.
P.- ¿Seguirás por muchos años más vistiendo a la Virgen?
R.- Mientras la junta cuente conmigo y yo pueda, ahí seguiré.