Al cierre de esta edición existe mucha incertidumbre sobre si se podrán celebrar las fiestas de carnaval en sus respectivas fechas o no. Por eso, muchas ciudades y muchos pueblos de nuestro país han decidido posponer estas fiestas para más adelante, por miedo a que no puedan celebrarse. Por otro, aún existen muchos otros lugares más optimistas, que apuestan por esperar antes de tomar esa decisión, con la esperanza de que los contagios bajen, la tercera dosis de la vacuna haga su función y así poder celebrar los carnavales en sus fechas correspondientes tomando las medidas de seguridad necesarias.
Si por algo se caracteriza nuestro país, entre otras cosas, es por las diversas fiestas y celebraciones que se realizan a lo largo y ancho de nuestra geografía durante todo el año. Tras la Navidad, y antes de Semana Santa, el calendario pauta la celebración del carnaval.
El carnaval en España es peculiar, como también son peculiares las diferentes formas de celebrarlo en cada región, ciudad o pueblo. Y es que, tal vez nuestro carnaval no cuente con la elegancia del de Venecia, ni con el ritmo a modo de samba del de Brasil, ni los impresionantes desfiles del de Nueva Orleans en Le Mardi Gras, pero desde luego, no tenemos nada que envidiar. Y decimos que no tenemos nada que envidiar porque en España contamos con carnavales de lo más variopintos como es el caso de los celebrados en Santa Cruz de Tenerife, donde la vistosidad, la imaginación, la fantasía, el ritmo, el lujo y el espectáculo lo convierten en uno de los más famosos y populares del mundo.
El Carnaval de Cádiz, una fiesta alegre y original como pocas, conocida mundialmente por sus comparsas y chirigotas con canciones cargadas de ironía y crítica, y en donde el buen ambiente, la diversión y las risas se pueden apreciar en cada rincón de sus calles. El Carnaval de Águilas en Murcia, donde la multitud de desfiles y concursos con espectaculares disfraces son los protagonistas. O el Entroido de Xinzo de Limia (Ourense), la fiesta gallega con el ciclo de carnaval más largo de toda España que comienza el Domingo Fareleiro (tres domingos antes del de carnaval) y termina con el Domingo de Piñata. Los carnavales de Santa Cruz de Tenerife, Cádiz, Águilas y Xinzo de Limia están declarados de Interés Turístico Internacional, pero también destacan otros de Interés Turístico Nacional como los de Las Palmas de Gran Canaria, el de Verín en Galicia, los de Badajoz…
A día de hoy todo es una incógnita en cuanto a la celebración del carnaval en nuestros pueblos y ciudades, de hecho, el pasado año ya tuvieron que ser suspendidos por el aumento de casos, confinamientos perimetrales y límites horarios debido a la pandemia. El escenario de este año pinta similar al del año pasado por el aumento de casos debido a la variante ómicron, aunque sin restricciones y sin límites de horario, de momento. Es más, carnavales mencionados anteriormente como son los de Cádiz, los de Santa Cruz de Tenerife o los de Águilas han decidido trasladarlos para más adelante.
Plan A y plan B.- Aún así, son muchas las asociaciones y peñas de carnaval que siguen siendo optimistas, y, en principio, la idea es continuar adelante con la programación y actos que se celebran a finales de febrero y principios de marzo, como señala Raúl, carnavalero desde la cuna y responsable de una asociación. “Hemos elaborado un plan A y un plan B en el caso de que haya que hacer ciertas modificaciones”. Los diversos actos se realizarán tomando las medidas necesarias como el uso obligatorio de las mascarillas, aforo limitado y demás medidas que sean oportunas. El mayor problema se puede tener en la calle con las aglomeraciones, indica Raúl, y, “aunque la incidencia a día de hoy es alta, tenemos la esperanza de que cuando lleguen las fechas de la celebración del carnaval los datos estén a la baja”.
En definitiva, la gente tiene ganas de carnaval, indica, “porque el carnaval son esos días donde reina el buen humor, la diversión, el disfrute y la desconexión de los problemas diarios”. Además, “esta fiesta siempre ha sido una forma sana de disfrutar y de evadirnos de lo que nos rodea a diario, algo que es muy necesario, más aún en los tiempos que corren”. Y por supuesto, “con el añadido económico que ello supone para nuestros comercios y hostelería”, comenta Raúl.
Un carnavalero, ¿se hace o se nace?.- Ambas respuestas serían válidas. Evidentemente cada uno siempre decide cómo vivir el carnaval, hay gente que lo vive en las calles, de día, de noche, desfilando o simplemente observando. Estas fiestas tienen un significado importante para todos aquellos que les gusta disfrutar de esta fiesta, ya sea con disfraces de lo más ordinarios o con disfraces de lo más elegantes, “no hay requisitos imprescindibles, no importa si no llevas el mejor traje o si vas con un disfraz súper elegante, lo importante es pasárselo bien y ser uno mismo abriendo las puertas a la diversión”, indica Elías, otro joven enamorado del carnaval. Asimismo, señala, “en carnaval puedes sentirte libre, transformarte, ser surrealista y muy ridículo, vivir la broma y la guasa durante unos días de jolgorio y desenfreno… y eso está perfecto, siempre dentro de un respeto”.
¿Se debe o no se debe celebrar el carnaval este año?.- Unos dicen que sí, otros que no, y también están los que apuestan por celebrarlo más adelante. Desde Ayer&hoy, en nuestra habitual salida a las calles para realizar nuestra sección de El Termómetro, hemos preguntado a varios ciudadanos si se debería celebrar dadas las circunstancias actuales o habría que dejarlo para el año próximo o celebrarlo más adelante. Y la verdad, podríamos decir que hay opiniones para todos los gustos, aunque si bien es cierto, una mayoría apuesta por celebrarlos, sí.
Haciendo un balance de los ciudadanos encuestados, y empezando por los que piensan que sí, en su mayoría señalan que deberían celebrarse con las medidas de seguridad necesarias, reduciendo aforo o limitándolo porque es necesario “desconectar” de lo que estamos viviendo porque la gente necesita un “poquito de humor y distraerse”, siempre y cuando, llegadas las fechas, los contagios no sean tan elevados como hasta ahora.
Los que piensan que no, priorizan la salud de las personas por encima de todo, ya que son fiestas donde existen muchas aglomeraciones y la gente “no controla”, sobre todo los más jóvenes que tienen ganas de pasarlo bien y, muchas veces, “no son responsables”.
Bien es cierto que carnavales como Tenerife o Cádiz han decidido posponer su Carnaval al mes de junio cuando, es de suponer, la cifra de contagios e incidencia por coronavirus sea inferior a la registrada actualmente.
Repercusión económica.- Más allá del ámbito cultural que tiene el carnaval es el impacto económico local y nacional que se genera durante estas fechas. Son miles y miles las personas que se mueven durante esos días en busca de restaurantes, bares y hoteles además de otras muchas formas de entretenimiento que mueven miles de euros. Todo ello sin contar lo que económicamente supone para muchas empresas de nuestro país los diferentes eventos que se realizan.
Según algunos datos, en términos generales, y basándonos en los días más importantes del carnaval, las ganancias económicas que se generan durante esos días en un pueblo o ciudad donde se vive el carnaval es de entre tres y cuatro veces más de lo invertido. En general, el carnaval genera economía en sectores de todo tipo, ya sea de forma directa, como pueden ser hoteles, restaurantes, bares, comercios, etc., o aquellos que se benefician de estas fiestas de forma indirecta.
Del Carnaval en España, incidencias en el siglo XX
La tradición carnavalesca es una de las más disfrutadas, aunque de formas muy diversas y particulares, en toda la geografía nacional. No obstante, desde la década de los años 30 hasta los años 70 del pasado siglo XX el Carnaval sufrió una serie de ordenamientos que pretendían prohibirlo o, como poco, delimitar el desarrollo de sus actividades festivas.
En muchos lugares (sobre todo en la zona de ambas Castillas) el Carnaval ha estado asociado a la fiesta de Ánimas que desde el siglo XVI se organizaba en numerosas localidades, y era muy común la existencia de una Cofradía de Ánimas que era la encargada de organizar, junto con la autoridad local, los fastos lúdicos carnavaleros. Por esto, entre los años de 1930 y 1931, en época de la Segunda República, se intentó desligar la fiesta del Carnaval de los actos religiosos.
Durante la Guerra Civil, en concreto el 5 de febrero de 1937, fue publicado en el Boletín Oficial del Estado la prohibición del carnaval. La mayoría de los pueblos y ciudades españolas tuvieron que aceptar este decreto, sin embargo hubo algunas excepciones de localidades que desobedecieron la prohibición y siguieron celebrando anualmente su carnaval. Para eludir esta condena en muchos lugares se disfrazaron los carnavales como Fiestas de Invierno o, en otros casos, se volvió a renombrar la fiesta con el manto religioso de la Fiesta de Ánimas consiguiendo la permisividad de las autoridades para su celebración. Por ejemplo, en el caso de Cádiz para no usar el término Carnaval se llamó a las celebraciones de febrero “Fiestas Típicas Gaditanas”. Este hecho, de que en algunas localidades se mantuviera la fiesta de manera encubierta y en otras la prohibición fuese total, provocaba constantes disputas. Habría que esperar a la década de los años 70 para que el carnaval se recuperara completamente en todo el país, tal y como hoy lo conocemos.
Aunque hay excepciones en el modo de celebrar el Carnaval en España, podemos encontrar similitudes en casi todas las comunidades o localidades: un pregón de apertura, desfiles, máscaras y disfraces,… Normalmente el punto culmen se alcanza el Martes de Carnaval, el último día en el que la carne se puede comer hasta la Pascua, y finalizan los actos festivos con el Miércoles de Ceniza con la tradición del entierro de la sardina, una parodia de un funeral que simbólicamente marca la despedida a los placeres de la vida y la llegada de la Cuaresma. En otros lugares se alargan las fechas festivas incluyendo el Domingo de las Deseosas o Jueves Lardero (en la semana anterior al propio carnaval) o el Domingo de Piñata (el domingo posterior al miércoles de ceniza). (Texto: Ángel Martín-Fontecha)
Curiosidades sobre el Carnaval
• ¿Qué sería el carnaval sin su Dios? Su deidad en la mitología griega se llama Momo y personificaba el sarcasmo, la ironía y las burlas. Se representa en forma de muñeco, es bajito, regordete y la última noche de fiestas, se le quema.
• Reconocimiento oficial del Carnaval Fue gracias al Papa Gregorio, en el año 590 d. C, cuando esta festividad se reconoce oficialmente, pero con una condición, que el Miércoles de Ceniza se utilizase como purificación de los pecados cometidos.
• ¿Cómo llega el carnaval al nuevo mundo? Se cuenta que Hernán Cortés lo llevó a México hace más de cinco siglos y que pidió a la Corona Española, fondos para poder celebrarlo.
• Origen pagano Los países con mayor tradición carnavalera son los católicos. Era su manera de protestar y rebelarse contra los poderes de la iglesia. El origen del nombre de Carnaval proviene de la expresión latina carnem levare, o sea, abandonar la carne.
• Las famosas máscaras venecianas de nariz larga Durante los años en los que la peste asoló Europa, muchos de los médicos utilizaban este tipo de máscaras, donde guardaban pañuelos impregnados en aceites perfumados para aguantar el mal olor que despedían los enfermos de peste.
• El carnaval de Venecia Vitale Falier, miembro de una de las familias más influyentes, se inspiró en 1094 en las fiestas romanas en honor al dios Saturno. Pero en 1296 el Senado veneciano formalizó esta fiesta.
• La influencia de Carmen Miranda en Brasil La cantante y actriz portuguesa, Carmen Miranda, contribuyó a extender la cultura del carnaval carioca en Hollywood en los años 40 a través de la moda con su famoso sombrero de fruta y su traje de baiana.
• Nueva Orleans y el Mardi Gras Esta ciudad cuna del jazz, celebra el Mardi Gras. En el barrio francés de esta ciudad disfrutan por todo lo alto con espectaculares desfiles de carrozas.
• El mayor carnaval de invierno Desde 1894, los canadienses celebran en Quebec el mayor carnaval de invierno del planeta. Con temperaturas bajo cero junto a su mascota Bonhomme, disfrutan de esculturas de hielo, carreras de canoas, de trineos y su famoso baño de nieve.
• El carnaval silencioso Es uno de los carnavales más desconocidos, se celebra en la isla de Gozo, de Malta. Cuenta con dos celebraciones, la de ir-Rabat (Victoria), con un desfile de carrozas, disfraces… y la de por la noche, el carnaval de Nadur. La iluminación depende sólo de las farolas de las calles para crear un ambiente fantasmal, impera el silencio y aquellos que quieran decir algo lo hacen escribiendo en unos letreros.
Texto: Juan Diego García-Abadillo Fotos: Pilar Piñero, Pixabay