Elena Rodríguez Tato / Directora de equipo
Begara Luxury Real Estate

Armarios y vestidores.- Estructuras abiertas y cerradas que permiten una organización funcional. Prescindir de puertas en vestidores abiertos resulta muy adecuado, ya que todo el espacio está destinado al mismo uso. Si queremos ganar dinamismo, se puede combinar con un frente de armarios cerrados, queda muy bien si comunica con el dormitorio y el frente de armarios testifica la zona de paso.

Es importante personalizar su uso según las necesidades del usuario, sobre todo cuando es un espacio compartido.

Otra opción “los integrados”
Los armarios de suelo a techo, empotrados en un retranqueo en la pared, quedan totalmente integrados en el espacio. A la hora de elegirlos, yo soy partidaria de las puertas lacadas en blanco mate, apuesta por un diseño estilizado y si quieres un acabado todavía más elegante y minimalista los pomos de las puertas circulares en cromo mate de tamaño discreto y si eres valiente, incorpora un zócalo de aluminio, triunfarás, pues acabas de otorgarle versatilidad para adaptarse a distintos tipos de decoración. No olvides alimentarlo con complementos, como pantaloneros, cajas forradas de tejido, saco para la ropa, cajones con frente de cristal y con divisiones para corbatas, calcetines, etc… y estantes extraíbles.

Los vestidores: los espacios consagrados al orden.- Los vestidores ocupan un amplio espacio, lo ideal, cerrarlos con puertas abatibles o correderas. Modula el espacio para que sea posible cambiarse en su interior, guardar ropa y enseres perfectamente organizados.

El equipamiento puede crear módulos altos, bajos o medios con estantes, cajones, módulos extraíbles, espejos, cajones sobrepuestos o de apoyo, repisas de poco grueso.
Además de blanco, existen bellísimas opciones en madera lisa, sin molduras y con discretos tiradores en aluminio.

Puedes organizarlo en L y dejar abierta la parte superior para que permita la circulación de la luz natural entre este y el dormitorio. Cajones con el frente de cristal permiten reconocer su contenido rápidamente. Estructuras metálicas abiertas situadas en los ángulos permiten aprovechar mejor los huecos de las esquinas.
Otro factor a valorar, una estudiada iluminación interior. Son necesarias luz general y puntuales, situadas en los laterales o frentes de alguna estantería o incluidas en las barras de colgar.

El cristal traslucido para cerrar el armario insinúa el interior.- Las puertas de vidrio prolongan siempre el espacio hasta donde la vista alcanza, por lo que son un buen recurso para dar mayor sensación de amplitud. Hay gran variedad con distintas soluciones formales y técnicas, lo que da una idea de lo versátil que puede resultar el vidrio para cerrar un vestidor o armario. Tienes soluciones con enmarcado en aluminio, con acabado lacado o de aluminio anodizado que perfilan frentes de cristal tratado al ácido.

Exento con frentes combinados para aligerarlo.- Si combinas cristal, madera. Los laminados y aluminio, el resultado es un armario funcional y de líneas sencillas, que con esos materiales aportan frescura y modernidad. La combinación de dos frentes traslucidos y dos opacos del mismo color que la pared creará un efecto integrador muy efectivo. Los dos paneles centrales, traslucidos, lo que permite jugar con la iluminación. Puedes colgar barras fluorescentes y con los colores de las prendas de ropa que se intuyen desde fuera. ¿Cambiamos de ropa el armario o el armario de ropa?