Elena Rodríguez Tato / Directora de equipo Begara Luxury Real Estate

Factores previos a tener en cuenta.- Los colores están en todas partes y en una infinidad de versiones inimaginable. Van Gogh escribió que nunca se puede afirmar al hablar de algo que es verde o violeta o azul, porque, al momento, un cambio del reflejo lo ha convertido en una pincelada gris. La arquitectura interior se potencia con la ayuda de la pintura y el color: transforman la percepción espacial, la atmósfera y el estilo de cualquier habitación. La frase previa a la dedicada estrictamente a pintar, comprende un análisis no sólo de su aporte estético, sino de las características técnicas y las necesidades propias de cada estancia. Además, es necesario escoger la técnica de aplicación, que aportará el acabado deseado, incluyendo si se quiere que éste tenga un acabado brillante, satinado o mate (que puede venir determinado por la orientación de la estancia y la luz natural con la que se cuente) o si se buscan texturas decorativas.

Paredes pintadas e Iluminación.- Las distintas calidades de luz (natural o artificial) afectan a la pintura de los parámetros. Por este motivo, hay que comprobar la evolución del color a lo largo del día (rosácea al amanecer, amarillenta al mediodía y rojiza al atardecer) y cómo actúa sobre él la luz artificial (que puede tener calidades diversas). Para estancias orientadas hacia el norte es aconsejable el uso de colores cálidos.

5 claves para acertar al pintar las paredes
1. Consulta los catálogos. Elegir diferentes tonos y/ o intensidades teniendo en cuenta que, al pintar, el tono sube de intensidad respecto a las muestras.
2. Pruebas sobre pared. Pinta muestras grandes, deja secar y observa cómo el tono varía al contacto con la iluminación natural, a lo largo del día y con luz artificial.
3. Factores colaterales. Cuando las paredes y el techo están pintados en el mismo color se multiplica su intensidad, se aconseja versiones menos saturadas. Si eliges un tono gris para la pared, elige un gris dos tonos más claro para el techo.
4. Viviendas monocolor. Si se pinta del mismo color, las estancias con menos luz necesitan un tono algo más claro que las luminosas para igualarlas visualmente.
5. La mejor inversión. Aumenta el presupuesto, pero a la larga, las pinturas de calidad se mantienen inalterables durante más tiempo.

Las pinturas de uso más habitual.- Existen en el mercado pinturas plásticas, esmaltes y barnices. El acierto en la elección depende de la suma de varios factores: función protectora (resistencia al uso, factores climáticos externos e internos, contaminación…), base sobre la que se aplica (piedra, madera, pladur…) y los propios de la pintura (composición, tiempo de secado, calidad, facilidad de aplicación…). Las pinturas plásticas al agua son las más aplicadas actualmente. En paredes totalmente lisas se puede jugar con acabados mates o satinados, mientras que en las de pladur, por su perfecta terminación, las versiones con laca o esmalte son un acierto.

Para pintar con mayor rapidez, se pueden elegir pinturas esmalte de una sola capa que, por su facilidad de aplicación, resultan perfectas también para pintar el techo (no salpican ni gotean). Puertas, ventanas y metales se pintan con esmaltes sintéticos (al disolvente) o acrílicos (al agua). Algunos incorporan teflón, con el que se consigue un tacto y aspecto sedoso. Los barnices, normalmente transparentes, se aplican sobre madera. Los hay también que incorporan tinte en diversos acabados (haya o nogal, por ejemplo).

Suelos y paredes pigmentados.- Una opción para el acabado de los parámetros es pintarlos con productos que resistan el desgaste, los golpes y la abrasión. La mejor opción es una pintura a base de resinas epoxi, que forma un revestimiento duro, liso y resistente a ciertos agentes químicos, además de garantizar el efecto estético durante muchos años. La pintura epóxica puede usarse sobre casi cualquier material, aunque especialmente sobre madera y cemento. Antes de decidirse a pintar sobre madera hay que valorar que restaurar su acabado natural resulta muy complicado.

Por su parte, la pigmentación de revestimientos de cementos elimina cualquier vestigio de frialdad. Puede presentar un acabado brillante, satinado o mate, y une protección anticorrosiva a un acabado vistoso y práctico en una amplia gama de colores. Otra opción para el suelo son las pinturas de poliuretano, también conocidos como pinturas para parking, que crean pavimentos duros, elásticos y muy resistentes. Estas características hacen de este material perfecto para aquellos que sufren mucho tránsito, como los suelos de la entrada a la vivienda o el garaje.