Una de las acepciones de la palabra peña, según la RAE, es “grupo de personas que participan conjuntamente en fiestas populares o en actividades diversas”, y qué serían los pueblos sin sus peñas, que alegran las calles en los días de fiestas, que organizan múltiples actividades a lo largo del año y que suponen, como no, el punto de encuentro de amigos, vecinos y familiares sobre todo en esos días festivos.


En nuestro Ayer y hoy de…, hemos querido rendir homenaje a la Peña Seis y Medio de Pozuelo de Alarcón que este año celebra su 25 aniversario. Aunque se fundó en 1998, un año antes ya se empezó a gestar cuando este grupo de amigos de Pozuelo iban juntos a los encierros. Su primera sede fue en el antiguo Mesón Las Tapas que estaba ubicado en la calle Hospital. Servando y Perico, dueños del local y socios fundadores de la peña junto con Toli el carpintero, Juanito y su mujer, Alfonso el fontanero, Álvaro -actual presidente- su padre Ángel “El Manco” que da nombre a la peña y su madre Laura, Fidel, Carrasco y su mujer Lourdes, Pedro Burgos, Rafa Figueroa, El Napo, Esteban, Goyo, Sebastián y Paco El Chicharra entre otros, fueron los que crearon esta peña de esencia taurina.

Izq.: Uno de los encierros chiqui organizado por la peña. Centro y derecha: Algunas de las imágenes de Seis y Medio en sus 25 años de historia.

Hay varias versiones del por qué el nombre Seis y Medio. Su actual presidente, Álvaro Herrero, nos cuenta la versión oficial, “la broma fue con mi padre, ese día nos reunimos para tratar temas de la peña, ponerle nombre y justo en ese momento había seis personas y mi padre, al que le falta un brazo y dijeron ¡pero si somos seis y medio! Y de ahí salió el nombre. De hecho, hay una camiseta a la que se le quitó una manga y la enmarcaron”. Empezaron con un grupo de unas veinte personas y actualmente son 65 socios y con lista de espera.


En su primer año, nos cuenta Álvaro que salieron con polos azules con el logotipo de Don Churro, la churrería de Pozuelo Estación que les patrocinaba junto con el Mesón Las Tapas y una gran pancarta con el nombre de la peña y su logotipo. “Recuerdo que el primer año salimos sin músicos ni nada, nos vestimos de peña y fuimos al pasacalle, sin estar anunciados, el ayuntamiento no sabía nada. Yagüe era el concejal de festejos y nos dejó meternos con las otras peñas. Al año siguiente ya contratamos nuestra charanga y poco más porque no teníamos mucho dinero”, nos cuenta Álvaro. Estuvieron los cuatro primeros años vistiéndose de azul, luego ya cambiaron a los polos de color rojo o blanco y, por supuesto, la camisa blanca para el día grande de la procesión a la Virgen.

Algunos de los toros y la ‘ambulancia’ de la peña.


Su primera sede, el Mesón Las Tapas, en la que se reunían todos los meses cerró y de ahí se trasladaron a la Cafetería Pozuelo, “la cafetería era de mi tía Marisa, hermana de mi padre, y de mi primo Fernando Mur, que ya falleció. Allí seguimos haciendo las reuniones mensuales. Al principio empezamos con una cuota mensual de 2000 pesetas, a los dos años subimos las cuotas a 3000 pesetas, porque los músicos se llevaban todo el presupuesto. Estuvimos en la Cafetería Pozuelo unos tres años y por mediación de mi tía, habló con José Antonio, el de Fersum, para que nos dejase, el que es nuestro actual local, para las fiestas. Finalmente, después de las fiestas, José Antonio nos dijo que si lo queríamos alquilar todo el año. Accedimos y entre todos acondicionamos el local y aquí seguimos”, cuenta Álvaro, actual presidente de la peña.


Este año, con motivo de la celebración del 25 aniversario de la peña, serán los encargados de dar el pregón en el balcón del ayuntamiento, pero además habrá más sorpresas, algunas se pueden decir y la mayoría habrá que esperar a las fiestas. Por lo pronto, este año se les reconocerá en el pasacalle por su polo azul, vuelta a los orígenes con el logotipo del churro con la boina y la fecha del 25 aniversario. Pero la esencia de la Peña Seis y Medio es taurina, “todos somos taurinos, nos gusta, pero también he de decir que hemos tenido gente anti taurina en la peña, que luego no viene a los toros. Hacemos actividades a lo largo de todo el año, no sólo salimos en las fiestas. Cuando terminan las fiestas de septiembre, nos reunimos los socios en octubre, presentamos cuentas, actas y a partir de ahí, se empieza a trabajar. Celebramos Halloween, campeonato de mus, la cena de Navidad y Nochevieja, conferencia taurina en febrero, carnaval, feria de abril, además de los encierros chiquis, el toro de fuego, excursiones a ganaderías y la capea que se celebra el primer sábado de junio en Galapagar”, cuenta Álvaro.

Izq.: Una imagen de la peña. Dcha.: Álvaro Herrero, actual presidente de la peña.


Muchos sienten la peña como su segunda familia, de hecho, hay algunos que empezaron de niños con sus padres y que siguen disfrutando de estos encuentros ahora con sus hijos. La peña Seis y Medio, además de tener un sentimiento común de amor por el toro y todo lo que le rodea, es una gran familia en la que se comparten momentos de felicidad y emoción. Un lugar de reencuentro en los que todos sus socios y los que no lo son, son acogidos con los brazos abiertos. En definitiva, la Peña Seis y Medio son unos disfrutones de la vida y lo demuestran cada año, dando alegría con sus charangas por las calles de Pozuelo y como no podía ser de otra manera, en la plaza de toros.


Texto: Kathy Montero
Fotos: Cedidas por la Peña Seis y Medio