Fintech, support system, burnout, movimiento slow, KPI, NPS… La mayoría de los ciudadanos desconocerán el significado y contexto de estas palabras y, así, a bote pronto, pocos de ustedes sabrán si estamos hablando de términos empresariales, de modalidades de pago, de índices bursátiles o de técnicas de cocinado del pisto manchego. Y es que el mundo del emprendimiento es complejo, vaya si lo es, que se lo digan a las personas involucradas, pero a la vez tremendamente interesante, atractivo y abierto. El abanico de opciones y oportunidades es enorme, para empezar hace falta que cualquier persona tenga una idea innovadora y la ponga en marcha, en un proyecto empresarial nuevo o en una empresa ya establecida. Emprende y elige tu futuro.

Cuando el recurrente discurso mediático tacha a España de ser un país poco emprendedor, de que hay que emprender más, de que nos falta iniciativa, que presentamos pocas ideas innovadoras, que no llegan las ayudas, que falta financiación y sobra burocracia, la verdad es que bajo esta conocida capa superficial, con algunas cosas más ciertas que otras, pocos se atreven a mirar debajo, a conocer el fondo y a poner el foco en lo más interesante. Y lo más interesante es que vamos ganando en ideas de negocio, en innovación empresarial, en colaboración y planificación público-privada, en orientación, en eficacia y eficiencia, en el buen uso de la tecnología y, con ello consecuentemente, en competitividad y en libertad empresarial. Pero esto no es cosa de un día ni siquiera de un año, máxime cuando otros países –quizá algo más avanzados- nos miran de reojo, es cuestión de hacer una apuesta firme y decidida por los proyectos emprendedores e innovadores y de agilizar trámites.

Cuando hablamos de emprender, emprendimiento o emprendedor, la imagen más habitual es la de una persona que tiene una idea de negocio y monta una empresa desde cero, pero es mucho más que eso. Un catedrático de Organización de Empresas señala a Ayer&hoy el hecho del uso, políticamente correcto, del término emprendedor en detrimento de la figura del empresario, el cual mantiene desde hace tiempo algunas connotaciones peyorativas en la sociedad. Del mismo modo, entiende que el concepto de emprendedor debe adjetivarse, no sustantivarse, acompañándolo no solo a personas que montan una empresa, sino que es aplicable al ámbito personal o profesional. Otras fuentes consultadas, como la coordinadora de un máster en Iniciativa Empresarial manifiesta que “no necesariamente emprender significa crear una empresa de la nada, sino también poner en marcha ideas innovadoras en el seno de una empresa que ya está funcionando. Puede suponer el diseño de un nuevo producto o abordar los mercados internacionales cuando nunca se ha exportado…”. De la misma opinión es el secretario general de una asociación empresarial, para el que el empresario emprende cuando se reinventa, apostando por nuevas estrategias si las existentes ya no son válidas, y el mejor ejemplo es el actual, donde la reconversión empresarial y la apuesta por la digitalización están siendo el abc de nuestro tejido productivo.

Por su parte, desde la Asociación de Jóvenes Empresarios se pone el acento en el empresario, “es el peor visto socialmente, como un tirano, cuando es el que genera dinero y riqueza para la economía española” a lo que agrega que la mala fama del empresario es uno de los aspectos que se abordan en las charlas en institutos, con el fin de que los jóvenes que van a dar su primer paso al mercado laboral contemplen la opción de emprender, “el empresario no es un hombre grueso con un puro en la boca, de traje, con chalet y un cochazo, como decía lacónicamente un asociado nuestro, son personas como tú y como yo que han constituido una pequeña y mediana empresa”. Sin embargo, la opción de emprender por emprender tampoco es acertada, “no todo el mundo puede ser empresario, el objetivo es crear un tejido productivo fuerte y estable, de modo que siempre estaremos al lado de ideas o proyectos de negocio viables, con asesoramiento desde el inicio”, subraya. Igualmente, el catedrático universitario aclara que cualquier persona no posee habilidades, capacidades o competencias emprendedoras, no ya solo para crear una empresa sino para pensar de forma disruptiva y encontrar oportunidades (como fue la aparición del móvil en el mundo); apenas entre un 5 y un 7 % de la población española manifiesta un perfil emprendedor.

La criminalización del empresario ha provocado que la opción del autoempleo no esté al mismo nivel que el trabajo por cuenta ajena para los jóvenes o estudiantes. “Lo primero que piensa un recién graduado universitario es cuánto voy a cobrar, pero también sería bueno que se planteara crear su propio empleo, que aprovechara sus conocimientos y habilidades para montar un negocio, una idea o una marca”, remarcan desde AJE. Mientras, la directora del Área de Desarrollo Empresarial en una cámara de comercio, sostiene que es necesario fomentar el emprendimiento desde las fases más tempranas de la educación, con programas motivadores, simulaciones de empresas adaptadas e impulsando la iniciativa emprendedora en la ESO, donde ahora solo constituye una asignatura optativa.

Panorama actual.- En los últimos años, la actividad emprendedora se ha comportado de acuerdo con las terribles circunstancias y efectos de la pandemia, si bien, como indica el profesor universitario consultado, el crecimiento es el previsible en tiempos de crisis, con más cierres, donde ha habido respuestas más reactivas, con menos riesgo, iniciando menos negocios por motivos de necesidad y con mayor cautela. No obstante, se está produciendo una transformación brutal en el plano digital, como advierten desde AJE y la federación empresarial consultada, “las empresas se están readaptando, acelerando su digitalización, lo que a su vez conlleva el surgimiento de nuevas oportunidades empresariales en el plano tecnológico; con todo ello ganamos en competitividad”. Desde la Universidad, la responsable del máster resalta el enorme ascenso del e-commerce como consecuencia de la pandemia, “ha venido para quedarse y es un mundo que abre muchísimas posibilidades, no solo la de poner en marcha una idea de negocio basada en una plataforma electrónica de envío de productos o servicios a distancia, sino también para la comunicación telemática con clientes, proveedores y, sobre todo, el acceso a la información. Yo imparto Emprendimiento Internacional, y las empresas necesitan muchísima información para decidir a qué mercado enviar su producto. La tecnología bien empleada es un ahorro de costes y un aumento de la eficiencia increíble”. No obstante, también defiende los contactos personales, “las relaciones empresariales se basan en la confianza, y ésta se genera sobre todo en el cara a cara, por lo que creo que esto no va a perderse”.

Cómo emprender paso a paso.- El primer input de análisis es la viabilidad del proyecto, “ha habido gente con todo dispuesto para empezar y se lo hemos tenido que echar para atrás y otros que han partido de cero y ha salido bien”, explican desde AJE. Para todas las fuentes consultadas por Ayer&hoy, las labores previas de información, formación, planificación y asesoramiento son imprescindibles para que el miedo al fracaso y los riesgos se reduzcan y crezcan las posibilidades de éxito, “hay que emprender en algo que sepamos hacer y nos guste, y si nos gusta pero no sabemos hacerlo, es esencial la formación”, comentan desde AJE.

Dado el ok a la viabilidad del proyecto, el siguiente paso es la búsqueda de financiación, que puede ser pública, privada o mixta. Más del 80 % de la financiación es privada, bien de fondos propios, familiares o créditos, donde entidades financieras cuentan con líneas de microcréditos en muy buenas condiciones; existen asimismo líneas de préstamos participativos o avales bancarios. En paralelo a la financiación caminan los programas y convocatorias de subvenciones, de difícil manejo si no se trabaja a diario con ello, por lo que aconsejan informarse bien antes de empezar, pues podría ser necesario solicitar la ayuda antes incluso de darse de alta. Varios son los lugares a los que se puede acudir en primera instancia, como los préstamos participativos de Enisa (Entidad Nacional de Innovación) o las ayudas del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) para proyectos de gran inversión o alto componente innovador. A nivel local es importante conocer las convocatorias de los ayuntamientos. Además, existen otras herramientas como la web www.creatuempresa.org del Ministerio de Industria con un diagnóstico y seguimiento realmente eficaces.

Por otro lado, AJE vincula la financiación a otro obstáculo importante: la burocracia, argumentando que en la mayoría de ocasiones “no es tanto el hecho de tener apoyos como que no pongan trabas” en la concesión de financiación, de ayudas y, sobre todo, en la aprobación de permisos y licencias. Para el representante de AJE, la gota que colma el vaso es la nueva cuota de autónomos que propone el Gobierno, “con la legislación 2023-2031, un autónomo que ingresa 40.000 euros anuales, 3.500 al mes, si le restas la cuota, el IVA y las retenciones, se quedaría como un mileurista”.

Con el ok al plan de empresa, la financiación y las ayudas en trámite es la hora de buscar emplazamiento. El coworking o espacio compartido de trabajo es una buena opción, con instalaciones y equipamientos comunes y un ahorro de costes, aspecto a tener en cuenta cuando se empieza. Otra ventaja es la posibilidad de colaborar o establecer sinergias con otros emprendedores. El principal inconveniente puede ser la pérdida de intimidad al trabajar en un espacio colectivo y el perjuicio de cara a un cliente.

Mapa del emprendimiento en España.- La CEOE ha confeccionado un mapa del emprendimiento en España 2021 con interesantes resultados. El perfil del autónomo/empresario emprendedor en España es hombre (el 80 % emprende frente al 20 % de mujeres), de 25 a 34 años de edad y con formación universitaria. Casi la mitad de las personas que emprenden ya han tenido alguna experiencia anterior, con peor o mejor resultado. En cuanto a las motivaciones, más del 70% detectaron una nueva oportunidad, más del 10% apostó por proyectos atractivos existentes en el mercado, y casi un 20 % emprendió por necesidad. El 70% se constituye como autónomo con uno o dos trabajadores máximo, y el 30 % restante con empresas de hasta 10 empleados. El responsable empresarial, considera que el emprendimiento está liderado actualmente “por una generación muy preparada que no encuentra lo que busca en el mercado laboral y piensa que puede aprovechar sus conocimientos en algo propio que no en un trabajo ya existente”, concluye.

Sandra Cerrada Sánchez, presidenta de Aje Madrid

“Si abres una empresa y al poco tiempo cierras, no hay que pensar que has fracasado, hay que cambiar el concepto”

Pregunta.- AJE Madrid nace en 1984, ¿cuál es su principal objetivo? Respuesta.- Convertirse en la asociación de referencia de Madrid aunque es cierto que desde 1984, AJE Madrid tenía la razón social como la Asociación de Jóvenes Empresarios de España pero luego se cambió a la Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid.

P.- ¿Cree que se apoya lo suficiente al joven empresario? R.- Lo suficiente, no. Trabajo dentro del sector financiero y te puedo decir que todavía sigue habiendo carencias y muchas deficiencias, sobre todo desde el punto de vista de financiación, es decir, que no existen suficientes herramientas para que un emprendedor encuentre ese respaldo y que consiga un músculo financiero. Creo que es debido a esa falta de cultura que existe dentro del sistema educativo. En Estados Unidos, donde estudié, te puedo decir que ahí se palpa y se puede respirar todo lo que es el emprendimiento y aquí todavía no. En España el sistema educativo es muy de estudiar, de memorizar, no nos están preparando y no se fomenta el emprendimiento desde las aulas. Al igual que es importante conocer el tema financiero, tener esa educación financiera que por ejemplo en Alemania existe, pero aquí en España no. Creo que eso es una asignatura pendiente a nivel nacional. Nosotros desde AJE Madrid lo fomentamos para potenciar más el emprendimiento.

P.- ¿Qué proyecto hacéis desde AJE para impulsar las nuevas ideas de los jóvenes empresarios madrileños? R.- Ahora mismo tenemos varios proyectos en marcha, como el I Foro de Inversores, todo se hace bajo el paraguas del Ayuntamiento de Madrid que han fomentado y han movido por su news letters este proyecto a los emprendedores de sus viveros. Por otro lado, están los desayunos networking que realizamos seleccionando empresas sectoriales para que tengan unas sinergias entre ellas, de esta manera comparten información, desarrollan oportunidades de negocio, colaboración y búsqueda de clientes potenciales. Contamos con un buen equipo de gente joven con ganas de trabajar, lanzamos ideas y trabajamos en ellas, tenemos buenas herramientas. Además, vamos a estar dentro del proyecto Marca Madrid y colaboraremos con el Instituto de Empresas para realizar charlas con doctores expertos en el mundo empresarial que serán muy instructivas para el empresario ya que nos explicarán de manera práctica cómo constituir una empresa desde cero, saber cuándo hay que constituirla o cuando se empieza a facturar….

P.- En este momento de crisis ¿cómo lo ve para el empresario? R.- Dicen que en los momentos de crisis sólo hay oportunidades para algunos, yo no lo creo. El emprendimiento es saber ver la carencia que exista en el mercado actual y lanzarte, o mejorar el servicio que exista, es decir, satisfacer una necesidad que no está cubierta en el mercado. Hay que moverse mucho.

P.- ¿Existen subvenciones o ayudas suficientes para los emprendedores? R.- A día de hoy, creo que no hay suficientes. Volvemos a lo mismo, creo que una de las mayores carencias es que no tienen ese respaldo económico financiero suficiente. En estos momentos de crisis hay mucho fondo extranjero, británico, alemán, etc… que está invirtiendo en proyectos de aquí, en startup, pero fondos españoles, pocos. La mayoría de los empresarios españoles dependemos de los bancos, pero, o eres cliente, o vas con grandes referencias, o vas con un balance estupendo o si no, nada.

P.- ¿Cree que las nuevas generaciones apostarán por la empresa o por el contrario serán trabajadores por cuenta ajena? R.- Creo que seguirán apostando más por ser empleados por cuenta ajena. Hay que cambiar mucho la mentalidad y sobre todo si tú abres una empresa, la constituyes y a los pocos meses la cierras, no hay que pensar que has fracasado. En EEUU decían que hay que aprender de los errores, sin embargo, en España el fracaso no está bien visto. Hay que cambiar ese concepto, abrir la mente y ampliar horizontes.

P.- ¿Qué consejos daría a alguien que quisiera abrir su propia empresa? R.- Que emprendan si es lo que les apasiona. Que sigan adelante y que luchen por sus proyectos, que conozcan muy bien el mercado, que identifiquen esa necesidad, porque no todo está inventado, aunque se crea que sí, y lo que está inventado se puede mejorar y, en función de eso, den un valor añadido y diferencial. (Texto y foto: Kathy Montero)

Texto: Oliva Carretero Ruiz, Ayer&hoy Fotos: Pixabay