La cantera del rugby es la esencia misma de este deporte. No hay nada más atractivo que una celebración del campeonato de España de rugby de categorías inferiores. Lo recomiendo para cualquiera que desee entrar de lleno en este deporte. A mí fue lo que me enganchó, en Alfaz del Pí hace 15 años. Ahora es mucho más potente que por aquéllas épocas y las competiciones se hacen por grupos de edad, diferenciando entre Escuela, con edades comprendidas de dos en dos años, sub-12, sub-10, sub-8 y sub- 6, que son los que antes se denominaban Alevines, Benjamines, Prebenjamines, Jabatos y Linces. Los mayores, es decir, sub-14, sub-16, sub-18, sub-21 y junior son lo que se denominan Academia.

El aumento en licencias de estas edades en los últimos 3 años es notable, por encima del 15% en las categorías de escuela y algo menos en las de academia, pero en los últimos 15 años el número de licencias de escuela se ha multiplicado 14 veces, de 240 niños a 3.600 el pasado año.

El aumento, tal y como decíamos en el caso de la categoría femenina, es debido al esfuerzo de los clubes y de las iniciativas de la Federación de Madrid para promocionar el rugby entre los más pequeños.

Mensualmente, la Federación de Madrid promueve la celebración de jornadas de competición y de confraternización con el resto de clubes de Madrid a las que acude una media de 20 equipos a lo largo de las 12 convocatorias. Se celebran por separado las actividades de sub-12 y de sub-6 a sub-10 y en diferentes localizaciones. El espectáculo es digno de verse y los organizadores y educadores se merecen un monumento por su buen hacer. Asimismo, para las categorías de Academia, existe una liga regular donde participan muchos equipos de Madrid repartidos en divisiones según la edad.

Igual que comentábamos en el caso del rugby femenino, existen iniciativas mixtas, federación y Comunidad como el programa Madrid Comunidad Olímpica, que tiene como objetivo la divulgación de deportes con poca implantación en el ámbito escolar y está dirigido al 2º y 3er ciclo de Primaria. Para realizar estas actividades, un técnico de la Federación de Rugby de Madrid se desplaza al centro educativo y desarrolla las sesiones de iniciación al rugby. Se realizaron 108 jornadas de divulgación y han participado un total de 55 centros escolares y sobre 9.500 alumnos han podido conocer y disfrutar un deporte nuevo para ellos en la temporada anterior.

En nuestra zona, tres escuelas se han llevado la palma en la promoción y el desarrollo del rugby, hasta este año. Dos de Pozuelo, Olímpico y CRC y una de Boadilla, el Tasman. A partir del inicio de esta temporada, el MAD Boadilla tiene su escuela y también mostrará sus colores en las jornadas de las diferentes categorías. Los equipos de Academia son coto privado de clubes veteranos y tanto CRC como Tasman y Olímpico presentan sus equipos en las competidas ligas regionales.

No se puede hacer referencia a las escuelas sin hablar de los padres. Son el ángel protector de las escuelas. Ningún club podría ser nada en las categorías inferiores sin que hubiera padres que se enamorasen del deporte y se vincularan con el club hasta sus últimas consecuencias. Delegados, acompañantes, animadores, proveedores de comida, colaboradores en el tercer tiempo, tan necesario de realizar desde chiquitines, semi médicos, semi fisioterapeutas, semi psicólogos deportivos, etc., porque de todo esto y de mucho más hacen los padres. Me dirán que en todos los deportes es igual, … mmmm no sé, aquí desde luego es ejemplar y habrá muy pocos casos en los que el “forofismo” paterno hace trizas las ilusiones de un niño. Labor de los educadores es enseñar a los niños y hacer que dichas enseñanzas lleguen a los padres, muchos de ellos acostumbrados a otro tipo de deporte. Los niños son el futuro en el deporte y en la vida. De su formación depende que disfruten o no de lo que hagan dentro de unos años. Y la pregunta es: ¿Qué hay que hacer para jugar al rugby en estas localidades? Pues solo basta ponerse en contacto con los clubes, a través de su página web y acercar al niño a las escuelas. Si prueba el rugby, es muy probable que quiera repetir y con el tiempo incluso deje otras actividades. Son tantas las cosas buenas que aporta, que merece la pena probar. ¿Te animas?