Cuando hablas con Jennifer Miranda enseguida uno se da cuenta de su pasión por el boxeo. La luz que irradian sus ojos cuando cuenta lo que significa para ella este deporte de contacto hace que uno se pregunte cómo esta chica de mirada dulce pueda tener esa fuerza y rapidez en el combate. El esfuerzo, la perseverancia y la fuerza de voluntad junto con la disciplina de una deportista de alto rendimiento han hecho que Jennifer sea la nº 1 en este gran deporte.

“El boxeo te da muchas cosas y te hace fuerte. El truco es no abandonar nunca”

Pregunta.- ¿Cómo comenzó en el mundo del boxeo?
Respuesta.- Entré de casualidad. Estaba estudiando Magisterio y quería hacer la licenciatura de Educación Física, no tenía nota suficiente y un compañero de kick-boxing, porque yo empecé en Sevilla con el kick-boxing como hobby, me dijo: ¿Sabes que si ganas el campeonato de España de boxeo puedes entrar en la carrera que tú quieras? Y me apunté.

Estuve entrenando a un mes del campeonato, me presenté y lo gané. Al ganar el campeonato de España, dio la casualidad que allí estaba el seleccionador haciendo un grupo de chicas para preparar los Juegos de Londres, que era la primera vez que el boxeo iba a ser olímpico y me dijo que si quería probar. Fui a casa, lo pensé, hablé con mi madre y me lancé. Al principio era malísima, no tenía técnica pero tenía un entrenador que era muy estricto, además entrenaba con chicos y no me lo ponían fácil. Le echaba muchas ganas, valentía y eso fue lo que me sirvió para después ganarle a las chicas y pasarlas por encima.

P.- Es licenciada en Magisterio y Ciencias del Deporte y actualmente está trabajando en el Comité Olímpico ¿no?
R.- Sí, seguí estudiando, me saqué un máster en Dirección de Empresas, me fui abriendo un poquito en coaching, en el tema de la mente para que me ayudara a mí en el tema psicológico. Es difícil gestionar de repente que tengas que ganarlo todo, porque te ven como la mejor y tú no lo ves, no tienes confianza, hay que saber llevarlo. Yo no sabía y nadie te enseña pero bueno…, hice lo de coaching un poco para mí egoístamente, para saber llevar todo eso.

P.- ¿Qué es lo que más le atrae del boxeo?
R.- El boxeo te da muchas cosas. Es un deporte que engancha porque, aparte de soltar endorfinas, al final lo que notas cuando llevas ya un tiempo es que te sientes más ágil, más coordinada, pero sobre todo más fuerte, tanto física como mentalmente. El boxeo es durísimo, porque siempre empiezas de una forma y luego te vas a pedir más y más y necesitas estar concentrada, hacer la técnica pero a la vez tienes que dar con todas tus fuerzas, ser muy rápida, coordinada, tener reflejos… Tienes que entrenar mucho tiempo y muy duro para poder mejorar y verte tú que cada vez lo haces mejor.

P.- ¿Cómo enfoca tener que subirse a un rin y pelear contra alguien?
R.- Al principio cuando sentía los golpes era muy molesto, sí, pero el cuerpo es muy sabio y se acostumbra a todo. El cuerpo de un boxeador absorbe el golpe, te hace más resistente, es otra cosa buena que tiene. Pero luego tú te subes ahí como un juego, en ningún momento subes con esa intención de ir a hacer daño. Aprendí un boxeo en el que se trata de intentar dar y que no te den, es un boxeo muy bonito, como un baile, muy divertido. Cuanto te dicen ¿pero a ti te gusta que te peguen? No, por favor, evidentemente que no, y si yo recibiera mucho castigo no hubiese seguido. Lo veo más como un juego. El intentar llegar a dar al compañero y que él no te dé mientras, es muy divertido y además cansa mucho más porque estás en alerta, en tensión pero esa adrenalina es lo que después te engancha. Si te sale bien pues mucho mejor, es como ¡mira siempre gano! y cuando no ganas tienes el reto de ¡creo que puedo ganarle, voy a seguir!

P.- Su apodo es ‘Tormenta’. ¿Quién se lo puso?
R.- Me lo puso en el equipo nacional mi preparador físico de entonces, Javier Pardo, que ahora es mi entrenador, porque tiraba muy rápido y muchos golpes. Mi fuerte es que soy muy explosiva, tengo mucha rapidez, digamos que tengo más potencia que otras personas, de ahí el mote.

P.- ¿Alguna vez se ha sentido discriminada?
R.- Al principio cuando empecé era la loca, porque de hecho no había ninguna chica entrenando, no sentí rechazo pero no me prestaban tanta atención. Aprendí un poquito sola, mirando a mis compañeros, preguntando mucho. Es cierto que soy una persona muy cabezota y creo que hay que serlo muchas veces y más nosotras porque a veces quieren hacernos pensar que las cosas son como ellos creen que son y yo he sido de decir siempre no, no, no, yo voy a hacerlo como creo que hay que hacerlo pero siempre de una manera lógica.

Cuando entré al equipo nacional en Murcia era diferente, se hace un equipo de chicas, con un entrenador para nosotras, para intentar llegar a los Juegos. De ahí pasamos al equipo nacional en Madrid con los chicos. Con los compañeros nunca hemos tenido problemas, nos tratamos de igual a igual, de hecho los esparrin los hacíamos durísimos y me ayudaban mucho. Sí es cierto que después hemos echado de menos un entrenador solo para nosotras. Pero eso no es culpa de ellos, sino todo lo que envuelve el boxeo hace, sin que se den cuenta, que siempre nos sintamos como un poquito las segundas, porque hay menos competiciones para nosotras.

P- ¿Cuántos combates hace al año?
R.- Depende, el promotor es el que va organizándote. Bien organizado se podría hacer uno cada cuatro meses, sería lo suyo. También depende de cómo termine el combate, de lo duro que haya sido y si necesitas más tiempo de descanso entre combates. He estado lesionada y con dolores en la mano, y he hecho los periodos más largos hasta recuperarme.

P.- Cuando se lesiona, ¿qué técnicas de recuperación utiliza?
R.- Ahora con Jorge, de Oxígeno Activo, he descubierto un mundo nuevo. Creo que las cámaras hiperbáricas deberían ir de la mano con el deporte de alto rendimiento y no sólo para nosotros, porque tiene muchos beneficios en general. He tenido muchas lesiones y los tiempos de recuperación conforme vas cumpliendo años son mucho más largos y no tan completos. Nosotras llevamos el cuerpo al máximo y sufre muchas inflamaciones a nivel de cartílagos, tendones, muscular…, la cámara hiperbárica hace que te baje esa inflamación permitiéndote que tú siempre estés al máximo, pudiendo entrenar todos los días al cien por cien, lo que hace que mejore muchísimo mi nivel y más rápido. Tiene muy buenos resultados.

P.- ¿Qué consejos daría a esas chicas que practican el boxeo?
R.- Mirarme a mí, todo es posible, es verdad que desde el minuto uno entrené a un doscientos por cien y en nueve años no he dejado de entrenar ni un solo día al máximo, dándolo todo en cada entrenamiento. Fuera hay mucho nivel, nosotras tenemos que entrenar muy duro para llegar a su nivel sin tener esos medios, porque somos muy poquitas, no viajamos para poder rodarnos como ellas, que eso es muy importante, estamos limitadas.

P.- ¿Cuál sería su lema?
R.- El lema es no te rindas nunca, no rendirse jamás. No os preocupéis de no conseguirlo porque lo que váis a ganar en ese proceso es incluso más importante que la medalla de ese momento o el haberse clasificado. Lo que tú has conseguido labrarte en ti misma todo ese tiempo, la gente que has conocido, las veces que te has conseguido levantar, eso no tiene precio porque eso es lo que se te queda a ti después, para tu día a día.

Texto y foto: Ayer&hoy