Te explicamos cómo saber cuándo utilizar cada tipo

Ana Moreno,
Maquilladora profesional

Muchas veces empleamos dinero en productos de maquillaje como bases, coloretes, sombras…, y esperamos sacar de ellos el mayor rendimiento en cuanto a acabado y duración. Si no nos ofrecen el resultado esperado, compramos otro producto de otra marca o con cualidades distintas, y, sin embargo, no reparamos en quizá la inversión que debemos hacer es en la herramienta necesaria para aplicar el producto, que es la responsable al 50% del acabado final.

Hoy vamos a ver los distintos tipos de brochas para maquillaje y cómo saber cuándo utilizar cada una.

En cuanto a las brochas, existen varios tipos de pelo.

Las brochas de pelo natural, que suelen ser de marta, cabra, pony o ardilla azul (se les corta un fragmento de pelo, el animal no sufre en el acto en sí). Se caracteriza por un pelo suave al tacto, que en ningún caso araña el producto al contacto con el pelo de la brocha, ni por supuesto es molesto en la piel, al contrario.

Se suelen utilizar para aplicar productos en polvo.

Siempre que veas una brocha con el pelo muy tupido, piensa que la cantidad de producto que va a depositar va a ser mayor que las que tengan menos cantidad de pelo. De tal manera, que una misma sombra de ojos puede quedar de color negro intenso y cubriente si lo aplicas con una brocha de pelo corto y tupido, o su acabado será de un gris translúcido si utilizas una brocha de pelo largo y con menos cantidad de pelo. De ahí la importancia de saber escoger el tipo de herramienta que utilizamos.

Para un resultado óptimo debemos coger bastante cantidad de producto por ambos lados de la brocha, y eliminar en el dorso de la mano o en un papel el exceso de producto, con el fin de evitar que caigan restos de sombra en el rostro. Coger poca cantidad de producto para evitar que ocurra esto es un error, ya que tendremos que repetir la operación varias veces y el riesgo de que caiga el molesto polvito aumenta. No es necesario lavar la brocha tras cada aplicación, bastará con eliminar el producto del pelo en un papel.

Existen las brochas para productos en polvo de pelo sintético. Se caracteriza por ser un pelo más grueso, algo menos suave, y más artificial en general. El tacto es menos agradable y va a cuidar menos tu producto, ya que a menudo para que adhiera los pigmentos y aporten cobertura, has de insistir con la brocha en el producto, haciendo que lo “rasque” y éste se desperdicie. Estas últimas son mucho más económicas que las primeras, aunque eso sí, las tendrás que sustituir con el tiempo.

En cuanto a los productos en crema, se aplican con brocha de pelo artificial. También hay de distintos tipos en función del tamaño, cantidad y tipo de pelo, que suele estar impermeabilizado para que no absorba el producto.

Necesitan ser lavadas más a menudo que las brochas de pelo natural.

Para mantenimiento de las brochas, han de lavarse con la frecuencia que lo necesiten dependiendo del uso que le des. Puedes utilizar un spray limpiador de brochas a modo de mantenimiento y cuando sea necesario, lavarlas con un gel o incluso champú. En el caso de las brochas de pelo natural, puedes aplicar una mascarilla de cabello para suavizar el pelo.

Es importante que las dejes secar tumbadas, ya que, si las colocas de pie en un bote, por ejemplo, el agua puede filtrarse en la madera y estropear la brocha.
No debes volver a utilizarlas hasta que estén totalmente secas.