El vidrio es un material que, desde hace miles de años, ha acompañado a los seres humanos. Pero ¿desde cuándo existe el vidrio fabricado? Debemos irnos 3000 años antes de Cristo. Según cuenta Plinio el Viejo en su obra Historia Natural, el descubrimiento del vidrio tiene lugar en Siria por los mercaderes de natrón (carbonato sódico, “la sosa”). En la ruta que realizaban hacia Egipto, quisieron preparar la comida y, para ello, necesitaron rocas donde apoyar sus ollas, así que decidieron utilizar el natrón que transportaban. Al día siguiente, comprobaron que el natrón se había fundido, y al contacto con la arena del suelo, se había convertido en un material brillante, parecido a una piedra. Este fue el origen del vidrio fabricado. En la Edad Antigua, los egipcios y los fenicios fueron los principales fabricantes y proveedores de vidrio. Después, cuando Roma conquistó Egipto, muchos vidrieros emigraron a Roma, donde su arte fue apreciado por los patricios. Una vez que cae el Imperio Romano, los fabricantes de vidrio se desplazan a Siria y Bizancio. En la Edad Media, los venecianos aprenden los secretos de su fabricación, se concentran en la isla de Murano, y aunque intentan que nadie sepa su secreto al final su técnica llega a Alemania y Bohemia desde donde se expande al resto del mundo.