Lleva veintidós años compitiendo con los camiones, un mundo que le apasiona y que le inculcó su padre, también piloto, desde pequeño. Ahora su hijo también ha heredado esa pasión por la velocidad y la competición. Tres veces campeón de Europa como Piloto y de Equipos, Antonio Albacete nos cuenta el sacrificio que él y su familia han tenido que hacer para llegar a lo que es hoy, una excelente persona que valora el trabajo y un maestro en la conducción de camiones de carrera.

“He tenido suerte. Siempre he tenido ayuda familiar cada vez que he corrido en España”

Pregunta.- ¿Cómo comenzaste en el mundo del motor?
Respuesta.- Desde que nací porque mi padre ya corría, preparaba también coches de carreras y yo iba a las carreras ya en la tripa de mi madre. Con 13 años empecé a hacer algunas carreras de karting, aquí en la zona centro y luego ya algún que otro campeonato de España. Esos fueron los principios.

P.- ¿En qué momento te das cuenta de que quieres ser piloto?
R.- Yo creo que eso es difícil, no hay un momento, te va viniendo. Lo empiezas como un juego porque con 13 años era un juego, igual que otros chavales van a jugar al fútbol o van al baloncesto, mi juego era ir con el kart a dar vueltas, a pasármelo bien, a pasar los fines de semana. Empiezas luego con el tema de las carreras y ya pasa de ser un juego a ser una cosa un poquito más seria. Poco a poco vas haciendo cosas mayores y ya llega un momento que pasas a tomarte esto un poco más en serio.

P.- ¿Has pasado por todas las categorías?
R.- Prácticamente, de lo que había aquí en España en esos momentos, sí. Empecé con el karting, luego con monoplazas e hice campeonatos de España de monoplazas. Me fui a correr a Inglaterra porque aquí en España, lo que en un año hacías seis carreras, allí hacías 30 y aparte de que era la cuna del Motor Sport, estaban todos los pilotos que querían llegar a algo dentro del mundo de los monoplazas. Para llegar a la Fórmula 1, que era el sueño que en un momento tuve, había que pasar por Inglaterra. Era difícil y costoso. Gracias a Dios, con la ayuda de alguna empresa y con la ayuda de mi padre y de la familia estuve allí unos años corriendo y abriéndome camino.

P.- ¿Tu padre se encargaba de la mecánica del coche?
R.- Allí en Inglaterra, no. Allí teníamos un equipo con base en el circuito de Silverstone. Al principio sí, cuando yo estaba corriendo aquí en España con los monoplazas, el equipo era familiar, de hecho cuando yo volví de Inglaterra para correr tanto la fórmula Ford que la gané, como la formula Renault que también la gané, el equipo volvió a ser familiar. Mi padre era el que se encargaba de hacer la mecánica de los motores y el coche lo manteníamos en el taller con un mecánico, con familiares que venían a echarnos una mano y yo que también trabajaba en el coche. Siempre hemos tenido una estructura muy familiar cada vez que he estado corriendo aquí en España.

P.- Es un deporte muy costoso. ¿Cómo conseguís los patrocinadores?
R.- Bueno yo afortunadamente tuve suerte. Hay pilotos que no tienen esa oportunidad de tener una familia con un negocio en el que puedes tener y mantener un coche de carreras. Mi padre se encargaba de toda la mecánica, si todo eso tuvieras que pagarlo, es muy costoso. En nuestro caso eso lo teníamos cubierto y bueno conseguíamos algunos patrocinios: empresas de aceites, de componentes mecánicos que le suministraban al taller de mi padre, de una parte o de otra, o te pagaban con especias o te pagaban con dinero. El problema gordo viene cuando ya haces tope aquí, y es cuando tienes que salir fuera y necesitas buscar patrocinadores que sean fuertes.

P.- ¿Cómo se prepara un piloto?
R.- Un piloto profesional se tiene que preparar como un atleta. Hoy en día los pilotos de Fórmula 1, los pilotos del mundial de resistencia, al final son puros atletas, tienen que tener una resistencia física muy fuerte y aparte tienen que entrenar partes del cuerpo específicas para resistir los G a los que te ves sometidos con los coches. Yo tengo un preparador físico que me hace unas tablas que tengo que seguir durante la semana. Él suele venir un par de días conmigo cuando estamos cerca de una competición. Me prepara no solamente físicamente sino también mentalmente. Hacemos trabajos de concentración, de reflejos, hay que trabajarlos mucho porque todo pasa muy deprisa y tienes que tomar decisiones rápidamente, en el momento y para eso tienes que estar muy entrenado.

P.- ¿Por qué el salto a los camiones?
R.- El salto a los camiones viene un poco de casualidad, no era una cosa que tuviese en mente. Estaba corriendo el Campeonato de España Súper Turismos y, aunque hubo un momento en el que tuvimos repercusión porque las carreras estaban retransmitidas en directo por televisión, al final por los altos costes, dejaron de hacerlo y el campeonato desapareció. Los pilotos que estábamos ahí tuvimos que buscarnos otras salidas. Tuve la suerte de que contactó conmigo un preparador que llevaba todo el tema de adquisición de datos y telemetría del equipo oficial de Man, y me comentó que Cepsa estaba buscando un piloto para su equipo que si no le importaba que le diera mis referencias. Y así fue. Contactaron con más pilotos pero al final fui yo el elegido.

P- ¿Qué diferencia hay entre conducir un camión y un turismo?
R.- Mucha. Lo primero que te impacta es el puesto de conducción. Vienes acostumbrado de estar sentado muy abajo, a ras de suelo con el eje delantero por delante, y te montas allí a casi dos metros de altura justo encima del eje delantero, eso te impacta. Tienes que acostumbrarte mucho a las inercias, son 5 toneladas y media lo que pesa un camión. Tienes que anticiparte mucho a los movimientos, no es tan directo como un monoplaza o un turismo. Además no tiene controles de estabilidad, ni de tracción, ni ABS, como tienen ahora los coches de competición. En los camiones de carreras toda ayuda electrónica la tenemos prohibida. Hay que ser muy suave, son casi 1.200 caballos, todo al eje trasero porque son tracción trasera y tienes que ir muy suave con el gas porque sino empiezas a derrapar, a patinar y todo eso te hace perder tiempo. Además tenemos limitada la velocidad a 160.

P.- Tres veces campeón de Europa de Pilotos y tres de Equipos, además de 16 veces campeón de España. ¿Cuál es el premio que tú recuerdas con mayor cariño?
R.- Gané con 17 años el campeonato de Fórmula Fiesta. El campeonato de España de Fórmula Ford lo gané dos veces y el de Fórmula Renault, una. He sido dos veces campeón de España de la división 1 de turismos y luego ya con los camiones. Pero el premio que con más cariño recuerdo es el premio del Primer Campeonato de Europa. Justo había fallecido mi padre el año anterior y yo sé que le hubiera hecho mucha ilusión.

P.- Ahora tu hijo está siguiendo tus pasos. ¿Qué consejo le darías?
R.- Está empezando. Ha hecho carreras de karting y ahora está con esta copa nueva que se ha creado este año la Toyota, es una copa de promoción, con costes asequibles. El coche lo hacemos aquí, lo mantenemos nosotros. Toda la mecánica es prácticamente de serie no puedes tocarla está precintada, lo único que puedes hacer es algún tipo de reglaje de suspensión, pastillas de freno, neumáticos. Si se quiere dedicar a nivel profesional el consejo es que no se desanime, esto es muy complicado y lo que hay que intentar por todos los medios es buscar el patrocinio para poder ir subiendo y escalando poco a poco.